¿Cómo puedo saber si mi hijo fue diagnosticado erróneamente con TDAH?

Me preocupa que mi hijo de 8 años haya sido diagnosticado erróneamente con TDAH. ¿Cómo puedo saberlo con certeza y qué debo hacer a continuación?

Antes de responder, quiero decir lo maravilloso que es que usted esté siguiendo su intuición y cuestione el diagnóstico de TDAH de su hijo (también conocido como TDA). Es muy importante prestar atención a esa sospecha y buscar más información.

Entonces, ¿qué puede hacer usted si tiene dudas acerca del diagnóstico de su hijo? Lo primero es ponerse en contacto con el médico que realizó el diagnóstico. Siempre es apropiado solicitar más información a esta persona.

Los dos aspectos principales en los que usted probablemente querrá centrar sus preguntas son qué información se utilizó para llegar a ese diagnóstico y cómo ha estado respondiendo su hijo al tratamiento del TDAH.

Cuando esté discutiendo el proceso del diagnóstico, pregunte si el médico:

  • Conocía detalles importantes del desarrollo de su hijo. Los detalles acerca de cuándo alcanzó los pilares del desarrollo relacionados con el comportamiento y la regulación de las emociones son especialmente importantes para un diagnóstico certero.

  • Solicitó que usted y los maestros de su hijo completaran escalas de calificación que ayudan al médico a basar el diagnóstico en información cuantificable.

  • Recopiló suficientes detalles acerca de cuánto tiempo ha estado experimentando su hijo síntomas específicos.

Para ser diagnosticado con TDAH, un niño necesita haber presentado un cierto número de síntomas durante los últimos seis meses o más. Además, esos síntomas deben afectar la capacidad de su hijo para funcionar en más de un ambiente. Por ejemplo, ¿los síntomas de TDAH son un obstáculo tanto en casa como en la escuela?

En relación a los síntomas, otro aspecto importante a preguntar es qué tan seguro está el médico de que su hijo esté mostrando signos de TDAH y no de otra cosa. Hay varias dificultades que a menudo coexisten con el TDAH. Sin embargo, también pueden existir por sí solas y ser erróneamente diagnosticadas como TDAH.

Por ejemplo, el TDAH no es la única condición que dificulta que los chicos permanezcan enfocados. Las causas de este síntoma y la forma de tratarlo pueden ser muy diferentes. A continuación se mencionan algunas condiciones que podrían afectar la veracidad del diagnóstico de TDAH de su hijo:

  • Problemas del sueño: El TDAH puede afectar el sueño, pero problemas como la apnea al dormir pueden causar que los chicos actúen de manera muy parecida a cuando se tiene TDAH. ¿El doctor preguntó cosas como si su hijo ronca fuerte o se despierta durante la noche?

  • Ansiedad: Los chicos con ansiedad pueden parecer desconectados o preocupados porque en realidad están distraídos por las preocupaciones. Los chicos con TDAH pueden distraerse con cualquier cosa, incluidos pensamientos felices como una fiesta de cumpleaños que se aproxima.

  • Depresión: Los chicos con depresión a menudo tienen poca energía y pierden interés en socializar. Los chicos con TDAH pueden tener cambios de humor y dificultad para llevarse bien con sus compañeros, pero siguen queriendo tener la oportunidad de socializar.

  • Dificultades del aprendizaje: Puede que a veces sea difícil saber por qué un niño está teniendo problemas académicos. ¿Se debe a que le cuesta concentrarse? ¿O porque el niño tiene dificultad con la lectura u otras habilidades necesarias para realizar ciertas tareas?

  • Trauma o estrés crónico: Traumas como el abuso, el abandono y otras experiencias durante la infancia pueden conducir a conductas que se parecen mucho a las del TDAH. El estrés crónico también puede ser una consecuencia de no recibir suficiente apoyo para el TDAH y otras dificultades.

  • Inmadurez: Hay estudios que indican que los niños más jóvenes del salón tienen más probabilidades de ser diagnosticados con TDAH. Esto no significa que estos niños puede que tengan TDAH. Pero cuando el médico y el [los] maestro[s] están evaluando el comportamiento de su hijo, es importante tener en cuenta si su hijo es uno de los más jóvenes de su grado.

Que quede claro que el TDAH es real. Y aunque los factores que mencioné arriba podrían afectar que se realice un diagnóstico preciso, también pueden acompañar un diagnóstico acertado. Es muy común que el TDAH coexista con otras dificultades.

Estas son algunas de las muchas cosas que se consideran en una evaluación efectiva para el TDAH. Se requiere más que una visita rápida a un profesional para hacer un estudio a profundidad. Una evaluación apropiada no puede realizarse en una sola cita de 20 minutos.

Del mismo modo, encontrar el tratamiento adecuado para su hijo también puede tomar tiempo. Es posible que usted se cuestione la veracidad del diagnóstico porque ha intentado tratamientos como usar medicación para el TDAH y la terapia conductual y no han funcionado.

Esto podría deberse a que el TDAH no es el diagnóstico adecuado para su hijo. Pero también podría ser que su hijo no ha estado en terapia conductual el tiempo suficiente como para se produzca un cambio. O que usted y el médico de su hijo aún no han encontrado el medicamento adecuado para el TDAH o la dosis correcta.

¿Ha intentado llevar un registro de medicación para el TDAH? Podría servir de guía en la conversación con el médico acerca de si es necesario ajustar el plan de tratamiento de su hijo.

¿Qué ocurre si usted ya ha discutido todos estos asuntos a profundidad con el médico y sigue teniendo preguntas? Es recomendable buscar una segunda opinión.

Quizás usted se plantee realizar una evaluación neuropsicológica completa. Este tipo de evaluación contempla diferentes áreas del funcionamiento, no solo la atención. Puede ayudar a determinar si cosas como la ansiedad, la depresión y/o una dificultad de aprendizaje pudieran estar presentes.

Sin importar la razón por la cual usted está cuestionando el diagnóstico de su hijo, la mejor solución es tener más información. Esto incluye obtener información del maestro de su hijo. El maestro pasa mucho más tiempo con su hijo en un ambiente en el que ni usted ni el médico están presentes.

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