¿Debería dejar de supervisar las tareas de mi adolescente?

Mi hijo está en décimo grado y siempre ha sido un problema asegurarme que hizo la tarea. Siento que estoy fastidiándolo constantemente. ¿Sería mejor que dejara de supervisar su tarea y que enfrente las consecuencias en la escuela? ¿Cuál es la mejor manera de vigilar lo que está haciendo sin hacerlo sentir como un niño pequeño?

Aunque es una situación muy común, no existe una respuesta única para todas las situaciones. Quizás la mejor manera de abordar esta pregunta sería preguntándose si su hijo dispone de la ayuda necesaria para hacer la tarea independientemente.

Muchos jóvenes que piensan y aprenden de manera diferente evitan hacer la tarea porque es muy difícil y refuerza su baja autoestima. También es común que les cueste trabajo comenzar una tarea o idear un plan para completarla.

En cualquier caso, comunicarse con la escuela es muy importante. ¿Podrían los maestros dar sugerencias a su hijo sobre cómo iniciar o finalizar su tarea escolar? Si recibe más ayuda en la escuela permitirá que usted actúe más como una persona que lo anima que como policía.

Hay algunos cambios que usted puede implementar en la casa para que hacer la tarea sea menos problemática. Si su hijo tiene dificultades de atención, puede que tenga que hacer un esfuerzo inmenso en la escuela por permanecer concentrado. Tener tiempo para relajarse o hacer ejercicio antes de comenzar la tarea escolar puede ser beneficioso.

Anímelo a incluir pausas durante las tareas para descansar y moverse. Eso puede ayudarlo a recargar las baterías y facilitar que se concentre y se siente de nuevo.

Crear un lugar para las tareas en la casa puede ayudarlo a evitar distracciones. El área de trabajo debe estar alejada de los hermanos, mascotas, televisión y mensajes de texto.

Dividir las tareas en partes puede ayudarlo a ver que cada parte tiene un comienzo, una mitad y un final. Esto puede reducir su frustración y también motivarlo a seguir haciéndola.

Además, tenga en cuenta que en décimo grado los estudiantes comienzan a pensar qué van a hacer cuando terminen bachillerato: ir a la universidad o buscar empleo. Hágale ver la relación existente entre esas metas a largo plazo y la importancia de hacer la tarea diaria.

Hay otras maneras en las que usted puede ayudar. Quizás la más importante sea hablar en la escuela y entender qué tipo de asistencia ofrecen para hacer la tarea. Ayude a que su hijo entienda esas opciones como apoyos positivos en lugar de consecuencias negativas. Asegúrese de elogiarlo por cualquier progreso que haga.

Finalmente, si su hijo no obtiene suficiente apoyo en la escuela, considere buscar un tutor. Esto podría ayudarlo a desarrollar estrategias, como por ejemplo para comenzar sus tareas. Pregunte a sus maestros qué opinan y qué sugieren para mejorar su rendimiento escolar.

Evite criticar a los maestros. En lugar de eso pregúnteles cómo puede colaborar con lo que ellos están haciendo. Coménteles las estrategias que funcionan en la casa. Una buena comunicación con la escuela y con su hijo hará que los años de bachillerato se desenvuelvan con menos dificultades para todos.

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