13 maneras de ayudar a los niños de primaria con dificultades del procesamiento sensorial a manejar los desafíos escolares

Por Amanda Morin

Revisado por experto Bob Cunningham (EdM)

Regresar a la escuela es emocionante. Sin embargo, para los niños con dificultades del procesamiento sensorial, algunos de los sonidos, olores y sensaciones asociados con la escuela pueden ser abrumadores. Estos son algunos de los desafíos que podría enfrentar su hijo, así como ideas sobre cómo trabajar tanto con él como con su maestro para ayudarlo a manejarlos.

1. Permanecer quieto

El desafío: Puede que a los niños con dificultades del procesamiento sensorial les cueste quedarse sentados quietos. Puede que jueguen con objetos, que se estén meciendo en sus sillas o que pateen los escritorios cercanos.

Cómo puede ayudar: Para algunos niños es útil colocar una banda elástica de ejercicio en las patas delanteras de la silla para que puedan empujarla con sus pies o piernas. De igual manera ayuda permitirles que se sienten en un cojín irregular o utilizar una pelota de equilibrio. Pida recomendaciones a los proveedores de servicios de su hijo. Y solicite que alguien le muestre cómo usar esos artículos apropiadamente para que no se vuelvan un problema para los demás.

2. Clase de música

El desafío: Algunos niños con dificultades del procesamiento sensorial son sensibles al ruido. Esto puede hacer que los sonidos de la clase de música, la banda y el coro sean difíciles de tolerar.

Cómo puede ayudar: Explique al maestro que su hijo podría necesitar utilizar audífonos o auriculares para bloquear el ruido durante la clase. Pida que su hijo se pueda sentar cerca de una puerta y ayúdelo a establecer una señal que pueda usar cuando necesite un receso. Si el ruido sigue siendo demasiado, pregunte si su hijo puede empezar por asistir a clases por períodos breves e ir aumentando el tiempo a medida que aumente su tolerancia.

3. Recreo

El desafío: Los niños con dificultades del procesamiento sensorial podrían tener problemas con las habilidades motoras. Puede que tengan dificultad con el equilibrio o para saber dónde están ubicados sus cuerpos en relación a los demás. Como resultado, podrían ser muy rudos cuando juegan o sentirse incómodos con algunos juegos en el parque, como los columpios.

Cómo puede ayudar: Trate de identificar los problemas específicos que tiene su hijo. Pregúntele qué sucede en el recreo: qué le cuesta, qué le gusta y por qué. También pregunte a los maestros qué es lo que han notado. Luego, trabaje con su hijo para pensar en maneras de mejorar la experiencia del recreo. Tal vez los juegos que implican correr sean más divertidos que columpiarse. A algunos niños les podría gustar practicar el uso de los juegos infantiles antes o después de la escuela.

4. Folletos o pizarrones “repletos”

El desafío: El “desorden visual” puede abrumar a algunos niños que tienen sensibilidad visual. Les puede dificultar enfocarse en lo que tienen que hacer .

Cómo puede ayudar: Pida visitar el salón de clases de su hijo. Averigüe si el maestro está dispuesto a cambiar el lugar donde se sienta su hijo. Juntos pueden encontrar un lugar donde él se distraiga menos con cosas como pizarrones informativos repletos. Usted también le puede enseñar a su hijo maneras de bloquear información visual que lo distraiga. Por ejemplo, los niños pueden doblar el papel que están leyendo de manera que muestre solamente una hilera de problemas matemáticos a la vez.

5. Escritura

El desafío: Los niños que tienen dificultad con las habilidades motoras finas pueden tener problemas para escribir las letras con claridad. También puede que les cueste medir la fuerza con que escriben. Algunos rompen lápices constantemente, mientras que otros escriben demasiado tenue.

Cómo puede ayudar: Los sujetadores de lápices ayudan a los niños a agarrar los lápices de manera más cómoda y les dan una mejor idea de cuán fuerte los sostienen. Pregunte al maestro si puede utilizar papel con líneas en relieve: ayuda a los niños a sentir dónde están escribiendo. Tenga en cuenta que usted o el maestro tendrán que mostrarle a su hijo cómo utilizar estas herramientas.

6. Hora del almuerzo

El desafío: Desde las mesas llenas de niños hablando todos al mismo tiempo, hasta el olor de la comida en el aire: ¡pasan muchas cosas a la hora del almuerzo! Y eso puede ser demasiado para algunos niños con dificultades del procesamiento sensorial.

Cómo puede ayudar: Pida a su hijo que le explique qué es lo más abrumador. Después, trabaje con la escuela para encontrar soluciones. Por ejemplo, quizás exista un área menos concurrida en el comedor, donde su hijo y algunos amigos puedan comer. O si el olor de la mantequilla de maní es demasiado fuerte para un niño, tal vez se podría sentar en una mesa sin frutos secos.

7. Clase de arte

El desafío: La clase de arte puede ser estresante para los niños que son sensibles al tacto o a los olores. Las manos sucias, la textura de los materiales de arte y el olor a pintura los pueden incomodar.

