¿Por qué mi hijo quiere que lo mimen?

Mi hijo está en el tercer grado y de repente quiere que lo mimen. Actúa como si tuviera 3 años. ¿Por qué está pasando esto?

Los niños vuelven a actuar como cuando eran pequeños por diversos motivos. Uno muy común es el estrés. Es frecuente que busquen atención en respuesta a situaciones estresantes.

Por ejemplo, cambios en el entorno pueden causar mucho estrés: una muerte en la familia, un divorcio, una mudanza e incluso el nacimiento de un hermano.

El estrés es causado por situaciones que hacen sentir temor, enojo, tristeza o inseguridad en los niños. Y no siempre nos damos cuenta de lo que está ocurriendo. Podría deberse al acoso o a que está siendo excluido por otros niños. Tal vez algo no va bien en la escuela.

Tercer grado puede ser un año muy estresante. Las exigencias académicas aumentan y se espera que los estudiantes sean más independientes. Básicamente, ya no son considerados “niños pequeños”, y la presión de ser un “niño grande” puede conducir a que busquen atención.

Su hijo puede que aún no sea capaz de hablar de sus sentimientos o de lo que está sucediendo. Al actuar de forma aniñada, está pidiendo su atención y ayuda. Comprender qué está causando ese comportamiento puede ayudarlos a superar esta fase juntos.

Intente conversar con su hijo de lo que está pasando en su vida, en la casa, en el vecindario y en la escuela. Los niños puede que no quieran hablar, así que hágalo con cariño y sin criticarlo.

Si su hijo puede expresar sus preocupaciones, dígale que lo entiende y lo apoya. Es importante que los niños sepan que está bien sentirse como se sienten. Preguntarles qué les gustaría que usted hiciera para ayudarlos los hará sentirse mejor.

También puede contar a su hijo una historia (incluso una inventada) sobre algo que lo estrese y lo que usted hizo para sentirse mejor. Saber que no son los únicos que tienen estos sentimientos facilitará la comunicación entre ustedes.

Es bueno que su hijo acuda a usted cuando necesita ayuda, incluso si no lo expresa en palabras. Todos los niños necesitan que los mimen de vez en cuando. Trate de dedicar un poco de tiempo todos los días a leer juntos, jugar o acurrucarse en silencio.

Acerca del autor

Acerca del autor

Rayma Griffin (MA, MEd) ha dedicado 40 años de su vida profesional defendiendo los derechos de los niños que piensan y aprenden de manera diferente, tanto en el aula como en su rol de educadora.

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