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66 resultado para: "bullying"

  • El acoso y las diferencias de aprendizaje

    El acoso (conocido como "bullying" en inglés) es un problema generalizado. Muchos niños acosan a otros porque quieren sentirse poderosos. Eligen a niños que consideran más débiles o que piensan que no se defenderán.Los niños que piensan y aprenden de manera diferente son más propensos a ser acosados que los que no tienen problemas en la escuela. Una de las razones es que sus diferencias los hacen sobresalir del grupo. Puede que tengan dificultad para leer, permanecer sentados o que reciban servicios especiales como tutoría.Otra razón es que tener dificultades en la escuela puede afectar la confianza y autoestima de los niños. Los niños que acosan suelen elegir a quienes pareciera que no se defenderán.Sin embargo, no todos los niños que experimentan acoso son tímidos. Algunos son hiperactivos o se comportan inapropiadamente (ya sea a propósito o no). Es posible que sean acosados porque son agresivos o se molestan fácilmente. También es común que los niños que han sido acosados reaccionen acosando a otros. Continúe leyendo para aprender sobre el acoso y cómo eliminarlo.

  • La diferencia entre bromear y acosar

    Hoy en día hay mucha información disponible sobre el acoso (conocido en inglés como "bullying") y más conciencia acerca del problema. Sabemos que el acoso a menudo ocurre en línea. También sabemos que puede ser tanto verbal como físico. Pero ¿se pueden considerar las bromas como acoso?La respuesta corta sería: Es complicado. A veces las bromas son inofensivas y divertidas. Otras veces pueden ser utilizadas para lastimar a otros. E incluso las bromas en juego pueden herir o malinterpretarse, en especial cuando los niños tienen dificultades con las habilidades sociales. Esto es lo que usted necesita saber sobre la diferencia entre bromear y acosar, y cómo ayudar a los niños a manejar estas situaciones sociales complejas.Las bromas son una manera de comunicarseLas bromas bien intencionadas son una forma de comunicación entre las personas. Es un intercambio social.Muchos niños utilizan las bromas para acercarse o formar relaciones. Cuando el niño que es el mejor jugador del equipo de básquetbol falla un lanzamiento y uno de sus compañeros le dice “buen tiro Magic”, puede que ambos se rían. La broma muestra que se pueden hacer burlas entre ellos y seguir siendo amigos.Las bromas pueden ser positivas cuando se hacen con buena intención. Cuando los niños se hacen bromas entre ellos por su ropa, sus gustos musicales o su comportamiento, aprenden a aceptar la crítica constructiva. Es parte de cómo se relacionan.Los niños también utilizan las bromas para influenciarse unos a otros y mejorar el comportamiento. Si una adolescente está mirando con insistencia a un joven que le gusta, sus amigas podrían decirle: “¿De nuevo estás mirando a Mario? ¡Por favor, acércate y háblale!”. Esta broma le enseña una regla social (no mirar fijamente durante mucho tiempo) y la anima a actuar de manera adecuada.Sin embargo, las bromas también pueden tener un sentido negativo. A menudo se utilizan para establecer quién manda entre los niños. Por ejemplo, un grupo de niñas podría molestar a otra por su apariencia. O se podrían utilizar para promover un mal comportamiento: “Qué cobarde eres Samuel, ni siquiera pruebas el cigarro”. Además, lo que es un juego para un niño puede no serlo para otro. En esos casos, las bromas pueden herir los