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10 resultado para: "Interoception"

  • Interocepción y dificultades del procesamiento sensorial

    Los niños que tienen dificultades del procesamiento sensorial tienen problemas para manejar lo que captan a través de sus sentidos. Los cinco sentidos tradicionales incluyen la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto. Algunos niños tienen dificultades con el sexto y séptimo sentido: la propriocepción y el sentido vestibular. También existe un octavo sentido, que es menos conocido. Se llama interocepción. Esto es lo que necesita saber.Qué es la interocepciónExisten receptores en los músculos y articulaciones que le informan dónde están localizadas las partes de su cuerpo. Esa es la base de su sentido proprioceptivo. Le permite saber dónde está su cuerpo en el espacio. Por ejemplo, cuando usted da un paso, sabe que su pie no está tocando el piso. No necesita pensarlo. Los niños que tienen una propriocepción limitada tienen problemas con esto.Con la interocepción ocurre algo similar. Pero en este caso, los receptores están dentro de sus órganos, incluida la piel. Estos receptores envían información del interior de su cuerpo a su cerebro. Esto regula funciones vitales como la temperatura corporal, el hambre, la sed, la digestión y el ritmo cardíaco.La interocepción lo ayuda a saber y sentir qué ocurre dentro de su cuerpo. Usted puede notar si su corazón está latiendo rápido o si necesita usar el baño. Usted sabe si siente hambre, calor, frío, sed, náusea, comezón o cosquillas.El cerebro de los niños con dificultades del proceso sensorial puede tener problemas para entender todo esto. Tal vez no puedan distinguir cuándo sienten dolor o si su vejiga está llena. Podrían sentir la picazón como dolor o el dolor como cosquillas.Los niños que tienen dificultad con el sentido interoceptivo es posible que también tengan problemas para “sentir” sus emociones. Podrían no estar conectados con las señales del cuerpo que los ayudan a interpretar e identificar una emoción. Eso significa que estos niños podrían no “sentir” miedo. No sienten que sus músculos están tensos. O que su respiración es superficial y su corazón está acelerado.Interocepción y autorregulaciónTener problemas con este sentido puede también dificultar la autorregulación. Cuando usted reconoce que tiene sed, sabe que tiene que tomar agua. Cuando siente que su vejiga está llena, sabe que tiene que ir al baño. Cuando se siente frustrado, puede explicar lo que está sucediendo.Si este sistema no funciona bien, es posible que los niños no sepan por qué se sienten mal y podrían tener una crisis. O se podrían orinar en la cama porque no pueden regular ciertas reacciones. Los niños que tienen este tipo de dificultades quizás no puedan identificar el origen de su malestar.Reacciones a la información interoceptiva con dificultades del procesamiento sensorialLos niños que son buscadores sensoriales pueden desear estímulos interoceptivos. Puede que se muevan rápidamente porque la respiración acelerada los hace sentir bien. Es posible que no coman o beban agua tanto como otros niños porque se sienten cómodos cuando sienten hambre y sed.Pero los niños con dificultades del procesamiento sensorial puede que también reaccionen de otras maneras. Algunos niños pueden:Considerar irritante la información interoceptiva. Los niños que son hipersensibles a los estímulos sensoriales pueden reaccionar de forma extrema. Por ejemplo, puede que coman más que otros niños para evitar sentir hambre. Tal vez usen el baño con más frecuencia porque no les gusta la sensación de tener la vejiga llena.Responder de manera inapropiada a la información interoceptiva. Los niños que son poco sensibles a la información sensorial puede que no sientan o no respondan a sensaciones cuando deberían hacerlo. Por ejemplo, puede que tardan más que otros niños en aprender a ir al baño. Es posible que no coman tan a menudo como otros porque no sienten hambre o sed.Los problemas con la interocepción no son tan conocidos como otros desafíos. Algunos expertos creen que las prácticas de conciencia plena, las dietas sensoriales y el trabajo pesado pueden ayudar. Descargue un ejemplo de dieta sensorial. Conozca más sobre la búsqueda sensorial y la evasión sensorial en niños.

