7 temores secretos sobre la dislexia

Cuando las personas hablan acerca de la tienden a enfocarse en los desafíos prácticos: los exámenes, los libros de capítulos, las evaluaciones estandarizadas. Sin embargo, son los temores secretos sobre cómo se manifestará la dislexia lo que preocupa a la mayoría de los padres.

He escrito acerca de cómo los padres de niños con dislexia pueden evitar algunas de los obstáculos que mis padres tuvieron que enfrentar. Parte de ese proceso es admitir esos temores y enfrentarlos.

Hablar sobre lo que más le asusta con una comunidad en la que puede confiar es como iluminar un cuarto oscuro. Con el tiempo, las sombras del temor se disiparán y podrá comenzar a enfocarse en cómo avanzar.

Las cosas que la gente dice (o pensamos que podrían decir) sobre la dislexia, por lo general causan temor en los padres. Estas es mi lista de los temores más comunes y los posibles comentarios que podrían ocasionarlos.

El maestro dice: “No todos los niños son candidatos para los colegios universitarios”. El padre piensa: Me temo que mi hijo no es inteligente.

El bully dice: “Oye retardado, ¿podrías deletrear la palabra ‘tonto’ o ¿eres demasiado tonto?”. El padre piensa: Temo que mi hijo nunca se podrá integrar.

El invitado a la cena dice: “¿Te conté que mi hija más pequeña está comenzando a leer? y solamente tiene 4 años. ¡Mi esposa está tan contenta!”. El padre piensa: Temo que la gente esté juzgándome a mí y a mi hijo.

La escuela dice: “Estamos poniendo a su hijo en el nivel más bajo del grupo de lectura”. El padre piensa: Temo que mi hijo nunca aprenderá a leer.

El tío con buenas intenciones dice: “Tú sabes, algunos niños tienen que ser los que terminen ganando el salario mínimo”. El padre piensa: Temo que mi hijo tenga un potencial limitado.

El abuelo dice: “A ti te encantaba entretenerte con un libro en tu dormitorio. Imaginaba que serías un pequeño ratón de biblioteca”. El padre piensa: Temo que mi hijo no será como yo.

La esposa dice: “ Sé que odiabas la pero esta vez será diferente”. El padre piensa: Temo que la experiencia de mi hijo será un reflejo de la mía. 

La raíz de estos temores es la idea de que su hijo está dañado por la dislexia de alguna manera. Las personas con frecuencia se refieren a la dislexia como un “diagnóstico”. Sin embargo, esta idea fortalece la noción de que la dislexia es una enfermedad, un flagelo, una imperfección para la cual algún día encontraremos una cura. 

De hecho, no habrá cura ¡porque no se trata de una enfermedad! La dislexia es una característica como lo es ser masculino o femenino, provenir de un pueblo en particular o haberse graduado en cierta universidad. La perfección tiene poco que ver con estas descripciones, ¿no? Ellas simplemente contribuyen a definir quienes somos.

Usted puede comenzar a cambiar las perspectivas de las personas en su propio hogar. Trate de reemplazar la frase “diagnosticado con dislexia” con “identificado con dislexia”. Cuando se sienta solo, recuerde que es parte de una comunidad más grande. Para los padres, yo recomiendo que encuentren (o comiencen) una división o sección en descodificando la dislexia. Conéctese con una comunidad a través de Understood.org message boards. Hable con sus amistades de confianza sobre sus sentimientos.

Todo esto es para que logre su felicidad y que su hijo se vuelva una persona totalmente integrada, feliz e independiente. Por encima de todo, enfóquese en las fortalezas y no en la vergüenza. Además, como Franklin Delano Roosevelt dijo hace mucho tiempo: “No hay nada que temer salvo el miedo en sí mismo”.

Infórmese más acerca de los mitos comunes sobre dislexia.

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