sentimientos.Con estos aspectos negativos, ¿por qué no desalentar por completo las bromas? Como cualquier comunicación, las bromas tienen un propósito. Algunos temas difíciles de tratar en conversaciones serias son más fáciles de abordar a través de las bromas. Las bromas también pueden ser divertidas. Piense por ejemplo en las bromas continuas que suceden en cualquier comedia.El acoso tiene la intención de lastimarEl acoso verbal no es lo mismo que bromear. No se hace para hacer amigos o para relacionarse con alguien. Todo lo contrario: El objetivo es avergonzar a la víctima y hacer que el acosador (o "bully" en inglés) parezca mejor y más fuerte. Lo engañoso es que el acoso puede comenzar como una broma. Pero cuando se hace repetidamente y tiene la intención de herir o amenazar, se convierte en acoso.El acoso verbal incluye poner sobrenombres a la víctima, así como los insultos y el acoso sexual. Puede ocurrir en persona, en mensajes de texto y en línea a través de las redes sociales y el correo electrónico.Además, el acoso implica un desequilibrio de poder. Las víctimas de acoso no lo suelen provocar. Más bien, los niños no pueden defenderse por su tamaño o su posición social en la escuela o en un grupo. Y si la víctima se enoja, por lo general los acosadores no se detienen. Puede que incluso el acoso empeore.A diferencia de los niños que están siendo acosados, los niños que son objeto de bromas pueden influir en si estas continúan o no. Si se enojan, el bromista generalmente se detiene.Bromas y niños con dificultad para socializarLas bromas pueden ser difíciles de entender para los niños que tienen dificultad para entablar conversaciones o para captar las señales sociales. Un gran reto es saber cómo responder. Algunos niños no se dan cuenta si alguien les está haciendo una broma sin mala intención, o si intentan acosarlos. Puede ser confuso y causar que los niños digan o hagan cosas inapropiadas.Además, muchos niños tienen dificultad para hacer amigos. Esto puede hacer que toleren bromas hirientes porque quieren ser aceptados y seguir siendo parte de un grupo.A veces los niños que intentan bromear, terminan acosando. Por ejemplo, un niño puede decir algo malintencionado a otro, pensando que es divertido. Esto puede ocasionar una discusión. O un niño puede enojarse por un comentario amistoso y hacer que otros niños se alejen.Para abordar estas dificultades, es importante enseñar a los niños las reglas de una conversación. Ayúdelos a distinguir cuándo está bien bromear, y cuándo las bromas pueden lastimar o estar a un paso del acoso. Una manera de ayudarlos es a través del juego de roles. Esto permite que los niños practiquen una situación donde se les hace una broma que no les gusta, y tienen que responder.Preguntas para hacer a los niños sobre las bromasTal vez usted haya escuchado que hay niños en la escuela que se burlan de su hijo o de un estudiante. Usted puede hacer algunas preguntas para saber si son bien intencionadas o dañinas:¿Los niños que se burlan de ti son tus amigos?¿Te gusta cuando bromean contigo?¿Tú les respondes con bromas?Si les dijeras que dejen de burlarse, ¿lo harían?Si les dijeras que hieren tus sentimientos, ¿se disculparían contigo?Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es “no” o “no sé”, entonces podría tratarse de bromas negativas o incluso de acoso. Es importante averiguar más.Averigüe cómo enseñar a los niños a defenderse del acoso. Y sepa qué pasos seguir si su hijo está siendo acosado en la escuela.

