Obtener un IEP para su hijo pequeño

Nunca es demasiado temprano para obtener ayuda para un niño que tiene un retraso en el desarrollo o que piensa o aprende de manera diferente. Su hijo debe tener al menos 3 años de edad para calificar para un IEP. Pero incluso antes de esa edad, su hijo puede ser elegible para recibir servicios de educación especial.

Qué hacer si su hijo tiene menos de 3 años

Desde la infancia hasta los 3 años, los niños pueden recibir ayuda a través de los servicios de intervención temprana. La Ley para la Educación de Individuos con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés) es una ley federal que exige que todos los estados provean intervención temprana. No es necesario ser referido a estos servicios. Usted puede solicitar una evaluación gratuita al programa de servicios de intervención temprana de su estado de residencia.

Si se determina que su hijo tiene una discapacidad o un retraso en el desarrollo severo, le ofrecerán servicios como terapia del habla o terapia ocupacional en su hogar sin costo alguno.

Si su hijo es elegible para estos servicios, usted y un equipo de educadores desarrollarán un Plan de Servicio Familiar Individualizado (IFSP, por sus siglas en inglés). Se trata de un documento legal que especifica cuáles son los servicios y apoyos que el estado le proporcionará a su hijo.

Qué hacer si su hijo tiene entre 3 y 5 años

IDEA garantiza que los preescolares entre las edades de 3 a 5 años que califiquen, puedan obtener un Programa de Educación Individualizado (IEP) y servicios de educación especial a través del sistema de educación pública. Al igual que el IFSP, el IEP también es un documento legal. Allí se detallan los servicios y las adaptaciones que el distrito escolar proveerá para satisfacer las necesidades de su hijo.

Si su hijo califica para un IEP, probablemente se le ofrecerá un puesto gratuito en un preescolar administrado por el distrito.

A continuación, cómo puede intentar obtener un IEP para un niño entre 3 y 5 años de edad:

• Observe, escuche y enumere sus preocupaciones: Observe a su hijo y haga una lista de las conductas u otras cosas que le hagan preguntarse si pudiera tener una diferencia en la manera de pensar o aprender. Esa lista lo ayudará a presentar sus inquietudes a personas que podrían ayudar.

• Hable con el pediatra y/o el maestro de preescolar: Comparta sus observaciones y preocupaciones con el médico y los maestros de su hijo (en caso de que su hijo asista a un preescolar o guardería). Pregúnteles si lo que observan es típico en niños de esa edad. Ellos pueden decirle si su hijo se está desarrollando a un ritmo adecuado.

• Obtenga una referencia para evaluación: Si el doctor o los maestros comparten sus inquietudes, puede solicitarles que lo refieran al Programa Child Find de su estado. Este programa ofrece evaluaciones y chequeos gratuitos para niños que muestran señales de algún retraso en el desarrollo o diferencias de aprendizaje. Usted también puede enviar una carta al director de educación especial del distrito escolar solicitando una evaluación gratuita.

Su solicitud para una evaluación podría ser rechazada. Por eso es muy importante que describa detalladamente el porqué de sus preocupaciones. Tal vez quiera incluir también copias de exámenes o notas médicas que respalden sus inquietudes.

Después de que se le haya realizado una evaluación completa, su hijo calificará para un IEP si reúne los siguientes criterios:

• Tiene al menos 3 años de edad.

• La evaluación mostró que tiene una discapacidad o un retraso que es amparado por IDEA.

• Necesita servicios de educación especial para abordar esos problemas antes que comience kínder.

Qué pasa si su hijo está en kínder o en primaria

El proceso para obtener un IEP para un niño en primaria es semejante al proceso para un niño en preescolar. Sin importar si su hijo asiste a una escuela pública o privada, o si recibe educación en la casa, usted puede solicitar una evaluación contactando a su distrito escolar local.

No es recomendable esperar. Obtener respuestas lo antes posible puede ayudar a que su hijo no se atrase. Además usted lo entenderá mejor y facilitará encontrar estrategias, como la tecnología de asistencia y otras adaptaciones, que su hijo necesite para progresar.