¿Por qué los pediatras quieren saber cómo le va a su hijo en la escuela?

Es importante hablar con el pediatra si su hijo está teniendo dificultades en la escuela. Los pediatras pueden desempeñar un papel fundamental en determinar qué está causando los desafíos de su hijo. También pueden ayudar a decidir qué apoyo necesita.

Las pediatras Jennifer Zubler y Myriam Peralta, ambas certificadas por American Academy of Pediatrics (Fellow of the American Academy of Pediatrics o FAAP), explican por qué los pediatras quieren saber cómo van las cosas en la escuela y cómo pueden ayudar. Conozca sus respuestas conjuntas a continuación.

¿De qué manera las ayuda saber cómo le va a un niño en la escuela? ¿Cómo pueden ayudar ustedes los pediatras a los niños que tienen dificultades en la escuela? 

Los niños están creciendo y desarrollándose, y no solo físicamente. Gran parte del bienestar de un niño tiene que ver con su desempeño social, emocional y académico. 

¿Cuál es su principal preocupación?

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Los pediatras son aliados valiosos de las familias cuando se trata del aprendizaje y el desarrollo. Podemos ayudar a identificar las áreas en las que un niño necesita más apoyo. También podemos ayudar a descubrir qué otra cosa podría estar contribuyendo a sus dificultades o sucediendo al mismo tiempo. Y podemos apoyar la intervención médica o escolar cuando sea necesario. 

Los pediatras trabajan en estrecha colaboración con las escuelas y los especialistas pediátricos para determinar por qué un niño tiene dificultades y desarrollar un plan que aborde sus necesidades. Abogamos para que el niño y su familia reciban el mejor apoyo. 

¿Qué tipo de problemas escolares quieren que las familias consulten con ustedes?

Los pediatras quieren que las familias y los niños sepan que pueden hablar con ellos de cualquier preocupación que tengan. Eso incluye problemas de comportamiento, con las amistades y relacionados con la salud mental. De hecho, los pediatras esperamos tener esas conversaciones.

En las visitas de rutina los niños y las familias pueden comunicar cualquier inquietud y pregunta que tengan. Sin embargo, usted puede programar una cita aparte si surgen nuevas inquietudes. No tiene que esperar al siguiente chequeo.

Cuando los pediatras no pueden ayudar, suelen referir a las familias a especialistas que sí puedan hacerlo. Pero el pediatra de su hijo querrá mantenerse informado sobre cómo le va a su hijo con su desafío.

¿Ustedes prefieren hablar con los padres/cuidadores aparte o con el niño presente? ¿La edad es un factor?

Los pediatras tienen la capacidad de hablar con los niños de una manera acorde con su edad. En general, es mejor que los niños participen en la conversación. Esto ayuda a abordar cualquier estigma que pueda haber en torno al tema. 

Suele ser reconfortante para los niños saber que su médico entiende y los ayudará a encontrar soluciones. Involucrarlos en las conversaciones y en la toma de decisiones ayuda a desarrollar una relación de confianza con su médico. También puede facilitar que acepten las intervenciones y tratamientos.

Es importante que los niños se sientan cómodos al hablar con su médico. Necesitan poder hacer preguntas y expresar sus ideas. Por eso, en las visitas de preadolescentes y adolescentes se les suele pedir a los padres que no estén presentes durante algunas partes de la conversación. 

Si usted necesita informar al médico de un asunto en privado, llame a su consultorio antes de la cita y hágaselo saber a su asistente. Usted y el médico pueden colaborar para encontrar la mejor manera de incluir al niño en la conversación.

¿Qué suele pasar cuando los padres/cuidadores le dicen al pediatra que las cosas no van bien en la escuela?

Usualmente los pediatras preguntan a los niños cómo van las cosas en la escuela: qué les gusta, en qué les va bien y con qué tienen dificultades. También el pediatra puede pedir a los padres que expresen su opinión, y compartan cualquier información proporcionada por la escuela. Esto puede incluir evaluaciones escolares, notas del maestro, boletas de calificaciones y ejemplos de tareas. 

Basándose en esta información y en la inquietud en sí, el pediatra recomendará qué pasos seguir. Estos pasos pueden ser para el pediatra, la familia, la escuela o para los tres. Tenga en cuenta que determinar la causa de los problemas escolares y la manera de ayudar a su hijo puede requerir tiempo y visitas adicionales. 

Un paso puede ser que su hijo sea evaluado por la escuela o por un especialista. El pediatra le informará en qué consiste. El pediatra también podría programar una conversación de seguimiento para hablar sobre información nueva, el progreso que ha habido u otras recomendaciones.

Muchas familias viven situaciones que causan preocupación a los niños. ¿Qué deberían comunicarles las familias sobre la ansiedad de sus hijos? ¿De qué manera esa información puede ayudar a los pediatras a abordar los problemas del niño en la escuela?

Una situación estresante puede dificultar que los niños mantengan contacto con las personas y sigan las rutinas que los ayudan a sentirse seguros. A veces el estrés afecta actividades cotidianas como la escuela. Esto puede significar que los niños están experimentando ansiedad o excesiva preocupación.

Hable con el médico de su hijo si el niño está teniendo:

  • Dificultad para dormir

  • Problemas para concentrarse

  • Temores y preocupaciones por cosas cotidianas 

  • Temor a salir de la casa o a ir a la escuela  

  • Miedo a separarse de un ser querido  

  • Quejas físicas como dolores de cabeza y estomacales

También mencione cualquier preocupación relacionada con la escuela o dificultades con las relaciones familiares, los compañeros o los amigos. 

Así como la ansiedad puede afectar el desempeño escolar, los problemas en la escuela pueden a su vez causar ansiedad. Estar informado de cualquier manifestación de ansiedad y dificultad en la escuela puede ayudar al pediatra a determinar la mejor manera de abordar las necesidades de su hijo.


Siga estos pasos para colaborar con el pediatra cuando su hijo está teniendo dificultades.

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