  • When mean girls bullied my daughter because of her learning differences

    Al igual que otros padres, he escuchado historias de chicos maliciosos. He visto entrevistas en televisión de padres con lágrimas en los ojos hablando de humillaciones hechas en grupo. Pero el bullying es algo que nunca pensé que podría ocurrirle a mi hija, hasta que sucedió. Nuestra hija tiene 12 años y está en sexto grado, y es una niña increíble: divertida, cariñosa, generosa, dulce e inteligente. Me hace reír todos los días. Abraza a la familia alrededor de 10 veces al día y termina cada llamada telefónica con “te quiero”.Pero también tiene dificultades del funcionamiento ejecutivo. Empezó a mostrar señales de estas dificultades al principio de la primaria. Notamos que era desorganizada y tenía dificultad para seguir instrucciones de varios pasos.También tiene dificultad para entender las pautas sociales. En ocasiones habla sin esperar turno, o no sabe qué decir o hacer en una situación social. Y debido a que se interesa tanto por las demás personas, puede ser muy sensible y susceptible. Todo esto le genera mucha ansiedad en la escuela.Afortunadamente, ha tenido excelentes maestros de primaria. Hemos trabajado en colaboración con la escuela en sus habilidades organizativas y haciendo horarios para administrar su tiempo. También hemos hablado con ella acerca de su ansiedad y la hemos ayudado a poner en práctica estrategias para que esté calmada en diferentes situaciones.Todo nuestro trabajo fue recompensado cuando nuestra hija ingresó en cuarto y quinto grado. Era un mucho más organizada y obtenía buenas calificaciones en la escuela. Y en cuanto a lo social, tenía muchos buenos amigos. Practicaba dos deportes, tenis y natación, y pasaba mucho tiempo con sus compañeros de equipo.Pero al comenzar sexto grado empezamos a darnos cuenta de cambios sutiles en su personalidad. Estaba más distraída y todo el tiempo parecía como si estuviera pensando en otra cosa. Empezó a poner excusas para no ir a las reuniones con el equipo. Y me hacía preguntas extrañas e inesperadas como: “Si le digo X a mi amiga, no pasará nada, ¿verdad?”.Luego un día me pidió que la llevara a la escuela en lugar de ir en el mismo auto con sus amigas. Mientras conducía me preguntó si podía llevarla al día siguiente y al siguiente. Fue ahí cuando detuve el auto y le pregunté qué estaba ocurriendo.Al principio le daba vergüenza hablar. “No quiero que ni tú ni papá sientan pena por mí”, dijo. Pero seguí presionando y una vez que empezó a hablar, lo soltó todo.Resultó que una de sus “amigas” en deportes, a quien conocía desde hace varios años, decidió que nuestra hija era “tonta”. Esa niña hacía comentarios sobre mi hija como: “Tú no eres la más lista, ¿cierto?”. O, “juegas tenis, pero ni siquiera eres buena en eso”.Nuestra hija dijo que todo comenzó como una broma. Intentó reírse, pero seguía ocurriendo y se puso peor. Influenciado por esta niña maliciosa, el grupo empezó a burlarse de nuestra hija. En una ocasión, cuando nuestra hija se sentó para almorzar, todos se levantaron y se alejaron. En otra oportunidad, la niña le ordenó: “Haz esto o no volveré a hablar contigo”.Nuestra hija intentó hablar con esta niña para preguntarle qué había hecho mal. “¡Solo estamos bromeando contigo!”, le dijo la niña. Cuando m hija me lo contó estaba a punto de llorar.Estaba impactada. Conocíamos a esas niñas y a sus familias de años.Lo que lo hizo más complicado fue que a veces las chicas eran amables con mi hija. Y cuando la acosaban lo hacían de manera sutil. No era como los textos y tuits malintencionados que en ocasiones se ven en las redes sociales. Nuestra hija decía que a veces no la acosaban durante varios días, pero luego empezaban de nuevo.Nuestra hija no entendía por qué ocurría, así que mi esposo y yo decidimos que necesitábamos hablar con ella. Le dijimos que era difícil saber lo que pasaba por la cabeza de la niña.A la mejor estaba celosa de sus logros en deportes o de sus buenas calificaciones. Quizás la vio como “presa fácil” debido a sus dificultades de aprendizaje y de socialización. Podía tratarse de un juego de poder, comentamos. Sin importar cuál fuera la razón, le dijimos, “está mal y no es tu culpa”. Y tiene que ver con otras cosas más allá de “bromear” o del “mal humor” de la niña. Al principio queríamos confrontar a los papás de la niña, pero nuestra hija nos pidió que no lo hiciéramos y no lo hicimos.Sabíamos que los padres de la niña se harían los desentendidos y dirían que el bullying era “una broma”. Y si las niñas del grupo descubrían que nuestra hija las había “delatado”, podía ser peor para nuestra hija.Así que decidimos intentar manejarlo por nuestra cuenta. Enseñamos a nuestra hija estrategias para lidiar con niñas malintencionadas. Practicamos jugar a los roles en diferentes situaciones y qué decir cuando la niña líder hiciera comentarios crueles. Practicamos cómo podía reaccionar si el grupo empezaba a molestarla. Era como un equipo deportivo para habilidades sociales, la entrenábamos todos los días, analizando qué hacer y qué no hacer. También sabíamos que ese grupo de niñas no era buena compañía para nuestra hija. Así que limitamos el tiempo que pasaba con ellas y la animamos a que hiciera nuevas amigas. Eso también ayudó.Lentamente, nuestra hija hizo nuevas amigas y aprendió a controlar el estrés social que le causaba el grupo de “amigas” maliciosas. También aprendió una dura lección acerca de cómo las personas pueden actuar de maneras dañinas. Es una lección que hubiésemos deseado que no hubiese tenido que aprenderla, pero que gracias a ella nos hemos vuelto más fuertes.Lea más acerca de la diferencia entre bromear y acosar. Conozca las señales de bullying en la escuela media. Obtenga recomendaciones para ayudar a su hija a lidiar con los grupos, y consejos paso a paso sobre qué hacer si sospecha que su hija está siendo acosada o atacada en la escuela.Las opiniones, puntos de vista, información y cualquier contenido en los blogs de Understood.org son responsabilidad únicamente del escritor del blog y no necesariamente reflejan los puntos de vista, valores, opiniones y creencias, ni están avaladas por Understood.