  • Cómo las dificultades sensoriales afectan el movimiento

    A los niños con dificultades del procesamiento sensorial les cuesta procesar la información que reciben a través de los sentidos. Esto incluye los cinco sentidos en los que solemos pensar: la vista, el olfato, la audición, el gusto y el tacto. Pero también incluye otros tres sentidos con los que también pueden tener problemas.Uno de estos sentidos, llamado propiocepción, controla la conciencia corporal. Permite saber dónde están las partes del cuerpo y qué están haciendo. Por ejemplo, intente levantar la mano como si fuera a responder una pregunta. Usted sabe que su brazo está sobre su cabeza y no enfrente de usted, aunque no pueda verlo.Otro sentido controla el equilibrio y la conciencia espacial. Se llama sentido vestibular. Nos permite saber dónde se encuentra nuestro cuerpo en el espacio y a mantenernos estables y erguidos. Cuando los niños no procesan esta información podrían sentirse desequilibrados y sin control.También hay un sentido llamado interocepción, el cual nos permite entender y sentir qué sucede en nuestro cuerpo. A los niños que tienen dificultad con este sentido les cuesta saber si tienen hambre, si han comido suficiente, si tienen frío, calor o sed. Tampoco saben si necesitan ir al baño.Conozca cuatro maneras comunes en las que las dificultades sensoriales pueden afectar el movimiento en niños.1. Puede que se mueven de forma extraña o torpeActividades como correr o subir y bajar las escaleras pueden ser complicadas para los niños que no tienen una conciencia clara de sus movimientos. Puede que se muevan con lentitud o que eviten actividades demasiado exigentes.2. Tal vez no sepan medir su fuerza Imagine que usted abre el refrigerador para sacar un envase de leche que cree que está lleno, pero que en realidad está vacío. Puede que alce el envase bruscamente, o se le caiga porque usó más fuerza muscular de la necesaria.Las dificultades sensoriales pueden dificultar medir la fuerza que se requiere utilizar en todo tipo de tareas. Los niños podrían romper la punta del lápiz porque presionan demasiado al escribir. O podrían rasgar una página, cuando querían pasar a la siguiente. O dar abrazos demasiados apretados.3. Puede que les desagraden actividades físicas que son divertidas para otros niñosPor ejemplo, podrían sentirse inseguros en los columpios porque no reciben la señal sensorial que les indica que están sentados de manera segura. El movimiento del columpio podría asustarlos.4. Podrían estar moviéndose constantemente, chocar con cosas o parecer fuera de control Algunos niños no reciben suficiente información de su sistema sensorial. Podrían buscar más actividad y hacer cosas arriesgadas. Al caminar por un pasillo, podrían chocar contra la pared a propósito para sentirse más afianzados. Por la misma razón, podrían patear debajo del escritorio. En el aula puede que corran en lugar de caminar y tropezar a menudo con sus compañeros.Las dificultades sensoriales también pueden afectar el movimiento de otras maneras. Si a los niños no les gusta tocar cosas, puede que eviten jugar con objetos y manipularlos. Esto puede retrasar el desarrollo de las habilidades motrices finas y gruesas.Existen muchas maneras de ayudar con las dificultades sensoriales. Conozca sobre la terapia ocupacional. Revise estrategias que puede utilizar en la casa.  Lea recomendaciones para manejar las crisis sensoriales. 

  • 8 mitos comunes sobre las dificultades del procesamiento sensorial

    Hoy en día hay más conciencia sobre las dificultades del procesamiento sensorial. Pero también hay mucha confusión. Los niños que tienen dificultades con cosas como las luces brillantes, los ruidos y los olores fuertes suelen ser incomprendidos. Estos son ocho mitos comunes acerca de las dificultades del procesamiento sensorial y los hechos que los desmienten.Mito #1: Las dificultades del procesamiento sensorial no existenHecho: Es cierto que no existe un diagnóstico formal de “dificultades del procesamiento sensorial”. Además, existe un debate entre los términos trastorno del procesamiento sensorial y trastorno de integración sensorial. Pero esto no significa que esas dificultades no sean reales. Los médicos y otros especialistas saben que hay personas a quienes les cuesta procesar la información sensorial. Los terapeutas ocupacionales diseñan planes de tratamiento para las dificultades sensoriales.Mito #2: Los niños con dificultades del procesamiento sensorial son sensibles a todoHecho: Existen dos tipos de dificultades del procesamiento sensorial. Muchos niños