TDAH y agresividad

Muchos niños con TDAH se enojan fácilmente. Sienten las emociones con intensidad y puede que tengan dificultad para controlarlas.

Los niños con TDAH tienden a tener arranques de rabia con más frecuencia que otros niños de su edad. La mayoría de las veces esas rabietas no representan una amenaza. Puede que griten o den portazos. Sin embargo, a veces pierden el control y se vuelven agresivos.

Cuando los niños son agresivos físicamente pueden patear o golpear a otros niños, o incluso a adultos. No tienen la intención de lastimar a los demás, y a menudo se sienten avergonzados después. Pero carecen de autocontrol para detenerse en el momento.

Por ejemplo, un niño de primer grado que quiere el juguete que tiene otro niño podría pegarle para obtenerlo. Un niño de cuarto grado podría empujar a un compañero de clase que se metió en la fila para recibir una porción de pizza a la hora del almuerzo.

En algunos niños con TDAH puede haber otros factores involucrados en el comportamiento agresivo. Estos incluyen estrés, acoso escolar, problemas de aprendizaje y de salud mental. La falta de sueño y el hambre también pueden contribuir.

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