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297 resultado para: "acoso"

  • El acoso y las diferencias de aprendizaje

    El acoso (conocido como "bullying" en inglés) es un problema generalizado. Muchos niños acosan a otros porque quieren sentirse poderosos. Eligen a niños que consideran más débiles o que piensan que no se defenderán.Los niños que piensan y aprenden de manera diferente son más propensos a ser acosados que los que no tienen problemas en la escuela. Una de las razones es que sus diferencias los hacen sobresalir del grupo. Puede que tengan dificultad para leer, permanecer sentados o que reciban servicios especiales como tutoría.Otra razón es que tener dificultades en la escuela puede afectar la confianza y autoestima de los niños. Los niños que acosan suelen elegir a quienes pareciera que no se defenderán.Sin embargo, no todos los niños que experimentan acoso son tímidos. Algunos son hiperactivos o se comportan inapropiadamente (ya sea a propósito o no). Es posible que sean acosados porque son agresivos o se molestan fácilmente. También es común que los niños que han sido acosados reaccionen acosando a otros. Continúe leyendo para aprender sobre el acoso y cómo eliminarlo.

  • Señales de acoso en niños que piensan y aprenden diferente y tienen TDAH

    Es común que los niños que piensan y aprenden de manera diferente sean acosados. Sus diferencias podrían llamar la atención de otros niños, y eso los puede convertir en blanco de acoso (o bullying, como se le conoce en inglés). Sin embargo, las señales de acoso no siempre son claras y se pueden parecer a otras cosas. Estas son algunas señales a las que debe prestar atención e investigar cuando se presenten. Síntomas físicosSu hijo comienza a tener dolores de estómago o de cabeza frecuentemente. Después de descartar que se pudiera tratar de un problema de salud, preste atención a cuándo se presentan estos síntomas. ¿Ocurren por las mañanas antes de ir a la escuela, o por las tardes después de la práctica deportiva? ¿Su hijo acude a la enfermería todos los días a la hora del almuerzo debido a estos síntomas?EnojoEl enojo puede manifestarse de muchas maneras. Si su hijo está siendo acosado, eso podría provocar ira. Se podría manifestar como mal comportamiento en clase y en la casa. El maestro de su hijo podría informarle de arrebatos de ira recientes en clase. Tal vez su hijo sea el acosador. Preste atención a esta emoción y si observa algún patrón. Reservado Si su hijo no se comunica como lo hacía habitualmente o ignora una pregunta determinada, vale la pena prestar atención a otras cosas que pudieran estar sucediendo.Supongamos, por ejemplo, que usted nota unos moretones en el brazo de su hijo. Cuando le pregunta qué pasó, su hijo le dice que fue un accidente. Pero unos días después, su hijo parece asustado y le pide no ir al viaje de la clase que implica pasar una noche fuera de casa. Esta situación podría no parecer importante, si usted no está enfocándose en detectar las señales.Evitar la escuelaCuando los niños están siendo acosados es posible que no quieran a ir a la escuela. También podrían evitar cosas relacionadas con la escuela, como hacer los deberes. Si se burlan de ellos por su desempeño académico, la escuela puede ser un lugar desagradable que afecta su autoestima.Aislarse en la escuelaEs posible que los niños dejen de hablar o de participar en el aula si están siendo acosados. Tal vez quieran evitar llamar la atención. O puede que hayan interiorizado las cosas negativas que otros niños dicen de ellos y pensar que no son “suficientemente inteligentes” como para hablar.Aislarse socialmenteSi de pronto su hijo deja de estar interesado en salir con sus amigos o de participar en las actividades que normalmente le gustan, vale la pena indagar. Tal vez su hijo le pida dejar el fútbol, incluso después de haberse esforzado para ser parte del equipo. Cuando usted le pregunta por qué, su hijo baja su mirada y se encoge de hombros, o dice: “Ya no me gusta”.Si cree que su hijo está siendo acosado en la escuela, averigüe qué pasos puede seguir. Luego, consulte una hoja informativa sobre el acoso que puede compartir con otras personas.