experimentan una mezcla de ambos. Algunos niños son extremadamente sensibles (o hipersensibles) a la información que captan a través de sus sentidos. Se pueden sentir abrumados por ciertos ruidos o sensaciones y tratan de evitarlos.Pero los niños también pueden ser poco sensibles (o hiposensibles). Esto causa que busquen más estimulación sensorial. Estos niños podrían mostrar poca o ninguna reacción al calor, al frío, al dolor y a otras sensaciones.Los niños podrían ser hipersensibles en algunas áreas e hiposensibles en otras. Esto puede dificultar que los padres entiendan los desafíos de sus hijos.Mito #3: Los niños con dificultades del procesamiento sensorial reaccionan exageradamenteHecho: Los niños que tienen dificultades del procesamiento sensorial podrían parecer quisquillosos. Podría parecer que se enojan sin motivo. Pero están reaccionando a cosas que tal vez no noten los demás.Algunos niños se podrían alterar en un restaurante debido a un olor particular. O en un centro comercial por un tipo de sonido. Tal vez se nieguen a usar cierta ropa o a cepillarse el cabello porque les resulta doloroso. En estos niños, tratar de controlar sensaciones determinadas puede conducir a una crisis sensorial o a que se desconecten.Mito #4: Las dificultades del procesamiento sensorial afectan solamente cinco sentidosHecho: Solemos pensar que solamente existen cinco sentidos: vista, olfato, oído, gusto y tacto. Pero también existen otros sentidos. El sexto y el séptimo sentidos controlan la conciencia corporal (propiocepción) y el equilibrio y la orientación espacial (sentido vestibular). Los niños que tienen desafíos sensoriales en estas áreas podrían tener dificultades con las habilidades motoras.También existe un octavo sentido que es menos conocido. Se llama interocepción. Ayuda a entender y sentir lo que ocurre en el interior de nuestro cuerpo. Los niños que tienen problemas con este sentido podrían tener dificultad para interpretar cosas como el dolor o las señales físicas causadas por las emociones (como cuando se acelera el corazón porque sentimos miedo).Mito #5: Los niños con dificultades del procesamiento sensorial necesitan “ser más fuertes”Hecho: Los cerebros de estos niños funcionan de manera diferente. Decirle a un niño que “sea más fuerte” no cambiará esto. Los niños que tienen dificultades del procesamiento sensorial pueden necesitar más apoyo o adaptaciones que los ayuden a manejar un mundo que les resulta muy abrumador.Mito #6: Los niños con dificultades del procesamiento sensorial no tienen autocontrolHecho: Las dificultades del procesamiento sensorial pueden dificultar que los niños respondan de la misma manera que otros niños. Esto podría parecer como falta de control. Pero se trata de una respuesta rápida en el momento, no falta de control. Por ejemplo, un niño que es sensible al ruido podría tratar de alejarse si alguien enciende un secador de pelo. Es el mismo tipo de reacción que usted podría tener cuando retira la mano del fuego para evitar quemarse.Puede que se tropiecen con otras personas debido a sus desafíos con las habilidades motoras. O puede que choquen contra cosas o jueguen con objetos cuando buscan estímulo sensorial.Mito #7: Las dificultades del procesamiento sensorial son una forma del trastorno del espectro autistaHecho: Las dificultades del procesamiento sensorial a veces son un síntoma de autismo. Pero se puede tener dificultades del procesamiento sensorial sin tener el trastorno del espectro autista. El autismo y las dificultades del procesamiento sensorial tienen algunos síntomas en común. Algunos niños tienen los dos. Lea acerca de los problemas de una mamá para determinar si las dificultades sensoriales de su hijo estaban relacionadas con su TDAH, su autismo o ambos.Mito #8: “Dificultades del procesamiento sensorial” es otra manera de decir TDAHHecho: El TDAH y las dificultades del procesamiento sensorial tienen algunas cosas en común. En ambos casos se observan dificultad para entender el concepto de espacio personal y sobrecargas sensoriales. Pero existen diferencias clave entre el TDAH y las dificultades sensoriales. No todos los niños con TDAH tienen dificultades sensoriales. Y no todos los niños con dificultades sensoriales tienen TDAH.Cuanto más conozca sobre estos desafíos, mejor podrá ayudar a otras personas a que también los entiendan. Obtenga recomendaciones para hablar con el maestro de su hijo acerca de las dificultades del procesamiento sensorial. Lea lo que un papá quisiera que otros supieran acerca de criar a un niño con dificultades del procesamiento sensorial.