  • Señales de acoso en niños que piensan y aprenden diferente y tienen TDAH

    Es común que los niños que piensan y aprenden de manera diferente sean acosados. Sus diferencias podrían llamar la atención de otros niños, y eso los puede convertir en blanco de acoso (o bullying, como se le conoce en inglés). Sin embargo, las señales de acoso no siempre son claras y se pueden parecer a otras cosas. Estas son algunas señales a las que debe prestar atención e investigar cuando se presenten. Síntomas físicosSu hijo comienza a tener dolores de estómago o de cabeza frecuentemente. Después de descartar que se pudiera tratar de un problema de salud, preste atención a cuándo se presentan estos síntomas. ¿Ocurren por las mañanas antes de ir a la escuela, o por las tardes después de la práctica deportiva? ¿Su hijo acude a la enfermería todos los días a la hora del almuerzo debido a estos síntomas?EnojoEl enojo puede manifestarse de muchas maneras. Si su hijo está siendo acosado, eso podría provocar ira. Se podría manifestar como mal comportamiento en clase y en la casa. El maestro de su hijo podría informarle de arrebatos de ira recientes en clase. Tal vez su hijo sea el acosador. Preste atención a esta emoción y si observa algún patrón. Reservado Si su hijo no se comunica como lo hacía habitualmente o ignora una pregunta determinada, vale la pena prestar atención a otras cosas que pudieran estar sucediendo.Supongamos, por ejemplo, que usted nota unos moretones en el brazo de su hijo. Cuando le pregunta qué pasó, su hijo le dice que fue un accidente. Pero unos días después, su hijo parece asustado y le pide no ir al viaje de la clase que implica pasar una noche fuera de casa. Esta situación podría no parecer importante, si usted no está enfocándose en detectar las señales.Evitar la escuelaCuando los niños están siendo acosados es posible que no quieran a ir a la escuela. También podrían evitar cosas relacionadas con la escuela, como hacer los deberes. Si se burlan de ellos por su desempeño académico, la escuela puede ser un lugar desagradable que afecta su autoestima.Aislarse en la escuelaEs posible que los niños dejen de hablar o de participar en el aula si están siendo acosados. Tal vez quieran evitar llamar la atención. O puede que hayan interiorizado las cosas negativas que otros niños dicen de ellos y pensar que no son “suficientemente inteligentes” como para hablar.Aislarse socialmenteSi de pronto su hijo deja de estar interesado en salir con sus amigos o de participar en las actividades que normalmente le gustan, vale la pena indagar. Tal vez su hijo le pida dejar el fútbol, incluso después de haberse esforzado para ser parte del equipo. Cuando usted le pregunta por qué, su hijo baja su mirada y se encoge de hombros, o dice: “Ya no me gusta”.Si cree que su hijo está siendo acosado en la escuela, averigüe qué pasos puede seguir. Luego, consulte una hoja informativa sobre el acoso que puede compartir con otras personas.

