
Los estudiantes que tienen disgrafía pueden tener problemas con la escritura a mano, la mecanografía y la ortografía. ¿Qué adaptaciones en el salón de clases pueden ayudar a estos estudiantes? Estas son algunas maneras en que los maestros pueden facilitar todos los aspectos de la escritura.
Materiales y rutinas en el aula
- Facilitar sujetadores de lápiz o diferentes tipos de lápices y bolígrafos para averiguar cuál funciona mejor para el estudiante.
- Entregar impresos para que tenga que copiar menos del pizarrón.
- Proporcionar copias impresas de notas de la lección o resúmenes para ayudar al estudiante a tomar apuntes.
- Dar más tiempo para hacer anotaciones y copiar el material.
- Permitir que el estudiante use una grabadora o una laptop en clase.
- Ofrecer papel de diferentes colores o con líneas resaltadas para ayudar a trazar las letras en el espacio correcto.
- Entregar papel cuadriculado (o con rayas y usarlo de lado) para alinear los problemas de matemáticas.
Dar instrucciones
- Entregar las tareas asignadas en papel con el nombre, la fecha, el título, etc., ya completados.
- Proporcionar la información necesaria para empezar antes los proyectos de escritura.
- Ayudar al estudiante a dividir en pasos las tareas escritas.
- Entregar indicaciones y explicar cómo se calificará cada paso.
- Mostrar ejemplos de tareas terminadas.
- Ofrecer alternativas a las respuestas escritas, como poder responder de manera oral.
Completar exámenes y proyectos
- Adaptar los formatos de los exámenes para disminuir la escritura a mano. Por ejemplo, usar preguntas en las que haya que responder completando un espacio en blanco o encerrando la respuesta en un círculo.
- Calificar en base a lo que sabe el estudiante, no su escritura a mano o su ortografía.
- Que alguien escriba por el estudiante o permitir el uso de texto-a-voz para que el estudiante dicte las respuestas de las pruebas y las tareas escritas.
- Permitir que el estudiante escoja entre letra cursiva o de molde (letra de imprenta) para las respuestas escritas.
- Permitir que alguien “revise” para corregir errores.
- Proporcionar más tiempo para terminar los exámenes.
- Facilitar un lugar tranquilo para los exámenes en caso de que fuera necesario.
Qué sigue:
¿Tiene un estudiante que tiene problemas con la escritura? Averigüe cuáles son las diferencias entre la disgrafía y el trastorno de la expresión escrita.
¿Su hijo tiene dificultad para escribir a mano? Explore recomendaciones fáciles y efectivas para practicar en la casa.
Díganos qué le interesa
Acerca del autor

Acerca del autor
Amanda Morin es la autora de “The Everything Parent’s Guide to Special Education” y fue la directora de liderazgo intelectual en Understood. Ayudó a desarrollar Understood desde su inicio en calidad de experta y escritora.
Revisado por

Revisado por
Whitney Hollins es maestra de educación especial y profesora adjunta en Hunter College.