¿Debería mencionar las dificultades de mi hijo antes de visitar a mis amistades?

Llevar a los niños a las reuniones sociales puede ser complicado. Cosas que entretienen a los adultos puede que sean aburridas para ellos. Las visitas pueden ser aún más complicadas si su hijo piensa o aprende de manera diferente.

Supongamos que se espera que su hijo haga cosas que suelen ser difíciles para él, como sentarse tranquilo en la mesa, esperar su turno, seguir indicaciones o pasar de una actividad a otra sin molestarse. Cualquiera de estas cosas puede hacer que todos se sientan incómodos. Especialmente usted.

Por supuesto que las amistades no necesitan una explicación detallada de las fortalezas y limitaciones de su hijo. Pero sí querrá mencionarles antes de visitarlos que podrían haber algunos contratiempos.

Los beneficios de ser abierto

Ser abierto es buena idea por muchas razones. Por un lado, es de buena educación advertir con antelación a su anfitrión si usted cree que pudiera haber algún problema. Además, una advertencia puede evitar que sucedan situaciones no deseables.

El doctor Steve Dickstein, pediatra y psiquiatra de niños y adolescentes, recomienda avisar a sus anfitriones “de la misma manera que les avisaría con antelación que su hijo tiene alergia a las nueces”.

¿Sus amigos están planeando una cena elaborada, pero a su hijo sólo le gusta comer sándwiches de queso y pasta sin salsa? Usted querrá informarles con anticipación para no ofenderlos. Si su hijo se puede sentar a la mesa sólo por poco tiempo o se frustra fácilimente, hágaselos saber también. Explicar estas cosas ayuda a sus amigos a estar preparados. Y es más probable que todos la pasen bien.

Establecer algunas reglas básicas

  • Decida cuánto tiempo se quedarán. A los niños con problemas de atención puede que les cueste portarse bien. Es aconsejable no presionarlos más allá de sus límites. Dígale a sus amigos cuánto tiempo se quedarán en la reunión. También dígaselo a su hijo. Saber que se irán a cierta hora lo hará sentir más tranquilo.

  • Si es mejor evitar ciertos temas, avise a sus amistades. ¿Su hijo ha tenido problemas serios en la escuela? Si es así, sería mejor que sus amigos no le pregunten cómo le va en la escuela.

  • Establezca expectativas sociales. Si su hijo tiene problemas de atención, trate de evitar cualquier actividad que requiera concentración. Traiga cosas que su hijo pueda hacer. Si sus amistades esperan que los niños desaparezcan para que los adultos puedan socializar, hágales saber que su hijo podría necesitarlo durante la reunión.

Hablar con los niños con anticipación

Su hijo conoce las reglas de su casa. Pero la emoción de ir a la casa de otra persona puede causar que olvide las reglas del buen comportamiento. Siempre antes de salir de casa, tenga una conversación sobre cómo espera que se comporte. Sea específico.

También es buena idea preguntarle a su amigo cuáles son sus reglas. Algunas personas esperan que los niños tengan un comportamiento impecable. Otras personas son más informales. “Usted no quiere que su hijo esté en una situación no podrá manejar”, explica el Dr. Dickstein.

Mantener ocupados a los niños

¿Su hijo tendrá que permanecer sentado en un auto durante mucho tiempo? Rachel Busman, psicóloga clínica de Child Mind Institute, recomienda llevar muchas juegos y actividades, en especial si el niño es muy energético y se distrae fácilmente. “No crea que cuatro o cinco actividades serán suficientes" afirma. Su hijo podría haberlas hecho todas antes de tomar la autopista”.

La Dra. Busman también recomienda planificar descansos, incluso en travesías cortas. “Los niños que son inquietos o tienen dificultad para manejar su comportamiento impulsivo, se beneficiarían si pudieran salir del automóvil y correr alrededor por unos minutos”.

Planificar por adelantado el disfrute de un poco de tranquilidad y silencio

¿Van a una fiesta? Si su hijo se sobreestimula con facilidad o es sensible a cosas como el ruido y las multitudes, la Dra. Busman recomienda contar con una habitación para descansar. Pregúntele a su amigo con anticipación si hay una habitación que podría usar con ese propósito.

Pensar en el menú

Las reuniones que se centran en la comida pueden poner presión en los niños que son quisquillosos para comer o que tienen dificultades del procesamiento sensorial que limitan su dieta. Si van a cenar fuera de casa y sabe que el menú será un problema, la Dra. Busman sugiere que lleve algún alimento que su hijo comerá.

Tranquilice a su hijo con anticipación. Explíquele que habrá comidas variadas en la reunión. Pero que usted le está llevando algo que sabe que le gusta. Y no estaría demás decir: “También sería muy bueno que probaras algo nuevo y diferente”. Probar alimentos nuevos es bueno para los niños, pero no debería ser lo más importante.

Socializar con otros niños

Únicamente por el hecho de que los niños sean más o menos de la misma edad, no quiere decir que se harán buenos amigos. Pero deberían tratar de llevarse bien, con el apoyo de un adulto si es necesario.

Algunos niños se frustran con facilidad cuando las cosas no salen como ellos quieren. Si este el caso de su hijo, recuérdele que es importante compartir y ser amable. También es útil recordarle que usted lo puede ayudar, si hubiera algún conflicto que no puedan resolver entre los niños.

Llevar a los niños a las reuniones podría presentar algunos desafíos. Pero también puede tener recompensas. Ser abierto con sus amistades y estar preparado, ayuda a que no se presenten situaciones problemáticas. Lo más importante es que todos se diviertan.

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