8 recomendaciones para hablar con familiares sobre los desafíos de su hijo

PorLexi Walters Wright

Hablar con familiares sobre las diferencias en la manera de pensar y aprender de su hijo puede ser beneficioso de muchas maneras. Estos son algunas sugerencias sobre qué hacer y qué no hacer en estas conversaciones. 

1. NO asuma que todos le harán las mismas preguntas

Algunos miembros de su familia podrían estar más familiarizados que otros con las diferencias en la manera de pensar y aprender. Mucho ha cambiado desde que sus padres o abuelos estaban en la escuela, así que prepárese para aclarar ideas erróneas o desactualizadas. Además, dado que las diferencias del aprendizaje son transmitidas genéticamente, no se sorprenda si algunos parientes comienzan a preguntarle sobre los síntomas en adultos.

2. SÍ ajuste cuánta información le revelará a cada uno

Decida cuánta información es conveniente proporcionar a los diferentes miembros de su familia. Por ejemplo, si su tía es quien suele cuidar a su hijo, podría ser útil explicarle que a muchos niños que piensan y aprenden de manera diferente les cuesta pasar de una actividad a otra. Hablar de esto puede destacar la importancia de usar el conteo regresivo y otras estrategias para facilitar las transiciones. Pero su tío abuelo, a quien solo visitan el Día de Acción de Gracias, podría no darse cuenta de que usted usa el conteo regresivo ni preguntarse por qué lo hace.

3. SÍ discuta los desafíos de su hijo con los familiares más cercanos

Si su familia cena con la abuela todas las semanas, probablemente ella conoce muy bien a su hijo. Puede que se pregunte qué le pasa a su nieto y se sienta aliviada cuando usted hable del tema con ella. Además, hablar de las dificultades de su hijo puede ayudar a que sus familiares entiendan los desafíos que usted está enfrentando y comiencen a ayudarlos.

4. NO utilice muchos términos técnicos

Simplemente decirle a su familia: "Juan tiene un ” no los ayudará mucho a que comprendan las diferencias en la manera de pensar y aprender de su hijo. Incluso si las personas han escuchado el nombre de la condición de su hijo, puede que no sepan mucho sobre ella ni cómo afecta a los niños. Utilice un lenguaje sencillo para que sus familiares entiendan.

5. SÍ ofrezca detalles útiles y estrategias

Proporcione detalles a los miembros de su familia que puedan mejorar sus interacciones con su hijo. Por ejemplo, usted podría decir: “Juan tiene dificultades con la sobreestimulación sensorial. A veces no tolera que lo toquen, incluso las personas que ama. Por favor, pregúntenle primero antes de abrazarlo. Puede que a veces no quiera que lo abracen, pero por favor no lo tomen como algo personal”.

6. SÍ identifique las fortalezas de su hijo así como sus desafíos

Cuando hable sobre su hijo, trate dirigir la conversación hacia lo positivo. Aclare que él está haciendo progresos en sus áreas problemáticas. Elogie sus esfuerzos en este sentido. Además, mencione algunas fortalezas y cualidades de su hijo que sus familiares podrían haber pasado por alto. Intente decir algo como: “¡Este año Juan ha mejorado mucho en lectura! Le encantan los libros que tienen capítulos y su maestra está impresionada con todo lo que ha leído este otoño. Matemáticas todavía le cuesta, pero estamos trabajando en ello con una maestra especial y está progresando mucho”.

7. NO tenga solo una conversación sobre los desafíos de su hijo y después no hable más de eso

Puede ser incómodo la primera vez que hable con sus familiares acerca de las diferencias en la manera de pensar y aprender de su hijo. Sin embargo, cuantas más veces hable de sus desafíos (y de sus progresos y logros), más cómodos se sentirán los demás de hacer lo mismo. Lo importante es mantener la conversación abierta. Hablar de las dificultades de su hijo lo ayudará a encontrar familiares que entiendan la situación y lo ayuden con los otros miembros de la familia que quizás no "creen" en la existencia de las diferencias en la manera de pensar y aprender.

8. SÍ ayude a que sus parientes se involucren en los logros de su hijo

Los miembros de la familia pueden ser fuentes de apoyo importantes. Un primo podría llevar a su hijo a las sesiones de tutoría y aliviar su complicada agenda. Un tío podría cuidarlo para que usted pueda ir al cine. Hablar con sus familiares sobre los desafíos de su hijo puede facilitar que usted les pida ayuda cuando la necesite. Pero sobre todo, permitirá que usted incluya a su familia cuando celebre los logros de su hijo.

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Acerca del autor

Acerca del autor

Lexi Walters Wright fue la coordinadora de la comunidad de Understood. En su labor de escritora y editora ayuda a los padres a tomar decisiones acertadas para toda la familia.

Revisado por

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Elizabeth Harstad (MD, MPH) es pediatra del desarrollo conductual en Boston Children’s Hospital.