  • Problemas con la autorregulación: Lo que necesita saber

    ¿Con frecuencia su hijo actúa impulsivamente en una situación emocional. Algunos niños actúan así a menudo, pero después son capaces de decir lo que deberían haber hecho. Algunos se sobreexcitan con regularidad y les cuesta tranquilizarse. Los padres y cuidadores puede que se pregunten por qué esos niños no dicen que se sienten abrumados antes de tener una crisis.Los niños van desarrollando habilidades de autorregulación a medida que crecen. Pero los que tienen dificultades del funcionamiento ejecutivo como el TDAH, o dificultades del procesamiento sensorial generalmente carecen de esa capacidad.Esto es lo que necesita saber acerca de la autorregulación.Qué es la autorregulaciónPuede ser fácil confundir la autorregulación con el autocontrol. Ambos están relacionados, pero no son lo mismo. El autocontrol es principalmente una habilidad social. Los niños lo utilizan para controlar su comportamiento, sus emociones e impulsos.La autorregulación es un tipo de habilidad diferente. Permite manejar emociones, comportamiento y movimientos corporales frente a una situación que es difícil de manejar. Y les permite a los niños hacerlo mientras permanecen enfocados y atentos.Eso significa que los niños saben determinar lo que necesitan para tranquilizarse cuando se molestan. Son capaces de ser flexibles cuando las expectativas cambian y pueden evitar los estallidos de frustración. Esta habilidad se desarrolla con el tiempo. Por ello es bastante común que un niño de 4 años tenga un berrinche, pero no niño de 12 años. Si un niño de 12 años tiene berrinches con frecuencia, probablemente tiene un problema con la autorregulación.Cómo funciona la autorregulaciónPuede pensar en la autorregulación en términos de cómo funciona un termostato. Un termostato está diseñado para encenderse o apagarse cuando una habitación llega a cierta temperatura o “punto de ajuste”. Para hacerlo, necesita llevar el registro de los cambios de temperatura, compararlos con el punto de ajuste y “saber” si hay que calentar o enfriar la habitación para alcanzar la temperatura deseada.Cuando se trata de la autorregulación, su hijo también tiene un “punto de ajuste” que es cuando es capaz de controlar sus emociones y comportamiento de forma adecuada. Para mantener ese punto de ajuste, los niños requieren llevar el registro de los cambios producidos en su situación o entorno. Necesitan evaluar cómo se sienten y reaccionan en comparación con su punto de ajuste. Y tienen que saber qué hacer para regresar a ese punto.Todo esto tiene que ver con cómo procesan la información y las emociones.La autorregulación y las dificultades del procesamiento sensorial Los niños que tienen dificultades del procesamiento sensorial tienen problemas para manejar la información captada por uno o más de sus sentidos. Eso incluye los cinco sentidos tradicionales: la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto. También incluye tres sentidos menos conocidos que son: la propiocepción, el sentido vestibular y la interocepción.La fuente del problema es el sistema nervioso del cuerpo. El sistema nervioso tiene dificultad para autorregularse. Así que cuando los niños se encuentran en situaciones que generan una sobrecarga sensorial, no pueden autorregularse. Sus emociones y conductas están fuera de control, a pesar de que estén conscientes de las cosas que los están abrumando. Considere este ejemplo. Antes de ir a la tienda con su hijo, él cuenta su dinero y se da cuenta de que tiene suficiente para comprar el juguete de moda que todos los niños quieren. Al llegar a la tienda, ya está sobreexcitado. Sin embargo, el exhibidor es sobrecogedor. Así como la multitud que se abalanza por comprar el juguete, sin mencionar el ruido. De repente, comienza a tener una crisis sensorial y tienen que irse de la tienda sin comprar el juguete.La autorregulación, el TDAH y las dificultades del funcionamiento ejecutivoLos problemas con la función ejecutiva también pueden causar problemas con la autorregulación. A los niños con TDAH les resulta difícil manejar sus emociones, por lo que frecuentemente reaccionan exageradamente. También carecen de control de los impulsos y podrían decir y hacer cosas que no son apropiadas en determinada situación. A menudo los niños con TDAH también tienen problemas con el pensamiento flexible. Eso significa que tienen dificultad para pasar de una situación a otra y saber cómo enfrentarla.El resultado final es falta de autorregulación. Los niños reaccionan exageradamente en el momento porque no pueden detenerse, reflexionar sobre la situación e implementar soluciones. Eso puede causar berrinches. También podrían tener dificultad para manejar emociones difíciles como el duelo y los sentimientos o experiencias negativas persisten por más tiempo. Considere el mismo ejemplo del juguete. Esta vez cuando llegan a la tienda, el juguete que su hijo quería está agotado. La tienda hizo un pedido y llegará la semana siguiente. A pesar de saber que el juguete llegará pronto, su hijo tiene una crisis emocional porque no es la situación que esperaba. Está tan desilusionado de que no esté disponible ahora que no logra controlar sus emociones. Una vez que se tranquiliza es capaz de pensar más flexiblemente. Se da cuenta de que hay otras soluciones. Puede ver que todavía tiene el dinero y podrá comprar el juguete luego.Ayudar a su hijo con la autorregulación Sin importar la causa de las dificultades de autorregulación de su hijo, existen maneras de ayudarlo. El primer paso es ayudarlo a reconocer cuándo la información que recibe es un problema. Puede ser información captada por los sentidos o proveniente de pensamientos.Este es un desglose de lo que requiere la autorregulación en la situación del juguete.Autoconciencia: Para un niño con dificultades sensoriales significa saber que una tienda con muchas personas puede generar estrés emocional. Para un niño con TDAH significa saber que es posible que haya que ajustar el plan. Pensar en ello con antelación puede ayudar, así como enseñar a su hijo a que le diga que la información es excesiva.Control de impulsos: El niño con TDAH puede saber que existen otras soluciones, pero no puede controlar el impulso de enojarse exageradamente. Los niños pueden controlar mejor sus emociones cuando han desarrollado destrezas para manejarlo.Establecer metas: En ambos casos fue difícil tener presente la meta de conseguir el juguete. Trabaje en establecer y lograr metas pequeñas para poder ser capaz de considerar metas mayores.Las habilidades de autorregulación se desarrollan gradualmente. Por ello es importante saber cuáles pilares del desarrollo se requieren. Usted también puede ayudar hablando con los niños acerca de su “punto de ajuste” y enseñándoles maneras de manejar la frustración. Para niños con dificultades sensoriales, una dieta sensorial puede ayudarlos a aprender a autorregularse. Y todos los niños pueden beneficiarse de completar una hoja de ejercicios para la autoconciencia.