  • Cuando otras niñas acosaron a mi hija por sus diferencias de aprendizaje

    Al igual que otros padres, he escuchado historias de niños maliciosos. He visto entrevistas en televisión de padres con lágrimas en los ojos hablando de humillaciones hechas en grupo. Sin embargo, nunca pensé que mi hija podría ser acosada (bullying) hasta que sucedió. Nuestra hija tiene 12 años y está en sexto grado, y es una niña increíble. Es divertida, cariñosa, generosa, dulce e inteligente. Me hace reír todos los días y abraza a la familia alrededor de 10 veces al día . Termina cada llamada telefónica con “te quiero”.Pero también tiene dificultades del funcionamiento ejecutivo. Empezó a mostrar señales de estas dificultades al comienzo de la primaria. Notamos que era desorganizada y tenía dificultad para seguir instrucciones de varios pasos.También tiene dificultad para entender las pautas sociales. En ocasiones habla sin esperar turno o no sabe qué decir o hacer en una situación social. Y debido a que se interesa tanto por las demás personas, puede ser muy sensible y susceptible. Todo esto le genera mucha ansiedad en la escuela.Afortunadamente ha tenido excelentes maestros de primaria. En colaboración con la escuela hemos trabajado en sus habilidades organizativas y la hemos ayudado a hacer horarios para administrar su tiempo. También hemos hablado con ella acerca de su ansiedad y le enseñamos estrategias para calmarse en diferentes situaciones.Nuestro trabajo fue recompensado cuando nuestra hija ingresó en cuarto y quinto grado. Era un mucho más organizada y obtenía buenas calificaciones en la escuela. Tenía muchos buenos amigos. Practicaba tenis y natación, y pasaba mucho tiempo con sus compañeros de equipo.Pero al comenzar sexto grado empezamos a notar cambios sutiles en su personalidad. Estaba más distraída. Todo el tiempo parecía como si estuviera pensando en otra cosa. Empezó a poner excusas para no ir a las reuniones con el equipo. Y me hacía preguntas extrañas e inesperadas como: “Si le digo X a mi amiga, no pasará nada, ¿verdad?”.Luego un día me pidió que la llevara a la escuela en lugar de ir en el mismo auto con sus amigas. Mientras conducía me preguntó si podía llevarla al día siguiente y al siguiente. Fue ahí cuando detuve el auto y le pregunté qué estaba ocurriendo.Al principio le daba vergüenza hablar. “No quiero que ni tú ni papá sientan pena por mí”, dijo. Seguí insistiendo y lo soltó todo.Resultó que una de sus “amigas” en deportes, a quien conocía desde hace varios años, decidió que nuestra hija era “tonta”. Esa niña hacía comentarios sobre mi hija como: “Tú no eres la más lista, ¿cierto?”. O, “juegas tenis, pero ni siquiera eres buena en eso”.Nuestra hija dijo que todo comenzó como una broma. Intentó reírse, pero seguía ocurriendo y se puso peor. Influenciado por esta niña malintencionada, el grupo empezó a burlarse de nuestra hija. En una ocasión, nuestra hija se sentó para almorzar y todos se levantaron y se fueron. En otra oportunidad la niña le ordenó: “Haz esto o no volveré a hablar contigo”.Nuestra hija intentó hablar con esta niña para preguntarle qué había hecho mal. “¡Solo estamos bromeando contigo!”, le contestó. Cuando m hija me lo contó estaba a punto de llorar.Estaba impactada. Conocíamos a esas niñas y a sus familias desde hace mucho tiempo.Lo que lo hizo más complicado fue que a veces las niñas eran amables con mi hija. Y cuando la acosaban lo hacían de manera sutil. No era como los textos malintencionados que en ocasiones se ven en las redes sociales. Nuestra hija decía que a veces no la acosaban durante varios días, pero luego empezaban de nuevo.Nuestra hija no entendía por qué ocurría, así que mi esposo y yo decidimos que teníamos que hablar con ella. Le dijimos que era difícil saber lo que pensaba esa niña.A la mejor estaba celosa de sus logros en deportes o de sus buenas calificaciones. Quizás la vio como “presa fácil” debido a sus dificultades de aprendizaje y de socialización. Podía tratarse de un juego de poder, comentamos. Sin importar cuál fuera la razón, le dijimos: “Está mal y no es tu culpa. Tiene que ver con otras cosa más allá de bromear o del mal humor de la niña. Al principio queríamos confrontar a los papás de la niña, pero nuestra hija nos pidió que no lo hiciéramos y no lo hicimos.Sabíamos que los padres de la niña se harían los desentendidos y dirían que el acoso era “una broma”. Y si las niñas del grupo descubrían que nuestra hija las había “delatado”, podía ser peor para nuestra hija.Así que decidimos intentar manejarlo por nuestra cuenta. Enseñamos a nuestra hija estrategias para lidiar con niñas malintencionadas. Practicamos jugar a los roles en diferentes situaciones y qué decir cuando la niña líder hiciera comentarios crueles. Practicamos cómo reaccionar si el grupo empezaba a molestarla. Era como un equipo deportivo para habilidades sociales, la entrenábamos todos los días, en qué hacer y qué no hacer. También sabíamos que ese grupo de niñas no era buena compañía para nuestra hija. Así que limitamos el tiempo que pasaba con ellas y la animamos a que hiciera nuevas amigas. Eso también ayudó.Lentamente, nuestra hija hizo nuevas amigas y aprendió a controlar el estrés social que le causaba el grupo de “amigas” maliciosas. También aprendió una dura lección sobre cómo las personas pueden actuar de maneras dañinas. Es una lección que hubiésemos deseado que no hubiese tenido que aprenderla. No obstante, gracias a ella nos hemos vuelto más fuertes.Lea más acerca de la diferencia entre bromear y acosar. Conozca las señales de acoso. Consejos paso a paso sobre qué hacer si sospecha que su hijo está siendo acosado o atacado en la escuela.

