El poder de la motivación en niños que piensan y aprenden diferente

Los niños que piensan y aprenden de manera diferente necesitan estar motivados para seguir esforzándose. Pero no siempre es fácil de lograr. Conozca qué mantiene motivados a los niños a pesar de los obstaculos y contratiempos.

Imagine recibir comentarios constantemente de que no está haciendo bien algo. O que cuando usted da todo de sí sigue siendo insuficiente. ¿Qué efecto podría tener en su autoestima? ¿Y qué podría motivarlo a seguir esforzándose por mejorar?

Esto es difícil de lograr para muchos niños que piensan y aprenden de manera diferente. Es posible que con regularidad tengan experiencias negativas que los hagan sentir derrotados. Y sin motivación, no le encontrarán sentido a seguir intentándolo.

Pero esto no les sucede a todos los niños aunque tengan dificultades. Logran seguir adelante con el propósito de mejorar sus habilidades y descubrir sus fortalezas.

Averigüe qué puede motivar a los niños a seguir esforzándose, incluso cuando las cosas son difíciles o no salen bien.

¿Qué es la motivación?

La motivación es el impulso que sustenta una acción. Suele implicar algún tipo de recompensa. Las mayores recompensas en el caso de los niños que enfrentan obstáculos suelen ser los comentarios positivos o un buen resultado.

Esto podría consistir en que los maestros y sus compañeros elogien su proyecto. Que uno de sus padres se dé cuenta de que realizó su tarea sin que se lo tuvieran que recordar. Quizá lograron ser aceptados en el equipo deportivo después de dos intentos previos. Estos incentivos hacen que el esfuerzo valga la pena

Cuanto mejor se sientan los niños con una tarea, habrá más probabilidades de que la disfruten y quieran esforzarse por hacerla mejor. Además, estarán más dispuestos a seguir esforzándose en un proyecto o una tarea larga.

Cómo ayudar a su hijo a encontrar la motivación

Puede que su hijo no siempre tenga la posibilidad de intentarlo una y otra vez. Pero hay cosas que usted puede hacer para aumentar la motivación.

Apoyarlos al inicio de una tarea. Por ejemplo, usted podría ayudar a su hijo a crear un horario y dividir las tareas en partes. Esta ayuda al inicio puede generar momentos positivos y la sensación de logro a lo largo del proceso.

Enfocarse en el esfuerzo, no en los resultados. Si a su hijo le va bien en un examen, no se limite a expresar su entusiasmo únicamente por la calificación. Pregúntele qué hizo para prepararse. Haga lo mismo si no le fue bien. Reflexionar sobre el proceso puede ayudarlo a descubrir otras maneras de estudiar la próxima vez.

Mirar hacia adelante y hablar de la “próxima vez”. Si su hijo lo intenta pero no lo logra, evite decir que lo que está hecho, hecho está y dejarlo así. Enfoque la discusión en torno a los próximos pasos a seguir. Esto puede ayudar a desarrollar una mentalidad de crecimiento o la creencia de que las cosas pueden mejorar.

Impulsarlo a salir de su zona de confort. Los resultados negativos pueden evitar que los niños prueben cosas nuevas. Pero las experiencias nuevas pueden ayudarlos a descubrir fortalezas e intereses. Destaque las ventajas de intentar pasatiempos o proyectos que son difíciles al principio.

Reconocer el éxito. Sin importar cómo le vaya a su hijo en algo, encuentre al menos una cosa positiva que le pueda decir. “Hoy jugaste muy bien con tu equipo”. O, “es maravilloso que le hayas pedido ayuda a tu maestro”.

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