  • Trouble with self-regulation: What to know

    ¿Con frecuencia su hijo actúa impulsivamente en una situación emocional, pero después de que sucede puede decirle lo que debería haber hecho? ¿Se sobreexcita y le cuesta tranquilizarse? ¿Alguna vez se ha preguntado por qué no le dice que se siente abrumado antes de tener una crisis?Todas esas cosas requieren la capacidad de autorregularse. Los chicos dependen de las habilidades de autorregulación, tanto en la escuela como en la vida diaria. Pero los chicos que tienen dificultades del funcionamiento ejecutivo como el TDAH, y los que tienen dificultades del procesamiento sensorial generalmente carecen de esa capacidad.Esto es lo que necesita saber acerca de los problemas con la autorregulación.Qué es la autorregulaciónPuede ser fácil confundir la autorregulación con el autocontrol. Los dos están relacionados, pero no son lo mismo. El autocontrol es principalmente una habilidad social. Los chicos lo utilizan para mantener bajo control su comportamiento, sus emociones e impulsos.La autorregulación es un tipo de habilidad diferente. Permite a los chicos manejar sus emociones, su comportamiento y movimientos corporales cuando enfrentan una situación que es difícil de manejar. Y les permite hacerlo mientras permanecen enfocados y atentos.Eso significa que los chicos saben determinar lo que necesitan para tranquilizarse cuando se molestan. Son capaces de ser flexibles cuando las expectativas cambian y pueden evitar los estallidos de frustración. Esta habilidad se desarrolla con el tiempo. Por ello es muy común ver a un niño de 4 años tener un berrinche, pero no así a un chico de 12 años. Si un chico de 12 años tiene berrinches con frecuencia, probablemente tiene un problema con la autorregulación.Cómo funciona la autorregulaciónPuede pensar en la autorregulación en términos de cómo funciona un termostato. Un termostato está diseñado para encenderse o apagarse cuando una habitación llega a cierta temperatura o “punto de ajuste”. Para hacerlo, necesita llevar el registro de los cambios de temperatura, compararlos con el punto de ajuste y “saber” si hay que calentar o enfriar la habitación para lograr la temperatura deseada.Cuando se trata de la autorregulación, su hijo también tiene un “punto de ajuste” que es cuando es capaz de controlar sus emociones y comportamiento de maneras adecuadas. Para mantener ese nivel de control, necesita llevar el registro de los cambios producidos en su situación o entorno. Necesita evaluar cómo se siente y reacciona comparado con su punto de ajuste. Y tiene que saber qué ajustes hacer para regresar a ese punto.Todo esto tiene que ver con cómo procesa la información y las emociones y qué puede hacer con ellas.La autorregulación y las dificultades del procesamiento sensorial Los niños que tienen dificultades del procesamiento sensorial tienen problemas para manejar la información captada por uno o más de sus sentidos. Eso incluye los cinco sentidos tradicionales: la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto. También incluye tres sentidos menos conocidos que son: la propiocepción, el vestibular y la interocepción.La fuente del problema es el sistema nervioso del cuerpo. El sistema nervioso tiene problemas para autorregularse. Así que cuando los chicos están en situaciones que generan una sobrecarga sensorial, no pueden autorregularse. Sus emociones y conductas están fuera de control, aún cuando estén conscientes de las cosas que les resultan abrumadoras. Considere este ejemplo. Antes de ir a la tienda con su hijo, él cuenta su dinero y se da cuenta de que tiene suficiente para comprar el novedoso juguete que todos los chicos quieren. Cuando llegan a la tienda, ya está sobreexcitado. Sin embargo, el exhibidor es sobrecogedor. Así como la multitud que se abalanza por comprar el juguete, sin mencionar el ruido. De repente, está teniendo una crisis sensorial y tienen que irse de la tienda sin comprar el juguete.La autorregulación, el TDAH y las dificultades del funcionamiento ejecutivoLos problemas con la función ejecutiva también pueden provocar problemas con la autorregulación. A los chicos con TDAH les resulta difícil manejar sus emociones, por lo que frecuentemente reaccionan exageradamente ante las cosas. También carecen de control de los impulsos, y por ello podrían decir y hacer cosas que no son apropiadas en esa situación. A menudo los chicos con TDAH también tienen dificultades con el pensamiento flexible. Eso significa que tienen dificultad para cambiar de una situación a otra y decidir maneras de enfrentarla.El resultado final es una falta de autorregulación. Los chicos reaccionan exageradamente en el momento porque no son capaces de detenerse, reflexionar en la situación y decidir soluciones. Eso puede generarles berrinches. También podrían tener problemas para manejar emociones difíciles como el duelo y alargan los sentimientos o experiencias negativas. Considere el mismo ejemplo del juguete. Esta vez cuando llegan a la tienda, el juguete que su hijo quería está agotado. La tienda lo encargó y llegará la semana siguiente. A pesar de saber esto, su hijo tiene un berrinche porque no es la situación que esperaba. Está tan desilusionado de que no esté disponible y de que tiene que esperar que no logra controlar sus emociones. Una vez que se tranquiliza es capaz de pensar más flexiblemente. Se da cuenta de que hay otras soluciones y que todavía tiene el dinero y podrá comprar el juguete luego.Ayudar a su hijo con la autorregulación Sin importar la causa de las dificultades de autorregulación de su hijo, existen maneras de ayudarlo. El primer paso es ayudarlo a reconocer cuándo la información que recibe es un problema. Puede ser información captada por los sentidos o a través de sus pensamientos.Este es un desglose de lo que requiere la autorregulación en la situación del juguete.Autoconciencia: Para un niño con dificultades sensoriales significa saber que una tienda con muchas personas puede generar estrés emocional. Para un niño con TDAH significa saber que es posible que tenga que hacer ajustes a su plan. Pensar acerca de ello con antelación puede ayudar, así como enseñar a su hijo a decirle cuando la información es excesiva.Control de impulsos: El niño con TDAH puede saber que existen otras soluciones, pero le es difícil impedir el impulso de enojarse. Usted puede ayudarlo a controlar mejor sus emociones y reacciones ayudándolo a desarrollar destrezas para superarlo.Establecer metas: En ambos casos fue difícil tener presente la meta de conseguir el juguete. Trabaje en establecer y lograr metas pequeñas para poder empezar a ser capaz de considerar metas mayores.Las habilidades de autorregulación se desarrollan gradualmente. Por ello es importante saber cuáles pilares del desarrollo se ajustan a la edad de su hijo. Usted también puede ayudar hablando con él acerca de su “punto de ajuste” y enseñarle maneras de manejar la frustración. Si su hijo tiene dificultades sensoriales, una dieta sensorial puede ayudarlo a que aprenda a autorregularse. Y todos los chicos pueden beneficiarse de completar una hoja de ejercicios para la autoconsciencia.