  • Acerca de un premio al TDAH en Georgia: por qué esa pésima broma nos afectó directamente

    No fue divertido. Fue cruel. La semana pasada, una escuela media en Georgia otorgó a una niña que tiene TDAH el premio “la más distraída”. Las palabras fueron grabadas en un trofeo de cristal que le fue entregado en una asamblea escolar. Fue la manera más elaborada de bullying (acoso) que jamás haya visto.Al igual que muchos padres, no podía creer que la escuela permitiera que esto sucediera. Al hacerse popular la historia en las redes sociales, el distrito escolar reaccionó rápidamente. Anunció que las dos maestras involucradas en el premio no trabajarían en la escuela el próximo año.Pero algo más me impactó acerca de esta terrible y nada divertida broma ocurrida en Georgia. Es la versión extrema de algo que ha estado ocurriendo durante años: los premios de final de año que se burlan de los alumnos en lugar de celebrar sus logros.Cuando yo iba a la escuela, votábamos por superlativos mayores que eran mayormente positivos. Como “más amigable” y “mejor sonrisa”. Pero tuvimos algunos que eran provocadores. La chica que era la payasa de la clase ganó “la que probablemente vaya a la escuela equivocada en la reunión de los 10 años”. Ella consideró que el premio era divertidísimo.Pero ¿qué hay de la compañera estresada que ganó el premio “más estresada”? Si el premio la molestó, no lo demostró. O al menos no me di cuenta en aquel entonces.Lo que me hace pensar en la historia en Georgia de la semana pasada. De acuerdo con los reportes de la noticia, la niña de 8º grado originalmente iba a ser premiada como “la que probablemente hará una pregunta que ya se contestó”.Si la escuela hubiera usado esas palabras para el premio, o si la niña que obtuvo el premio no hubiera sido diagnosticada con TDAH, muchas personas no lo hubieran pensado dos veces. Solo se hubieran reído y olvidado el asunto.La historia de Georgia estuvo en los titulares debido a la obvia insensibilidad de otorgar a una niña con TDAH un premio por no poner atención. Pero existen ataques más sutiles a los que también tenemos que ponerles fin.Es 2017 y aún tenemos un largo camino por recorrer en términos de crear conciencia y reducir el estigma. Es por ello que esta broma cruel en Georgia nos afecta directamente. Es un recordatorio de que necesitamos seguir presionando para progresar.La neurodiversidad sigue siendo un concepto nuevo para muchas personas. Necesitamos ayudar a más estudiantes, padres y educadores a que empiecen a entender y celebrar, las diferencias de los chicos y no convertirlas en algo gracioso.Conozca cómo ser un defensor eficaz de su hijo. Obtenga recomendaciones acerca de cómo hablar con la maestra de su hijo acerca del TDAH. Y escuche a un experto explicar qué hacer si un maestro es desagradable con su hijo.Las opiniones, puntos de vista, información y cualquier contenido en los blogs de Understood.org son responsabilidad únicamente del escritor del blog y no necesariamente reflejan los puntos de vista, valores, opiniones y creencias, ni están avaladas por Understood.

