Qué hacer cuando el entrenador no es el mejor para sus hijos

De un vistazo

  • Los entrenadores deportivos necesitan saber que sus niños tienen dificultades de aprendizaje y de atención que podrían afectar sus rendimientos.

  • Las estrategias que funcionan en la escuela podrían también ayudar al entrenador de sus niñospara trabajar con ellos.

  • Trabajar con el entrenador de sus niños puede ayudar a que el deporte sea una experiencia positiva y valiosa para sus niños.

Hacer deportes puede ser una gran experiencia para los niños que piensan y aprenden de manera diferente. Los deportes pueden dar la oportunidad de triunfar, ser una buena manera de quemar energía excesiva y ayudar a los niños a trabajar en diferentes habilidades, desde autocontrol y concentrarse en la coordinación física. Además, seguramente será divertido.

Claro que si el entrenador no entiende a sus hijos o se comunica apenas con ellos, puede ser un problema. Esto puede empeorar, si llama la atención sobre los puntos débiles de sus hijos o es demasiado crítico. Aquí le mostramos algunas cosas que usted puede hacer si sus hijos y su entrenador no hacen un buen ajuste.

Explique las dificultades de sus hijos. El entrenador podría saber muy poco acerca de las dificultades de aprendizaje y de atención, o acerca de la manera en que éstas afectan mucho más que al aprendizaje. Incluso, si el entrenador tiene una idea básica acerca de las dificultades de aprendizaje, podría no entender la amplia gama de síntomas potenciales. Por eso, explicarle al entrenador la situación de sus hijos podría ayudar a que adapte su manera de entrenar a sus hijos.

Dele detalles. Más que el nombre de las dificultades de sus hijos, el entrenador necesita saber cómo esas dificultades afectan sus maneras de participar en las actividades. Así que después de decirle, “Mi niño tiene ,” por ejemplo, continúe dándole los detalles acerca de lo que el entrenador puede llegar a ver en su niño. “Mi niño entiende las reglas del juego, pero podría olvidarlas en algún momento que esté muy excitado por el juego”.

Comparta estrategias que han funcionado antes. El entrenador de sus hijo podría querer ayudar, pero quizás no sepa cómo. Entonces es útil que comparta las estrategias que funcionan en la escuela, en el hogar o en otras actividades. Por ejemplo, usted podría decir que debido a las dificultades de comprensión oral de su niña, la maestra acostumbra a escribir las instrucciones para ella. Luego, pregúntele si podría darle notas que pudiera ella utilizar para practicar en su hogar.

Sea clara acerca del problema. El entrenador necesita entender qué es lo que inquieta ya sea a usted o a sus hijos. Sea honesta, pero trate de mantener la conversación de un modo calmo y educado. Tenga en mente ejemplos concretos, acerca de lo que le molesta. Por ejemplo, en vez de decir “a mi hijo no le gusta que lo griten”, pruebe algo así como, “mi hijo se inquieta cuando usted grita porque él no sabe si hizo algo mal”. Esto permite que siga la conversación. Algunos entrenadores, podrían no darse cuenta de lo que están haciendo es perjudicial para sus hijos, ni tampoco tengan la intención de señalar a sus hijos.

Escuche lo que el entrenador tiene que decir. La maestra podría estar concentrada en ayudar a sus hijos a que tengan éxito individualmente, pero el entrenador tiene una responsabilidad con el equipo. Si su niño o su niña están siendo muy agresivos o no están siguiendo las reglas, el entrenador podría estar muy molesto. Es conveniente estar abierto a escuchar lo que el entrenador tiene para decir, y entender cómo las conductas de sus hijos podrían afectar al equipo. Esto le permite a usted que trabaje con sus hijos sobre diferentes estrategias.

Es posible que a pesar de sus esfuerzos, el entrenador no esté dispuesto o no sea capaz de cambiar su manera de manejarse con sus hijos. En ese caso, usted podría hablar con un administrador en el programa deportivo. Quizás esa persona puede hablar con el entrenador o cambiar a sus hijos a otro equipo donde pudiera sentirse mejor.

Usted podría también pensar acerca de si ese es el mejor deporte para sus hijos. Hable acerca de esto con sus hijos, y quizás descubra que ellos estuvieron pensando en cambiar de deportes, también. Después de todo, usted quiere que su niño o su niña tengan la mejor experiencia posible en cada actividad que hagan.

Puntos clave

  • Asegúrese de considerar si el deporte en sí mismo es el mejor para su hijo y si es la clase de deporte que puede disfrutar.

  • Esté preparada para escuchar lo que el entrenador tiene para decir, es decir, su lado de la historia.

  • Recuerde que la principal responsabilidad del entrenador es el equipo.

Acerca del autor

Acerca del autor

Erica Patino es una escritora y editora en la Internet que se especializa en temas de salud y bienestar.

Revisado por

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Elizabeth Harstad (MD, MPH) es pediatra del desarrollo conductual en Boston Children’s Hospital.

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