  • Entender las dificultades del procesamiento sensorial en su hijo

    Si su hijo tiene reacciones intensas a sabores, sonidos o a ciertas sensaciones, usted se podría preguntar a qué se debe esto. Por ejemplo, ¿por qué los zapatos nuevos son tan insoportables para su hijo que grita y se los quita? ¿Qué hace que el supermercado sea tan intolerable que hasta una visita rápida provoca una crisis?Cuando los niños tienen arrebatos o se molestan por cosas del entorno, a menudo se debe a dificultades del procesamiento sensorial, también conocido como trastorno del procesamiento sensorial. A sus cerebros les cuesta procesar la información que captan sus sentidos. Esto incluye los cinco sentidos principales: gusto, olfato, oído, tacto y vista. Y también incluye tres sentidos que afectan el movimiento y la conciencia corporal y espacial.¿Qué son las dificultades del procesamiento sensorial?Nota: Este video de YouTube tiene subtítulos en español. Comience a reproducir el video. En la parte inferior de la pantalla vaya a “Settings”, seleccione “Subtitles” y haga clic en la opción “Spanish”. Asegúrese de que la función “CC” esté activa.Existen dos tipos de dificultades del procesamiento sensorial, y muchos niños tienen ambas. El tipo más común es la hipersensibilidad. Los niños se sienten abrumados por la información que reciben a través de sus sentidos. (Esto se conoce sobrecarga sensorial). Y tratan de evitar las sensaciones que no pueden tolerar. Desencadenantes comunes incluyen:Ropa que causa picazónCiertas texturas de los alimentosRuidos fuertesLuces brillantes o intermitentesEl otro tipo de dificultad sensorial es la hiposensibilidad. En este caso, los niños no reciben suficiente información del entorno. Por lo tanto, buscan más estimulación sensorial.Los niños con estas dificultades no siempre reaccionan igual a los estímulos. Pueden ser muy sensibles a algunas sensaciones y poco sensibles a otras. Sus reacciones también pueden cambiar, dependiendo de dónde se encuentren y qué está sucediendo a su alrededor.Las dificultades del procesamiento sensorial no son un diagnóstico en sí mismo. Pero suelen coexistir con dos condiciones: el TDAH y el autismo. También pueden coexistir con la ansiedad.ProfundiceConozca más sobre el comportamiento de búsqueda y evasión sensorial. Conozca más sobre las dificultades del procesamiento sensorial y la ansiedad. Señales de dificultades del procesamiento sensorialLas señales que usted podría observar dependen de dos cosas. La primera es el desencadenante: el estímulo sensorial que abruma a su hijo. La segunda es el tipo de dificultad sensorial que tiene su hijo.Evasión sensorialLos niños que evaden las sensaciones podrían tener reacciones extremas a una amplia variedad de desencadenantes. La sobrecarga que sienten puede resultar en crisis sensoriales. Estas son algunas señales que usted podría observar en su hijo:Se siente fácilmente agobiado por personas y lugares.Busca lugares tranquilos en ambientes ruidosos y abarrotados de personas.Se sobresalta fácilmente con ruidos repentinos.Le molesta la luz brillante.Se niega a usar ropa que pica o que le resulta incómoda. Evita tocar a las personas o abrazarlas.Tiene una reacción intensa a las texturas o al olor de ciertos alimentos.Se niega a probar alimentos nuevos y tiene una dieta limitada de alimentos preferidos. Se molesta por cambios pequeños en la rutina, así como cambiar de actividad o de entorno. Evita probar cosas nuevas.Búsqueda sensorialLos niños que buscan sensaciones suelen tener necesidad de moverse. Puede que busquen estímulos como sabores picantes o ácidos, así como el contacto físico y la presión. Estas son otras señales que usted podría observar:Toca objetos constantemente.Juega con rudeza y se arriesga físicamente. Tiene una alta tolerancia al dolor.Suele estar impaciente e intranquilo. Está en constante movimiento.Invade el espacio personal de otras personas.Se distrae o se siente ansioso con frecuencia.Se mueve con torpeza o sin coordinación.ProfundiceEntérese cómo es un día en la vida de un niño con dificultades del procesamiento sensorial.Lea la explicación de un experto de lo que es una “sobrecarga sensorial”. Dificultad con otros sentidosLa información sensorial no se limita a los cinco sentidos tradicionales. Existen otros tres sentidos con los que los niños también pueden tener dificultad. El primero se llama interocepción. Este sentido nos ayuda a comprender y sentir lo que sucede en nuestros cuerpos. A los niños que tienen problemas con este sentido les podría costar más aprender a ir al baño o podrían tener un umbral inesperado para el dolor.El segundo de estos sentidos es la conciencia corporal (propiocepción). Y el tercero es la conciencia espacial (sentido vestibular). Los problemas con estos sentidos pueden a veces afectar el movimiento. Averigüe si su hijo tiene dificultades del procesamiento sensorialExisten algunas pruebas que pueden ayudar a identificar las dificultades del procesamiento sensorial. Estas incluyen listas de revisión como el perfil sensorial o la medida de procesamiento sensorial (SPM, por sus siglas en inglés). Algunos terapeutas también están capacitados para usar la evaluación de integración sensorial de Ayres (EASI, por sus siglas en inglés).Pero los comportamientos que acompañan estos desafíos son muy visibles y claros sin necesidad de pruebas. Es importante observar a su hijo y tomar notas para compartirlas con los profesionales. Ellos podrán decirle de manera más precisa la causa de estos comportamientos.Los profesionales que suelen identificar las dificultades sensoriales son los terapeutas ocupacionales(OT, por sus siglas en inglés). También trabajan con los niños que tienen este tipo de dificultades. Otros profesionales que podrían identificarlas incluyen:PediatrasPediatras del desarrollo y del comportamiento Psicólogos, incluidos los neuropsicólogosEvaluadores escolaresFisioterapeutas y terapeutas del habla Apoyos y tratamiento para las dificultades del procesamiento sensorial No existen medicamentos para las dificultades del procesamiento sensorial. Pero los terapeutas ocupacionales ayudan a los niños a encontrar formas de sentirse menos abrumados por la información sensorial. Por ejemplo, podrían crear lo que se conoce como una dieta sensorial. Se trata de un plan personalizado de actividades físicas que ayuda a los niños a aprender a calmarse, y regular su comportamiento y emociones. Y eso los hace más abiertos al aprendizaje y a la socialización.Estas son algunas cosas que podría incluir una dieta sensorial:Saltos de tijeraPasar una pelota terapéutica sobre la espalda de un niño mientras está acostadoFlexionesSaltarSubir escaleras y deslizarse por toboganes Algunas de estas actividades son lo que se conoce como trabajo pesado, un tipo de actividad que presiona o jala el cuerpo y que puede ser relajante para muchos niños.Los niños que tienen dificultades sensoriales también podrían recibir ayuda en la escuela. Es posible que puedan obtener servicios de terapia ocupacional o adaptaciones a través de un plan 504. (Si su hijo tiene un IEP por otro motivo, podría incluir adaptaciones para las dificultades sensoriales). Las adaptaciones o los apoyos en el aula para ayudar a los niños con dificultades del procesamiento sensorial podrían incluir:Permitir que su hijo tome descansos para hacer ejercicio para autorregularse. Proporcionar un espacio tranquilo para trabajar o tapones para los oídos para la sensibilidad al ruido.Informar a su hijo con anticipación sobre un cambio en la rutina.Sentar a su hijo lejos de puertas, ventanas o luces intermitentes.Permitir que su hijo manipule un objeto antiestrés. ProfundiceConozca los pasos para obtener un plan 504 para su hijo. Obtenga recomendaciones para hablar con el maestro de su hijo acerca de las dificultades sensoriales. Formas de ayudar a su hijo a manejar las dificultades Lidiar con los comportamientos inesperados que acompañan a las dificultades sensoriales puede ser difícil para toda la familia. Pero una vez que conozca qué los está causando, será más fácil saber cómo ayudar. Existen muchas estrategias que puede utilizar en la casa y mientras viaja:Conozca estrategias para evitar las crisis en los viajes. Descubra actividades para la casa que son amigables para los sentidos.Averigüe cómo observar patrones en el comportamiento de su hijo.También es importante encontrar apoyo para usted. Únase a nuestra comunidad en español donde puede comunicarse con otros padres y madres y compartir estrategias. 