  • About That ADHD Award: Why a Bad Joke in Georgia Hits Close to Home

    No fue divertido. Fue cruel. La semana pasada, una escuela media en Georgia otorgó a una niña que tiene TDAH el premio “la más distraída”. Las palabras fueron grabadas en un trofeo de cristal que le fue entregado en una asamblea escolar. Fue la manera más elaborada de bullying (acoso) que jamás haya visto.Al igual que muchos padres, no podía creer que la escuela permitiera que esto sucediera. Al hacerse popular la historia en las redes sociales, el distrito escolar reaccionó rápidamente. Anunció que las dos maestras involucradas en el premio no trabajarían en la escuela el próximo año.Pero algo más me impactó acerca de esta terrible y nada divertida broma ocurrida en Georgia. Es la versión extrema de algo que ha estado ocurriendo durante años: los premios de final de año que se burlan de los alumnos en lugar de celebrar sus logros.Cuando yo iba a la escuela, votábamos por superlativos mayores que eran mayormente positivos. Como “más amigable” y “mejor sonrisa”. Pero tuvimos algunos que eran provocadores. La chica que era la payasa de la clase ganó “la que probablemente vaya a la escuela equivocada en la reunión de los 10 años”. Ella consideró que el premio era divertidísimo.Pero ¿qué hay de la compañera estresada que ganó el premio “más estresada”? Si el premio la molestó, no lo demostró. O al menos no me di cuenta en aquel entonces.Lo que me hace pensar en la historia en Georgia de la semana pasada. De acuerdo con los reportes de la noticia, la niña de 8º grado originalmente iba a ser premiada como “la que probablemente hará una pregunta que ya se contestó”.Si la escuela hubiera usado esas palabras para el premio, o si la niña que obtuvo el premio no hubiera sido diagnosticada con TDAH, muchas personas no lo hubieran pensado dos veces. Solo se hubieran reído y olvidado el asunto.La historia de Georgia estuvo en los titulares debido a la obvia insensibilidad de otorgar a una niña con TDAH un premio por no poner atención. Pero existen ataques más sutiles a los que también tenemos que ponerles fin.Es 2017 y aún tenemos un largo camino por recorrer en términos de crear conciencia y reducir el estigma. Es por ello que esta broma cruel en Georgia nos afecta directamente. Es un recordatorio de que necesitamos seguir presionando para progresar.La neurodiversidad sigue siendo un concepto nuevo para muchas personas. Necesitamos ayudar a más estudiantes, padres y educadores a que empiecen a entender y celebrar, las diferencias de los chicos y no convertirlas en algo gracioso.Conozca cómo ser un defensor eficaz de su hijo. Obtenga recomendaciones acerca de cómo hablar con la maestra de su hijo acerca del TDAH. Y escuche a un experto explicar qué hacer si un maestro es desagradable con su hijo.Las opiniones, puntos de vista, información y cualquier contenido en los blogs de Understood.org son responsabilidad únicamente del escritor del blog y no necesariamente reflejan los puntos de vista, valores, opiniones y creencias, ni están avaladas por Understood.