Cómo puede ayudar: Ayude a su hijo a explicarle al maestro de arte qué es lo que le causa estrés. Piensen juntos en maneras de facilitar el uso de materiales. Pregúntele si hay otras maneras de demostrar el aprendizaje. Por ejemplo, quizás su hijo pueda usar crayones de cera en lugar de pintura para hacer una paleta de colores.

8. Sentarse en círculo

El desafío: Sentarse demasiado cerca de otros niños, quedarse quieto y participar en juegos grupales puede ser un desafío para los niños a quienes no les gusta que los toquen.

Cómo puede ayudar: Intente dar a su hijo objetos pequeños para manipular, como una pelota antiestrés. A algunos niños les gusta sentarse en su propio pedazo de alfombra: establece un límite que los puede tranquilizar. Además, la alfombra podría tener una textura agradable, por lo que satisface tanto sus necesidades de estímulo sensorial como su necesidad de espacio. Pero consúltelo primero con el maestro. Si le preocupa que su hijo sea señalado, pregunte al maestro si estaría abierto a usar pedazos individuales de alfombra para toda la clase. Usted podría ponerse en contacto con una tienda de alfombras para ver si estarían dispuestos a donar los retazos que les sobren.

9. Clase de gimnasia

El desafío: Los silbatos agudos y el eco en los gimnasios pueden ser difíciles de tolerar para los niños que son sensibles al ruido. Y debido a que las dificultades del procesamiento sensorial pueden afectar las habilidades motoras, las actividades que incluyen jugar con una pelota o correr, pueden ser complicadas.

Cómo puede ayudar: Su hijo puede probar utilizar audífonos o auriculares para bloquear los ruidos fuertes. Hable con el maestro de gimnasia acerca de esta posibilidad. Y pídale que lo mantenga informado acerca de las actividades futuras de la clase. Usted podría preparar a su hijo con anticipación practicando ciertas habilidades en casa. O, si su hijo tiene un IEP, pregunte sobre la educación física adaptada: una clase especial de preparación que enseña habilidades en un grupo pequeño.

10. Asambleas y presentaciones escolares

El desafío: Su hijo podría enfrentar mucha información sensorial a la que no está acostumbrado en eventos de este tipo. Puede que haya multitudes, ruidos fuertes y disfraces que pican, y algunas veces todo eso al mismo tiempo.

Cómo puede ayudar: Discuta con la escuela acerca de elaborar un plan. ¿Su hijo se puede sentar cerca de una puerta para que pueda tomar descansos o escuchar desde el pasillo? ¿La escuela le puede notificar por adelantado sobre las asambleas para que usted pueda ayudarlo a prepararse en casa? ¿Existe un lugar donde su hijo se pueda cambiar de ropa y así no pasar todo el día con su disfraz puesto?

11. Anuncios y simulacros de incendio

El desafío: Los ruidos fuertes inesperados como los anuncios por micrófono o los simulacros de incendio pueden causar pánico en algunos niños. Otros niños tienen problemas para filtrar sonidos que no son importantes. Como resultado, podrían no poner atención en el salón de clases como deberían.

Cómo puede ayudar: Hable con el maestro sobre sentar a su hijo alejado de los altavoces. Puede ser útil que el maestro utilice una señal que le advierta de simulacros de incendio planificados. También podría ayudar entregarle un programa visual de anuncios para que su hijo se prepare para ellos.

12. Buscar estímulos

El desafío: Algunos niños que necesitan más estimulación sensorial podrían chupar o masticar los cuellos de sus camisas, las mangas o los lápices. Esto puede causar una atención no deseada de parte de otros niños.

Cómo puede ayudar: Invierta en objetos que su hijo pueda masticar. Algunos maestros permiten que los niños usen goma de mascar. También puede proponer incluir la goma de mascar como en el o de su hijo. Además, muchas compañías hacen lápices y joyas especialmente diseñadas para niños que mastican cosas. Hable con el terapeuta ocupacional de la escuela para que le dé ideas sobre lo que podría funcionar en el caso de su hijo.

13. Sobreestimulación en general

El desafío: Controlar los estímulos sensoriales durante todo el día puede ser abrumador para algunos niños. Podrían aislarse o tener una crisis sensorial.

Cómo puede ayudar: Informe al maestro de su hijo cómo distinguir un berrinche de una crisis emocional. Desarrollen un plan juntos que ayude a su hijo y al maestro a reconocer cuándo las cosas lo están empezando a abrumar. Asegúrese de que describa lo que cada uno debe hacer cuando las cosas lleguen a ese punto. Y solicite en la escuela que a su hijo se le proporcione un lugar tranquilo al que puede dirigirse cuando se sienta abrumado.

Acerca del autor

Acerca del autor

Amanda Morin es la autora de “The Everything Parent’s Guide to Special Education” y fue la directora de liderazgo intelectual en Understood. Ayudó a desarrollar Understood desde su inicio en calidad de experta y escritora.

Revisado por

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Bob Cunningham (EdM) ha sido parte de Understood desde su fundación. También ha sido administrador principal de varias escuelas independientes y líder escolar en educación general y especial.

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