  • Cómo aprovecho el fútbol de los domingos para reforzar conceptos matemáticos

    Es la primera clase, lunes por la mañana y escribí un problema de matemáticas en la pizarra. Frente a mí, un salón lleno de niños cabizbajos con miradas ausentes.Tengo que lograr motivar a esta clase, así que me dirijo a uno de los alumnos en la última fila. “Oye, Sally”, pregunto, “¿viste el partido de los Gigantes ayer?”.“No, me gustan los Jets. Son mucho mejores”.Otro estudiante, Sam, interviene: “Los Patriotas son mejores. Tienen a Tom Brady”.Unos cuantos niños se meten en la conversación, mencionando sus equipos favoritos. Esto continúa por uno o dos minutos. Después me volteo hacia Sally y le pregunto: “¿Cuál fue el resultado del juego de los Jets?”.“27-14. Le ganaron a Delfines”.“¿Fue un juego reñido?”.Todos me miraron con asombro, pero al menos toda la clase me está mirando.“¡Claro que no! Ganaron con 13 puntos de diferencia, les dieron una paliza”, se burla Sally.Otro estudiante levanta la mano: “Con dos touchdowns más los Delfines hubieran ganado. El mariscal de campo lanzó una intercepción que debió haber sido un touchdown”.“Bueno, ¿qué tenían que haber hecho los Delfines para empatar el juego? ¿Unos cuantos goles de campo?”.Las cabezas se enderezan. Ahora he logrado su atención.Empiezo por escribir en el pizarrón todas las maneras de anotar en fútbol americano, y cuántos puntos consigue un equipo en cada una: 6 por un touchdown, 3 por un gol de campo, 2 por una autoanotación y 1 (patear por un punto extra) o 2 (anotación por carrera o pase) para una conversión después del touchdown.Emocionados, los estudiantes comienzan a discutir cómo los Delfines podría haber empatado el juego. Después de un rato de vacilaciones, acuerdan que un touchdown, patear por un punto extra y dos goles de campo era la mejor solución para empatar el juego. (6 + 1 + 3 + 3 = 13 puntos). Aunque un gol de campo y 5 autoanotaciones hubieran sido algo maravilloso de ver (3 + 2 + 2 + 2 + 2 + 2 = 13 puntos).Si usted tiene un hijo al que no le gustan las matemáticas o le resultan difíciles, algo que puede hacer es relacionar las matemáticas con su vida diaria y sus intereses. Esa conexión con el mundo real puede hacer que el niño se emocione y se motive a aprender.El fútbol es una de mis maneras preferidas de motivar a los niños porque hay, literalmente, un nuevo y divertido problema de matemáticas en cada jugada. Si usted mira un partido con su hijo, puede utilizar esto a su favor.Haga preguntas sobre cambios en los resultados, las yardas avanzadas o perdidas, el tiempo restante, etcétera. Usted no está resolviendo problemas en una hoja de ejercicios. Esta es una oportunidad para ser el entrenador o el locutor y analizar el juego, mientras refuerza los conceptos matemáticos.¿Quiere intentarlo? Estas son algunas de las maneras como inicio conversaciones de fútbol y las relaciono con matemáticas:Situación #1: El resultado es Gigantes 17, Delfines 21. Solo queda tiempo suficiente para que los Gigantes jueguen una vez. ¿Los Gigantes deberían intentar hacer touchdown o patear un gol de campo?Situación #2: Hasta el momento en el juego, los Gigantes han avanzado 75 yardas en 8 contraataques. ¿Cuántas yardas necesitan para obtener 100?Situación #3: Los Delfines se encuentra en su línea de 35 yardas. ¿Cuántas yardas les faltan para anotar un touchdown?Y mi favorita:Situación #4: Los Gigantes se encuentran en la línea de 30 yardas de los Delfines preparándose para un gol de campo. ¿Por qué el locutor dice que es un gol de campo de 48 yardas?(Utilice sus equipos favoritos en cualquiera de estos ejemplos.)Para más ideas sobre cómo ayudar a su hijo en matemáticas, lea otras estrategias que puede intentar en casa.Las opiniones, puntos de vista, información y cualquier contenido en los blogs de Understood.org son responsabilidad únicamente del escritor del blog y no reflejan necesariamente los puntos de vista, valores, opiniones y creencias, ni están avaladas por Understood.

