A Ben Cooper le gusta hablar frente a grupos numerosos de personas. “Me ha gustado hablar cada día”, el estudiante de octavo grado afirma con entusiasmo. Y su tema favorito es la dislexia.
“Me gusta hablar sobre lo que yo siento”, dice Ben, quien tiene dislexia. Y se siente seguro al decir que los chicos con dislexia son inteligentes y capaces.
La mamá de Ben, Robbi Cooper, comenta que él es un defensor natural. “Ben tiene voz fuerte y es capaz de tener un buen diálogo con las personas”, menciona ella. “Y él desea usarlo para hablar en público y cambiar la percepción de las personas con respecto a la dislexia”.
Por lo que por varios años, Ben ha estado hablando por los chicos con dislexia. En marzo, habló cerca de una hora en una sesión sobre dislexia en SXSWEdu. Conferencia anual que tuvo lugar en Austin, Texas, sobre antiguos y nuevos enfoques en educación.
La sesión de Ben, originario de Austin, fue tan poderosa que fue invitado también a hablar a la Cumbre de Student Voice. Dio una charla de 10 minutos sobre el acceso igualitario a exámenes para niños con dislexia. Él instó a las escuelas a que permitieran el uso de lectores de audio durante las pruebas.
Al no permitirlo, las escuelas envían el mensaje “no vamos a permitirle que tengan la información y estas pruebas van a definir quiénes son y hacia adónde van”, comentó Ben a la audiencia. “Esto no debería estar ocurriendo hoy en día”.
Y en otra conversación del evento SXSW, él habló de lo que se siente tener una dificultad de aprendizaje. Habló sobre la necesidad de las escuelas de tener altas expectativas y de dar a los estudiantes los apoyos necesarios.
Las propias experiencias de Ben alimentaron su pasión. Robbi comenta que aunque Ben fue diagnosticado con dislexia, ella batalló para conseguirle los servicios que necesitó en la escuela primaria. Y cuando solicitó ingreso a las escuelas medias magnet en Austin, él fue rechazado. Sus calificaciones en matemáticas eran altas pero las de lectura eran bajas.
Fue ahí cuando Robbi decidió matricularlo en un internado privado en Nueva York para niños con dislexia. Ahora Ben regresó en Austin donde asiste a una escuela magnet avanzada. Pero él no quiere que otros pasen por las mismas dificultades.
“Yo he tenido algunas malas experiencias en la escuela”, comenta Ben. “Eso cambió mi visión sobre la escuela durante un tiempo. No quiero que un estudiante que tenga el potencial de sobresalir permita que ese potencial se pierda debido a algo que haya ocurrido en la escuela”.
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