  • Celebridades en primer plano: El actor de “Henry Danger” Jace Norman aprovecha su dislexia

    Cuando las cámaras están rodando, Jace Norman es la estrella del popular programa para niños de Nickelodeon, Henry Danger. Pero cuando están apagadas es tan solo un adolescente haciendo malabares con la vida, la fama y la dislexia.Al crecer su fama, Jace comenzó a hablar de su dislexia y del acoso (bullying). También se ha transformado en un incipiente empresario con su propia compañía de marketing.Lograr el papel de Henry DangerOriginario de Nuevo México, Jace y su familia se mudaron al sur de California cuando tenía 8 años de edad. Él empezó a actuar a los 12 años.Poco después hizo su debut en televisión como invitado en la serie Jessie de Disney Channel. Siguieron otros papeles hasta que audicionó y fue escogido para Henry Danger.En el programa, Jace representa a Henry Hart, un adolescente que vive en el pueblo Swellview. Henry es contratado como ayudante del superhéroe local, el Captain Man. De repente, Henry se encuentra enfrentando a un grupo de villanos mientras ayuda a Captain Man a defender el pueblo.Henry Danger fue un éxito instantáneo. Recibió el premio Kid’s Choice Awards de Nickelodeon como “programa favorito de televisión” durante cuatro años consecutivos, de 2015 a 2018. Jace fue en gran parte responsable del éxito del programa. En 2017 obtuvo el premio “actor favorito de televisión” en Kids Choice Awards. Gracias a su éxito en Henry Danger, Jace continúa siendo la estrella en varias películas de Nickelodeon para televisión.Jace habla de la dislexia y el acosoMientras aceptaba el premio de “actor favorito de televisión”, Jace dio su opinión públicamente para motivar a otros jóvenes.“Tengan el valor de hacer lo que les dicte su corazón y su intuición”, dijo durante el discurso de aceptación del premio. “Si alguien les dice que sus sueños son demasiado grandes, fuera de su alcance y que no pueden lograrlos, recuerden esto… lo que realmente está diciendo esa persona es que él/ella no puede lograrlos”.Jace habló a partir de su experiencia personal. Fue acosado por tener dislexia y por su pasión por la actuación.“[El acoso] ocurrió cuando estaba en la escuela media”, explicó en el programa Today. “Tengo dislexia y no obtuve buenas calificaciones. Yo actuaba y eso era un poco fuera de la norma”.Jace le dice a los jóvenes que piensan y aprenden de manera diferente que pueden ser exitosos.“Solo deseo mostrar que ustedes pueden ser exitosos”, comentó a US Weekly. “[La dislexia] no significa que ustedes no sean inteligentes”.Su espíritu emprendedorA Jace no le basta con ser un actor. También se ha adentrado al mundo de los negocios.“La iniciativa empresarial fue algo que siempre quise hacer”, afirma. “Mi papá también fue un emprendedor. No fue a la universidad y tenía dislexia. Yo también tengo dislexia. Me interesaba de alguna manera”.Al asociarse con el agente de la NBA Michael Gruen, Jace puso en marcha “Creator Edge Media”, una compañía de mercadotecnia. Esta compañía ayuda a que las empresas hagan llegar sus mensajes a los consumidores aprovechando a jóvenes creadores que son influyentes en las redes sociales.“Me he reunido con muchos empresarios y emprendedores y la mitad de ellos tienen dislexia”, comentó a la revista Rogue. “Veo todas esas historias exitosas, como la de Steve Jobs y otras personas de gran creatividad que tienen dislexia, y hay dos caras de la moneda”.“Pienso que las personas lo perciben como una gran desventaja, y lo es cuando estás en la escuela, pero al convertirme en un emprendedor y adentrarme en los negocios… he aprendido que puede ser una gran ventaja”.Conozca qué hacer si usted cree que su hijo podría tener dislexia. Averigüe cómo puede ayudar a su hijo a aprovechar sus fortalezas. Revise otras historias exitosas de personas con dislexia.

  • Hoja informativa sobre el acoso

    Cuando los niños enfrentan una situación de acoso, pudiera parecer que son los únicos. Pero este es un problema generalizado, y los niños que piensan y aprenden de manera diferente pueden estar especialmente en riesgo. Obtenga información esencial acerca del acoso. Haga clic en el enlace de descargar para imprimir esta hoja informativa.

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