Cómo desarrollar resiliencia en los niños

Niña colgada sobre una barra en el parque de juegos.

De un vistazo

  • La resiliencia ayuda a los niños a enfrentar los desafíos.

  • No se trata solo de recuperarse.

  • La resiliencia se puede enseñar.

Cada vez que un niño enfrenta un contratiempo o vive momentos difíciles, esperamos que sean resilientes y se “recuperen” rápidamente. Nos preocupan sus calificaciones, su comportamiento y su bienestar mental. Y nos preguntamos si sus desafíos lo afectarán a largo plazo.  

La buena noticia es que la resiliencia se puede enseñar, tanto en la casa como en la escuela. Esto es lo que usted debería saber sobre cómo desarrollar la resiliencia en los niños.

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia es la capacidad de superar los percances habiendo obtenido algo positivo. Se trata de afrontar la adversidad y salir fortalecido.

Pero las personas a menudo la entienden de forma equivocada. Relacionan la resiliencia con los resultados: Recuperarse, volver a la normalidad, o sobrellevar las situaciones difíciles.

Los niños son resilientes cuando aprenden de los contratiempos y siguen adelante. No necesitan “triunfar” ni alcanzar una meta. Tampoco necesitan ser fuertes ni optimistas.

Detectar señales de resiliencia puede ser difícil, especialmente si usted se enfoca en una medida concreta, como las calificaciones. Señales de resiliencia son que los niños se fijen nuevas metas y que pidan ayuda con un problema.

Cómo ayudar a los niños a desarrollar resiliencia

Algunos niños son por naturaleza más resilientes que otros. Sin embargo, la resiliencia es una capacidad que se puede enseñar en la casa y en la escuela. Estas son algunas maneras de ayudar a los niños a afrontar la adversidad y desarrollar resiliencia:

Reconozca sus sentimientos. Lidiar con dificultades o desilusiones no es grato. Decir a los niños que no es tan malo como parece o que no deberían sentirse mal no los hace más fuertes ni los ayuda a sobrellevar la situación. Es mejor ayudarlos a reconocer y hablar de sus sentimientos, incluso los negativos. Conocerse a sí mismo es una parte importante de la resiliencia. 

Hable abiertamente de sus fortalezas. Puede que sea difícil ver los desafíos del pasado si nos fue mal o nos costó hacer algo. Ayude a los niños a ver y entender sus fortalezas, sin exagerar. Señale cómo esas fortalezas los han ayudado en situaciones difíciles. 

Ofrezca apoyo pero no intervenga. Los niños resilientes se sobreponen y vuelven a intentarlo. Buscan soluciones. Propicie ese comportamiento ofreciendo ayuda, pero sin intervenir para arreglar las cosas. Evitar los desafíos no desarrolla resiliencia, pero solucionarlos sí.

Hable de las lecciones aprendidas. Los niños que piensan y aprenden de manera diferente a menudo necesitan practicar el encontrar enseñanzas de las situaciones. Hablen de lo que les resultó difícil y cómo intentaron manejarlo. Ayúdelos a ver qué pueden aprovechar de ese reto para mejorar la próxima vez. 

Anímelos a pedir ayuda. Los niños necesitan saber que tener dificultades o equivocarse no es un signo de debilidad, y que pedir ayuda es una fortaleza. Pregúnteles qué necesitan para superar una situación o para mejorar en algo. Discutan quién podría ayudar, en caso de que no pueda ser usted. 

Ayúdelos a ver que las cosas pueden mejorar. Creer que las cosas pueden mejorar con esfuerzo y que no estamos atrapados en el lugar en el que estamos juega un papel importante en la resiliencia. Esta manera de pensar se puede enseñar. Descargue actividades para practicar esta habilidad.

Enfrentar contratiempos y desafíos puede afectar la autoestima de los niños. Conozca qué hacer cuando los niños dicen cosas negativas de si mismos.

Lea sobre las fortalezas que nacen de los desafíos.

Puntos clave

  • La resiliencia implica aprender de los contratiempos.

  • Entender sus fortalezas ayuda a los niños a desarrollar resiliencia.

  • Ayude a los niños a superar los desafíos, en lugar de intervenir para arreglar las cosas.

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