
Los niños con dificultades del procesamiento sensorial pueden tener mucha o poca sensibilidad al tacto. Esto puedo puede complicar las actividades cotidianas, desde comer hasta bañarse. Estas son algunas maneras de ayudar a los niños que son sensibles al tacto o la texturas.
1. Advierta con anticipación
Asegúrese de que su hijo lo vea acercarse y de explicarle lo que usted va a hacer. Por ejemplo, intente decir cosas como: “Tengo que lavarte el cabello. Primero mojaré tu cabeza”.
2. Encuentre maneras creativas de mostrar afecto
Puede que usted se sienta rechazado si a su hijo no le gusta que lo abracen ni otras expresiones de afecto. Pero podría encontrar una “manera” diferente de ser cariñoso. Háblelo con su hijo, quizás apretarle el hombro o la mano pueden ser maneras de decirle “te quiero”.
3. Ayúdelo a establecer límites
El contacto físico puede ser estresante para los niños que son muy sensibles al tacto. Enseñe a su hijo que está bien establecer límites con los amigos y parientes. Puede empezar mostrándole cómo hacerlo. Por ejemplo decir: “No suelo abrazar mucho, pero ¡estoy muy contento de verte tía Isabel!”.
4. Hablen sobre medidas de seguridad
Cuando los niños reaccionan poco a la estimulación táctil, podrían no percibir el dolor como usted esperaría. Señale eventos que comúnmente son dolorosos (un golpe en la cabeza o una quemadura). Explíquele que debe poner atención y notificar a un adulto cuando ocurran. También puede señalar situaciones en la televisión o en la vida real en las que un niño reacciona al dolor.
Los niños con poca sensibilidad táctil también necesitan que se les enseñe situaciones que podrían percibir como no peligrosas porque no las “sienten”. Esto incluye demasiado frío y un calor sofocante.
5. Añada mantas
Si su hijo tiene dificultad para dormir, considere agregar más cobijas. El peso adicional puede proporcionar la presión que algunos niños necesitan para calmarse.
También puede comprar cobijas lastradas (con peso). Son costosas, pero proporcionan presión sin el calor que genera añadir más cobijas.
6. Déjelo hacer el “trabajo pesado”
Cuando su hijo esté haciendo cosas en las que utilice sus músculos para empujar, jalar, trepar, cargar o levantar, los terapeutas ocupacionales lo llaman “trabajo pesado”. Estas actividades puede que ayuden a los niños con baja sensibilidad táctil a calmar y organizar el cuerpo .
Algunas tareas domésticas como aspirar, y actividades como montar bicicleta, empujar el carrito del supermercado, cargar las bolsas del mercado y trepar los juegos del parque infantil, son todos ejemplos de trabajo pesado.
7. Permítale vestirse con capas
Los niños que son excesivamente sensibles al tacto puede que sean intolerantes a la textura de ciertas telas. También puede que tengan dificultad para pasar de manga larga a manga corta o de pantalones largos a cortos.
Considere dejar que su hijo use una sudadera sobre una camisa manga corta y comprar pantalones convertibles (con cierres que los convierten en shorts). Cuando llega la época de calor, su hijo solo tendrá que acostumbrarse a sentir sus brazos y piernas al descubierto y no a la sensación de cuellos de camisas y pretinas.
8. Compre colores y tallas diferentes
¿Encontró pantalones, medias o un tipo de zapato que a su hijo le parece cómodo? ¡Aprovéchelo! Usar la misma prenda de vestir en diferentes colores compensa la posible falta de estilo con la comodidad. También considere adquirir una talla más grande.
9. Déjelo que tome la iniciativa
Es tentador limpiar una mancha del rostro de su hijo o cepillar la pelusa de su camisa. Pero para los niños sensibles al tacto, pueda que sea mejor hacérselos notar y dejar que ellos lo hagan.
Puede que necesite explicarlo cuando el niño es pequeño. Por ejemplo, “tienes chocolate en tu barbilla. La servilleta no lo limpió. ¿Es mejor que uses una servilleta húmeda para limpiarte”.
10. Experimente con diferentes alimentos
¿Su hijo se niega a comer ciertos alimentos? Puede ser la textura y no el sabor. Puede que usted no note diferencias en textura, pero su hijo sí. Hay niños a los que no les gusta la mantequilla de maní que es cremosa, pero les gusta la crujiente. También es posible que su hijo coma yogur (u otro alimento nuevo), pero solo tolere la textura y el sabor de una marca en particular.
11. Mantenga los alimentos separados
Su hijo podría enojarse si se mezclan diferentes texturas de alimentos. Pero eso no significa que tenga que prepararle una comida diferente. Considere comprar platos con divisiones para diferentes alimentos. También puede servirle los ingredientes de un guisado por separado. Por ejemplo, si está preparando un pastel de vegetales con puré de papas, aparte una porción de vegetales y de puré antes de mezclarlos para hacer el pastel.
12. No tire la toalla
La lucha con algunos niños hipersensibles a la hora de bañarse no es por limpiarse, sino por tener que secarse. La toalla de su hijo podría ser demasiado suave o demasiado áspera para su gusto. Considere llevarlo de compras para que pruebe diferentes tipos de toallas para bañarse y para la cara, y escoja las que no lo molesten.
13. Abastézcase de materiales de arte
¿Su hijo evita tocar cosas pegajosas, resbalosas o viscosas? No tiene que evitar los proyectos de arte. Súrtase de barras de pegamento grandes o adhesivo en lugar del pegamento líquido. También puede comprar rotuladores o envases con punta de esponja que se puedan exprimir, en lugar de usar pinceles o pintura para dedos.
Mientras tanto, si su hijo está trabajando con un terapeuta ocupacional, usted puede idear un plan para incluir materiales de arte tradicionales con los que su hijo todavía no se siente cómodo.
14. Permita cierto desorden
Algunos niños preferirán lo viscoso y pegajoso en lugar de evitarlo. Usted puede crear envases sensoriales para que su hijo juegue con ellos. Llene un envase plástico pequeño con cosas como arena, arroz, frijoles, crema de afeitar o agua, y añada juguetes pequeños. Esto puede ayudar a limitar el desorden al mismo tiempo que satisface las necesidades sensoriales de su hijo.
15. Provea objetos para manipular
Su hijo también puede manipular objetos. Proporciónele " (como una bola para el estrés o bola Koosh, plastilina o ligas elásticas). Los niños pueden llevar estos objetos en su bolsillo y así no tocará las cosas de otras personas.
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Acerca del autor

Acerca del autor
Amanda Morin es la autora de “The Everything Parent’s Guide to Special Education” y fue la directora de liderazgo intelectual en Understood. Ayudó a desarrollar Understood desde su inicio en calidad de experta y escritora.
Revisado por

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Bob Cunningham (EdM) es director ejecutivo del desarrollo del aprendizaje en Understood.