¡A mi hijo no le gusta estar en su campamento! ¿Le permito regresar antes?

¡Ayuda! Mi hijo se siente incómodo en el campamento de verano y quiere regresar a casa. ¿Qué debo hacer?

Antes de decidir si dejará que su hijo se regrese a casa, relájese y evalúe la situación. Hágase a sí mismo las siguientes preguntas:

¿Cuánto tiempo ha estado su hijo en el campamento?

¿Es esta la primera vez que duerme fuera de casa por largo tiempo? Si es así, y si su hijo solamente ha estado en ese campamento por unos pocos días, explíquele que está bien que se sienta incómodo y que extrañe su hogar. Esto significa que a su hijo le gusta su hogar y lo extraña. Señale que seguramente él no es el único que se siente así en el campamento. Mencione que incluso los consejeros extrañan su lugares familiares. Sugiérale que hable con los consejeros del campamento o con el personal del lugar sobre sus sentimientos.

Si fuera posible, cuéntele que usted también tuvo una experiencia similar cuando era niño, pero enfatice cómo a usted terminó gustándole ir a campamentos en el verano y que tiene muchos recuerdos divertidos de esa época. Recuérdele algunas otras situaciones en las que él sintió que no le gustaba algo y que después terminó disfrutando.

Si esta no es su primera experiencia de dormir en un campamento de verano, ¿es la primera vez en ese campamento en particular? ¿Extrañó el hogar cuando fue al otro campamento? ¿Hay alguna semejanza o diferencia entre los dos campamentos que podría ayudarlo a entender por qué quiere volver a casa?

¿Ha hablado con el personal del campamento para confirmar lo que su hijo le está diciendo?

Quizá usted no está teniendo un panorama completo del relato que su hijo le hace. Quizá él pudiera estar disfrutando varias actividades en el campamento, pero solamente le está informando sobre lo que está mal. Pida a algún empleado del campamento que hable con usted y que le dé información de lo que está pasando. También pregunte si hay otros niños con los que su hijo tuviera buenas interacciones.

Luego, cuando usted hable con su hijo, le puede preguntar sobre algún amigo o alguna actividad que haya disfrutado y en la que haya destacado. Crea en los sentimientos de su hijo pero concéntrese en los aspectos positivos del campamento. Exprese lo orgulloso que está por sus esfuerzos y logros.

Por otro lado, no olvide darle a los empleados del campamento información sobre las estrategias que funcionan para su hijo, como por ejemplo una pequeña luz prendida durante la noche, tiempo adicional para cambiar su ropa o la necesidad de entender una actividad por adelantado.

¿Le ha escrito a su hijo todos los días?

Si no es así, comience ahora. Las cartas que vienen de usted, incluso si son cortas, pueden ayudarlo a extrañar menos su hogar. Idealmente, sus cartas deberían incluir rutinas y cosas de todos los días. Esto puede re-asegurarle a su hijo que las cosas en el hogar están bien y las encontrará igual que como las dejó. Le puede mencionar que llevó al perro a caminar. Que luego fue al supermercado y que conversó por la tarde con su abuela, quien está esperando verlo para el Día de Acción de Gracias.

Si es posible, evite hablarle de noticias dramáticas que pudieran suceder mientras él está en el campamento, tal como una mascota que se está muriendo o la decisión de su familia de mudarse de estado. Si usted necesitara compartir una noticia que pudiera ser difícil para su hijo mientras él está en el campamento, avise a los empleados del campamento primero. Pídales que observen a su hijo de cerca y que estén listos para servirle de apoyo si fuera necesario.

Además, si todavía no lo ha hecho, envíele un paquete con elementos que pueda compartir con sus compañeros, tal como comida especial, juegos, historietas, libros de bromas. Esto puede ayudar a su hijo a que haga amistades y a que se sienta más optimista en general, y pueda disfrutar del campamento.

Si vuelve a casa ¿cuáles serían sus opciones?

¿Están algunos de sus amigos disponibles? Dígale que necesita permanecer en el campamento otros cinco días más para que usted tenga tiempo de buscar un programa de día cercano a su hogar, ya que no puede quedarse solo en la casa mientras usted está trabajando.

Si es posible, trate de evitar la planificación de viajes u otros eventos especiales, y por los cuales su hijo pueda querer dejar el campamento mucho antes para participar en ese viaje o evento. ¡Subraye lo aburrido que puede ser su hogar comparado con el campamento!

¿Acaso usted le prometió a su hijo que podría salirse del campamento y volver al hogar si no lo estaba disfrutando?

Si usted lo hizo, podría ser que su hijo estuviera tratando de comprobar que usted cumpliría con su palabra. Por primera vez está compartiendo un lugar con adultos y otros niños y le dice a usted, y a los consejeros, cosas para atraer más atención.

Dadas las circunstancias, lo que usted y los consejeros pueden hacer es comprar más tiempo antes de decidir si su hijo debe volver a su hogar. Establezca un período de tiempo, tal vez cinco días o un poco más, y diga a su hijo que si al final de ese período todavía quiere volver, usted lo recogerá. O, si el día de visitas está cerca, dígale que usted lo recogerá en ese momento. Es muy importante que todo aquello que le diga a su hijo lo lleve a cabo. Quizá, con ese tiempo adicional pueda ser que se relaje, se divierta y decida quedarse después de todo.

Acerca del autor

Acerca del autor

Jim Rein (MA) ha dado conferencias sobre opciones postsecundarias y programas de verano para niños y jóvenes que piensan y aprenden de manera diferente.

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