Consejos prácticos cuando los niños hablan mal de sí
Consejo práctico 1
No desestime las preocupaciones de los niños.
No desestime las preocupaciones de los niños.
Si un niño dice “soy tonto”, no haga caso omiso respondiendo de inmediato: “No, no lo eres”. Haga preguntas que lo ayuden a entender por qué los niños dicen cosas negativas acerca de ellos.
Consejo práctico 2
Señale los patrones de pensamiento negativo.
Señale los patrones de pensamiento negativo.
Ayude a los niños a reconocer patrones de pensamiento negativo. Por ejemplo, hágales ver cuando magnifican un evento pequeño haciéndolo parecer como si fuera un gran problema. Este es un buen primer paso para reducir las preocupaciones excesivas.
Consejo práctico 3
Reemplace los pensamientos negativos con positivos.
Reemplace los pensamientos negativos con positivos.
Ayude a los niños a desechar pensamientos negativos a través de la repetición de frases o mantras afirmativos como: “Esto es difícil, y yo he hecho cosas difíciles anteriormente”. “Me siento frustrado y puedo calmarme”. “Puedo hacerlo, y puedo pedir ayuda si la necesito”. “Soy fuerte”.
Consejo práctico 4
Sea un ejemplo a seguir.
Sea un ejemplo a seguir.
Preste atención a sus propias "trampas mentales" y corríjase en frente de los niños. Utilice esos momentos para mostrarles cómo reconocer los pensamientos distorsionados y reemplazarlos con otros que sean positivos.
Consejo práctico 5
Dé elogios que sean sinceros y específicos.
Dé elogios que sean sinceros y específicos.
Reconozca el esfuerzo de los niños. Felicítelos cuando completen diferentes partes de un proyecto, y pregúnteles qué podrían probar la próxima vez para alcanzar su objetivo. Ese es el tipo de elogios que desarrollan la autoestima.
"Soy tonto". "Nadie me quiere". "Nunca seré bueno en esto". ¿Por qué los niños dicen cosas negativas sobre ellos? La mayoría de los niños (y adultos) hacen comentarios negativos de sí mismos ocasionalmente.
A veces quieren desahogarse o hacer una broma. También puede ser una manera de relacionarse con otras personas. Si se trata de un comentario aislado, generalmente no hay de qué preocuparse.
Sin embargo, algunos niños dicen cosas negativas acerca de ellos una y otra vez. Esto es común en niños que tienen dificultades en la escuela o que experimentan más contratiempos que otros niños. Cuando ocurre algo malo o decepcionante, es posible que lo generalicen a todas las facetas de su vida.
Por ejemplo, un estudiante de primaria que se equivoca al hacer una resta podría decir: “Nunca hago nada bien”. En el caso de adolescentes, hasta el más mínimo comentario o percance social podría parecerles el fin del mundo o una crítica de sus capacidades.
Si los niños se dicen constantemente cosas negativas, usted puede ayudarlos a reconocer estos patrones de pensamiento o “trampas de la mente”. Identificar estos patrones puede ser el primer paso para ayudar a los niños a dejar de preocuparse tanto y a no ser tan duros con ellos mismos.
Profundice
Es común que los niños que piensan y aprenden de manera diferente se queden atascados en patrones de pensamiento negativo. Identificar estos patrones puede ayudarlos a empezar a cambiar su actitud.
Estos son algunos patrones de pensamiento negativo comunes en niños:
Magnificar: Esperar que un evento insignificante se convierta en una gran catástrofe. (Este tipo de pensamiento se conoce como catastrofismo). Por ejemplo: “Me hice una pequeña herida en el pie. ¿Tendré tétanos? ¿Me voy a morir?”.
Minimizar: Restar importancia a algo positivo para que no cambie la opinión negativa que uno tiene sobre sí mismo. Por ejemplo: “La maestra solo me dio una buena calificación porque siente lástima por mí”.
Leer la mente: Asumir que uno sabe lo que el otro está pensando. Por ejemplo: “Ella no vendrá a mi fiesta de cumpleaños. Estoy seguro de que me odia”.
Afirmaciones con "debería": Exigirse estándares irracionales. Por ejemplo: “Debería haber sabido que nadie se reiría de mi broma”.
Todo o nada/Blanco o negro: Pensar en extremos, generalizar, como considerar que un resultado es todo bueno o todo malo. Por ejemplo: “Si me va mal en este examen, soy un total fracaso”. (A veces se llama a esto pensamiento polarizado o dicotómico).
El diálogo interno negativo puede ser señal de estrés o ansiedad. Conozca cómo el estrés crónico puede causar ansiedad en niños que tienen dificultades en la escuela.
En ocasiones se puede identificar con claridad un patrón cuando los niños dicen cosas malas o negativas sobre ellos. Si un niño repite “soy tan tonto” cada vez que está haciendo la tarea de matemáticas, puede ser que algo esté ocurriendo con las matemáticas o con las tareas en general.
Otras veces, no es tan claro. Si un niño se dice así mismo cosas negativas después de la escuela, podría estar relacionado con la escuela. O podría tener relación con algo que alguien dijo en las redes sociales al final de la jornada escolar.
Estas son preguntas que pueden ayudarlo a reconocer patrones:
“Tengo curiosidad: ¿Por qué dices eso sobre ti?”.
“¿Pasó algo hoy en la escuela que te hizo tener pensamientos negativos?”.
“¿Conoces a alguien que se sienta igual que tú?”.
“¿Qué tendría que cambiar sobre ese asunto para que te sintieras diferente?”.
Los niños que se dicen constantemente cosas negativas a sí mismos, puede que se sientan frustrados o ansiosos por algo específico, incluso si los comentarios parecen vagos. Hablar con ellos y tomar notas de lo que usted está observando o escuchando puede ayudarlo a descubrir cuál puede ser la causa de los comentarios negativos, y cómo ayudar.