Por qué mi hijo mantuvo en secreto en la universidad que usaba medicación para el TDAH

Muchas cosas me causaban temor el verano antes de que mi hijo con TDAH se fuera a la universidad. Pero mi miedo más grande era que se fuera a vivir a un dormitorio universitario con su medicamento para el TDAH. Estaba convencida de que el campus universitario era el peor lugar para un adolescente con una receta para una sustancia controlada.

Enfrenté mi temor siendo proactiva. Mi hijo y yo tenemos una relación excelente, así que empecé a hablar con él lo más pronto posible. Juntos imaginamos diferentes situaciones relacionadas con su medicamento para el TDAH que podrían ocurrir en la universidad.

¿Qué haría si su compañero de habitación viera el medicamento? ¿Qué pasaría si alguien le ofrecía una bebida alcohólica después de haber tomado el medicamento? ¿Qué tal si un estudiante le pedía algunas pastillas para que lo ayudaran a estudiar?

Después de mucho discutirlo, decidimos que la mejor estrategia era mantener en secreto que usaba medicación. Solamente se lo diría al personal del centro de salud de la universidad.

No tomamos esta decisión con ligereza. Nunca nos hemos avergonzado de que nuestro hijo tenga TDAH, ni nos hemos disculpado por el hecho de que esté bajo medicación. Mi hijo es una de esas personas que respondieron positivamente casi de inmediato después de empezar a tomar el medicamento, y nunca nos hemos arrepentido de la decisión que tomamos.

Pero sentimos que en la universidad debía ser diferente. Había escuchado historias acerca de estudiantes universitarios que estaban tan enfocados en sus estudios que obtenían ilegalmente medicamento para el TDAH a través de sus compañeros, todo con el fin de obtener un mejor GPA.

Pensar en esto me preocupaba porque mi hijo es generoso y una buena persona. Me preocupaba que le costara mucho decir “no”, especialmente al principio cuando estuviera empezando a hacer amigos y a conocer personas. Me inquietaba que la tentación de hacer feliz a alguien superara la incomodidad de dejar de tomar su medicamento por algunos días. Y me preocupaba que quisiera “ayudar a un amigo” y se metiera en problemas por proveer drogas estimulantes.

Mi hijo estuvo de acuerdo conmigo. No quería ponerse en la situación de ser el joven con medicamento para el TDAH en el dormitorio de los estudiantes de nuevo ingreso. No quería tener la presión de personas pidiéndole que les diera una pastilla.

Por lo tanto, hicimos un plan juntos:

  • No ocultaría que tiene TDAH si le preguntaban, pero no le diría a nadie (excepto al servicio de salud de la universidad) que tenía una prescripción para el TDAH.

  • Guardaría el frasco de pastillas en un cajón seguro dentro de su dormitorio.

  • Utilizaría un organizador semanal de la medicación que también mantendría en privado.

  • Todas las semanas contaría las pastillas que le quedaban.

  • Llevaría su pastilla de cada día al baño común cuando se cepillara los dientes. De esa manera, el frasco de pastillas siempre estaría en el cajón.

Hubo ocasiones en que tuvo que hablar con sus profesores acerca de las adaptaciones para su TDAH, como tiempo adicional en los exámenes. Pero no necesitó decir nada acerca del medicamento. Los profesores únicamente corroboraron con el servicio de salud de la universidad el estatus de su TDAH y después aprobaron las adaptaciones.

Antes de que se fuera a la universidad, nos preguntamos si este plan secreto era extremo. Sin embargo, cuando mi hijo regresó a casa durante las vacaciones, me confirmó que algunos estudiantes del campus estaban dispuestos a dar una pastilla a un amigo o venderla a un desconocido. A él nunca le pidieron, porque nadie sabía que tenía el medicamento.

Mi hijo ya no vive en un dormitorio de estudiantes de nuevo ingreso en la universidad. De hecho, se graduará pronto. No hay duda de que nuestro plan funcionó. Le evitó tener que enfrentar muchas dificultades y situaciones incómodas. Y le permitió enfocarse en tener una buena experiencia en la universidad.

Lea acerca de un estudio reciente acerca de la medicación para el TDAH y el abuso de drogas. Averigüe a quién puede contactar su hijo en la universidad para recibir ayuda ante problemas comunes. Y conozca las ventajas y desventajas de revelar las diferencias en la manera de pensar y aprender en la universidad.

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