  • How I Use Football Sundays to Reinforce Math Concepts

    Es la primera clase, lunes por la mañana y escribí un problema de matemáticas en la pizarra. Frente a mí, un salón lleno de chicos cabizbajos con miradas ausentes.Tengo que lograr motivar a esta clase, así que me dirijo a uno de los alumnos en la última fila. “Oye, Sally”, pregunto, “¿viste el partido de los Gigantes ayer?”.“No, me gustan los Jets. Son mucho mejores”.Otro estudiante, Sam, interviene, “los Patriotas son mejores. Tienen a Tom Brady”.Unos cuantos chicos se meten en la conversación, mencionando sus equipos favoritos. Esto continúa por uno o dos minutos. Después me volteo hacia Sally y le pregunto, “¿cuál fue el resultado del juego de los Jets?”.“27-14. Le ganaron a Delfines”.“¿Fue un juego reñido?”.Todos me miraron con asombro, pero al menos toda la clase me está mirando.“¡Claro que no! Ganaron con 13 puntos de diferencia, les dieron una paliza”, se burla Sally.Otro estudiante levanta la mano, “con dos touchdowns más los Delfines hubieran ganado. El mariscal de campo lanzó una intercepción que debió haber sido un touchdown”.“Bueno, ¿qué tenían que haber hecho los Delfines para empatar el juego? ¿Unos cuantos goles de campo?”.Las cabezas se enderezan. Ahora he logrado su atención.Empiezo por escribir en el pizarrón todas las maneras de anotar en fútbol americano, y cuántos puntos consigue un equipo en cada una: 6 por un touchdown, 3 por un gol de campo, 2 por una autoanotación y 1 (patear por un punto extra) o 2 (anotación por carrera o pase) para una conversión después del touchdown.Emocionados, los estudiantes comienzan a discutir cómo los Delfines podría haber empatado el juego. Después de un rato de vacilaciones, acuerdan que un touchdown, patear por un punto extra y dos goles de campo era la mejor solución para empatar el juego. (6 + 1 + 3 + 3 = 13 puntos). Aunque un gol de campo y 5 autoanotaciones hubiera sido algo maravilloso de ver (3 + 2 + 2 + 2 + 2 + 2 = 13 puntos).Si usted tiene un hijo al que no le gusta las matemáticas o le resultan difíciles, algo que puede hacer es relacionar las matemáticas con su vida diaria y sus intereses. Esa conexión con el mundo real puede hacer que el chico se emocione y lo motive a aprender.El fútbol es una de mis maneras preferidas de motivar a los chicos porque hay, literalmente, un nuevo y divertido problema de matemáticas en cada jugada. Si usted mira un partido con su hijo, usted puede utilizar esto a su favor.Haga preguntas sobre cambios en los resultados, las yardas avanzadas o perdidas, el tiempo restante, etcétera. Usted no está resolviendo problemas en una hoja de ejercicios. Esta es una oportunidad para ser el entrenador o el locutor y analizar el juego, mientras refuerza los conceptos matemáticos.¿Quiere intentarlo? Estas son algunas de las maneras como inicio conversaciones de fútbol y las relaciono con matemáticas:Situación #1: El resultado es Gigantes 17, Delfines 21. Sólo queda tiempo suficiente para que los Gigantes jueguen una vez. ¿Los Gigantes debería intentar hacer touchdown o patear un gol de campo.Situación #2: Hasta el momento en el juego, los Gigantes han avanzado 75 yardas en 8 contraataques. ¿Cuántas yardas necesitan para obtener 100?Situación #3: Los Delfines se encuentra en su línea de 35 yardas. ¿Cuántas yardas les faltan para anotar un touchdown?Y mi favorita:Situación #4: Los Gigantes se encuentran en la línea de 30 yardas de los Delfines preparándose para un gol de campo. ¿Porqué el locutor dice que es un gol de campo de 48 yardas?(Utilice sus equipos favoritos en cualquiera de estos ejemplos.)Para más ideas sobre cómo ayudar a su hijo en matemáticas, lea otras estrategias que puede intentar en casa.Las opiniones, puntos de vista, información y cualquier contenido en los blogs de Understood.org son responsabilidad únicamente del escritor del blog y no necesariamente reflejan los puntos de vista, valores, opiniones y creencias, ni están avaladas por Understood.

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