
Para muchas familias, la comida juega un papel importante durante las festividades. Esto puede ser problemático para los niños que son sensibles a los sabores, los olores y la textura de los alimentos.
Es posible que los niños que son sensibles a los alimentos no toleren esos platillos que los demás en la casa están ansiosos por saborear. También es posible que rechacen los alimentos que preparan otras personas. Estas complicaciones con las comidas pueden crear situaciones difíciles e incómodas durante las festividades.
No obstante, hay cosas que usted puede hacer para ayudar a su hijo a manejar estas situaciones y evitar enfrentamientos por la comida. Pruebe estas siete recomendaciones.
1. Establezca reglas y expectativas
Si usted espera que su hijo pruebe un pequeño bocado en señal de “agradecimiento”, hágaselo saber claramente. Si a usted eso no le parece importante, enséñele maneras educadas de decir no (incluso a usted). También sea claro en cuanto a los modales. Por ejemplo, hágale saber que no debe hacer comentarios negativos (“eso se ve asqueroso”) ni quejarse de la comida.
2. Elija sus discusiones
Las festividades pueden ser estresantes de muchas maneras para los niños que piensan y aprenden de manera diferente. Y los niños que tienen sensibilidades alimentarias pueden ser también sensibles a otras cosas. Reflexione sobre si las festividades son el momento adecuado para que su hijo empiece a probar nuevos alimentos o para insistir en que coma todo lo que le sirvan.
3. Hable sobre el menú con antelación
Si otra persona preparará la comida, hable sobre el menú con anticipación. Explique las sensibilidades de su hijo para que esa persona comprenda por qué podría rechazar ciertos alimentos. Deje claro que usted no está pidiendo un cambio de menú. Solo quiere que todos estén preparados, incluido su hijo.
4. Lleve su propia comida o prepare algo que le guste a su hijo
Si otra persona es el anfitrión, ofrezca llevar un acompañamiento que usted sabe que su hijo comerá. Prepárelo en cantidad suficiente si es lo único que su hijo comerá. También puede llevar en un recipiente la comida y bocadillos favoritos de su hijo. Hable con él previamente acerca de cuándo y dónde comer sus bocadillos.
5. Facilite que su hijo se sienta satisfecho
Si la comida será en su casa, seguramente incluyó en el menú alimentos que le gustan a su hijo. Pero la variedad de olores en una mesa llena de comida también puede ser molesto para él. Sirva bocadillos o aperitivos que le gusten a su hijo para que pueda abandonar la mesa con el estómago lleno, en caso de que la comida sea una experiencia abrumadora para él.
6. Permita que su hijo coma antes de salir
Si los alimentos nuevos generan ansiedad o el hambre pudiera causar una crisis, prevea esto con anticipación. Está bien si su hijo come en la casa antes de que vayan a comer a otro lugar. Tal vez quiera explicar al anfitrión en privado por qué su hijo no tiene hambre.
7. No se tome los comentarios de los demás de manera personal
No todos entenderán la sensibilidad a los alimentos de su hijo ni sus motivos para manejar las cosas de la manera en que lo hace. Pero trate de que los comentarios, consejos o falta de apoyo de otras personas no lo hagan dudar de usted mismo.
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