Cómo hacer un kit sensorial de viaje para su hijo

¿Alguna vez su hijo ha tenido una crisis sensorial en una tienda o en un aeropuerto? ¿Le preocupa tener que controlar una sobrecarga sensorial mientras están en un evento de la escuela o visitando amigos o parientes?

Aunque usted haya encontrado herramientas y estrategias que ayuden a su hijo, una sobrecarga sensorial puede ser más difícil de controlar cuando está fuera de la casa. Es aquí cuando un kit sensorial de viaje puede ayudar.

Un kit sensorial de viaje contiene herramientas para tranquilizar a un niño que se siente abrumado. A continuación encontrará tres tipos de kits de viaje que usted puede hacer. Es posible que quiera hacer más de uno de estos kits, dependiendo de dónde va o durante cuánto tiempo estará fuera. (Escoja los objetos que ayudarán con las necesidades particulares de su hijo. Usted no necesita usarlos todos).

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Kit sensorial para un paseo corto

Cuando usted va a una tienda o a un evento escolar estará fuera de casa por poco tiempo. Además, puede irse en cualquier momento si es necesario. En esta situación es útil llevar un kit de regulación sensorial pequeño en su cartera o en el bolsillo, en lugar de cargar una bolsa grande de herramientas sensoriales.

Un estuche de maquillaje puede servir para este propósito. Tiene secciones que le permiten guardar los objetos separadamente. Además es lo suficientemente compacto como para guardarlo con facilidad.

Estos son algunos objetos que puede incluir:

  • Auriculares, audífonos plegables o tapones de oído para que el ruido sea menos abrumador.

  • Notas adhesivas para colocarlas sobre los sensores automáticos de inodoros y secadores de manos.

  • Una botella pequeña de crema de manos para calmar la necesidad de contacto de su hijo.

  • “Aromatizantes” (como humectante labial perfumado).

  • Un objeto antiestrés (fidget) pequeño.

  • Plastilina, arcilla, masilla

  • Herramientas sensoriales orales como goma de mascar o refrigerios crujientes y gomosos.

Caja sensorial para el automóvil

Muchos padres pasan mucho tiempo conduciendo para llevar a sus niños a diferentes lugares. Si ese es su caso, quizás quiera tener en su automóvil un kit sensorial más grande y mejor surtido.

Una caja de herramientas o de manualidades que tenga secciones y un asa es lo suficientemente resistente como para soportar el movimiento del auto. Además les facilita a usted y su hijo la clasificación. Esta caja puede incluir los mismos objetos que usted incluiría en un kit de viaje para un paseo corto, y objetos más grandes que no cabrían en un estuche de maquillaje.

Estos objetos podrían ser:

  • Audífonos con cancelación de ruido para disminuir el ruido del tránsito.

  • Lentes de sol, un sombrero de ala ancha y/o un parasol de automóvil para reducir la intensidad lumínica.

  • Un temporizador para ayudar con las transiciones.

  • Una almohadilla con peso, un peluche o una almohada sensorial para proporcionar una presión tranquilizante.

  • Plastilina o arcilla.

  • Una cuerda para saltar (para usar en las paradas de descanso o al llegar a su destino).

  • Botellas sensoriales tranquilizantes.

  • Burbujas.

  • Una armónica, una flauta u otro instrumento musical pequeño.

  • Libros.

Mochila sensorial para las vacaciones

Viajar a lugares nuevos o visitar familiares puede ser emocionante. También es posible que sea estresante para los niños que buscan o evitan la estimulación sensorial. Tener una mochila sensorial en el automóvil o en el avión podría ayudar. Su hijo tendría herramientas sensoriales a la mano mientras usted conduce o está ocupado.

También puede incluir en la mochila cosas que serán útiles mientras esté en otro lugar. Podrían ser cosas que su hijo utiliza como parte de su dieta sensorial diaria. También podría empacar:

  • Artículos de tocador que le sean familiares, como champú, jabón y pasta de dientes (para que su hijo pueda experimentar olores y sabores a los que está acostumbrado).

  • Un paño y una toalla con una textura que su hijo tolerará.

  • Una muda de ropa.

  • Libros para colorear con marcadores aromatizados o una pelota de mano blanda o con textura.

  • Un chaleco o manta con peso (lastrada) para proporcionar una presión tranquilizante (consulte primero con el terapeuta ocupacional si su hijo tiene uno).

  • La música favorita de su hijo en un dispositivo móvil.

  • Alimentos crujientes o gomosos (como galletas o gomitas de frutas).

  • Pajillas (popote, pitillo, sorbete) o una botella de agua con una pajilla/boquilla.

Un kit sensorial de viaje es solo una manera de ayudar a su hijo a manejar la sobrecarga sensorial. Existen muchas otras estrategias que usted puede probar.

Aprenda formas de manejar las crisis y contener las rabietas. También podría interesarle leer sobre la crisis sensorial de una mamá y cómo la ayudó a entender lo que su hijo experimentaba.

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