  • Leyes contra el acoso: Los derechos de su hijo en la escuela

    Es una triste realidad que los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención son más propensos a ser acosados en la escuela que otros chicos, y el acoso puede tener un grave impacto. Puede perjudicar todo: desde la confianza en sí mismo, hasta lo académico. Afortunadamente, los chicos cuentan con protecciones legales que obligan a las escuelas a actuar cuando los estudiantes son acosados (conocido en inglés como bullying).A continuación un desglose de cómo la ley protege a su hijo del acoso.Leyes estatales contra el acosoSi a su hijo lo acosan en la escuela, la primera defensa es la ley anti-acoso de su estado. Los 50 estados cuentan con leyes contra el acoso. Por lo general, estas leyes brindan las mejores protecciones para los estudiantes, y pueden ayudar a detener el acoso de inmediato.Un típica ley estatalanti-acosoexige que la escuela reporte, documente e investigue el acoso en un determinado número de días. También requiere que la escuela actúe para detenerlo. Muchas leyes estatales enumeran las consecuencias para los acosadores. Algunas consideran un proceso para ofrecer servicios de consejería para la víctima y el acosador.Las leyes pueden diferir mucho de un estado a otro. Usted puede buscar la ley anti-acoso de su estado en el sitio gubernamental Detener el acoso, o a través del departamento de educación de su estado.También es importante revisar, tanto el código de conducta, como la política contra el acoso de la escuela. Estas políticas escolares en contra del acoso complementan las protecciones ofrecidas por la ley estatal.Al revisar la ley estatal (y la política de la escuela), estas son preguntas importantes de hacer:¿Cómo define la ley el acoso?¿Se mencionan ejemplos de acoso en la ley?¿La ley cubre el ciberacoso o el acoso fuera del horario escolar?¿Cómo se reporta el acoso?¿La ley exige que la escuela reporte el acoso?¿Hay un límite de tiempo para que la escuela investigue el acoso?¿La escuela tiene un límite de tiempo para actuar y detener el acoso?¿Qué sanciones considera la ley para los acosadores?¿Qué sucede según la ley si la escuela no puede o no detiene el acoso?¿La ley exige que la escuela capacite a su personal en la prohibición y prevención del acoso?¿Qué servicios están disponibles si su hijo es acosado?Protecciones federales contra el acosoLa ley estatal usualmente tiene límites de tiempo y protecciones más estrictas que la ley federal en lo referente al acoso. Pero las leyes federales ofrecen protecciones específicas que pueden favorecer a los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención.La Ley para la Educación de Individuos con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés) garantiza una educación pública apropiada y gratuita (FAPE, por sus siglas en inglés) a los estudiantes IEPIEP. IDEA exige que la escuela actúe si el acoso interfiere con el derecho de un estudiante a la FAPE.La Sección 504 de la Ley de Rehabilitación de 1973 también garantiza a los chicos el derecho a FAPE. Los estudiantes que tengan un Plan 504 están amparados por la Sección 504. Si el acoso interfiere con el derecho a FAPE de un niño que tiene un plan 504, la escuela tiene que actuar. La Sección 504 y el Título II de la Ley para Estadounidenses con Discapacidades(ADA, por sus siglas en inglés) prohiben la discriminación en la escuela contra los chicos con discapacidades, lo que puede incluir a los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención. Cuando los chicos son acosados debido a su discapacidad, la escuela debe actuar.Las diferentes maneras en que las leyes federales pueden proteger a su hijo, pueden ser confusas. Básicamente se reducen a dos situaciones:Acoso que conduce a que el niño no reciba FAPE: Si un niño es acosado por cualquier razón, y el acoso interfiere con que se beneficie de FAPE, la escuela debe actuar. Los estudiantes que tienen un IEP o un plan 504 están amparados.Acoso basado en la discapacidad del niño: Si el acoso genera un “entorno hostil”, es decir que el acoso es lo suficientemente grave como para impedir que el niño participe en algún ámbito escolar, la escuela tiene que actuar. Cualquier niño que tenga una discapacidad está amparado.Estos son algunos escenarios posibles.Ejemplo de acoso que evita que el niño se beneficie de FAPE: Un niño con dislexia tiene un IEP y recibe enseñanza especializada en lectura. Otros chicos se burlan de él porque su familia es de bajos ingresos. El acoso causa que el chico se sienta avergonzado. En consecuencia, deja de asitir a la escuela y no se reúne con el especialista en lectura. El niño no está siendo acosado debido a su dislexia, pero el acoso interfiere con su derecho a una FAPE.Cómo debe responder la escuela: Una vez que el personal conozca que el acoso está afectando a FAPE, deben seguir los pasos necesarios para detener el acoso. También deben actuar para evitar que el acoso ocurra nuevamente. La escuela debe convocar a una reunión del equipo del IEP para discutir cómo el acoso afecta su educación. El equipo debe discutir si necesita servicios adicionales para solucionar el acoso, como la consejería. Como padre/madre tiene el derecho de asistir a esta reunión.El proceso es similar cuando se trata de un plan 504. La escuela debe determinar cómo el acoso ha impactado la educación del niño y considerar si se requieren más apoyos. Sin embargo, es importante que usted no dependa exclusivamente de la escuela. Si considera que el acoso está afectando la educación de su hijo, solicite una reunión con el equipo del IEP o del plan 504.Ejemplo de acoso basado en la discapacidad del niño: Un niño con dislexia no tiene un IEP ni un plan 504. Sin embargo, cuando lee en voz alta en clase lo hace lentamente y con dificultad. Otros niños se burlan de él por ello y le ponen apodos. Esto conlleva a que se vuelva más retraído y trate de evitar situaciones donde se le pida leer. Esto origina un “ambiente hostil” en la escuela.Cómo debe responder la escuela: Una vez que el personal escolar sepa del acoso, debe detenerlo y evitar que ocurra de nuevo.En algunos casos, el acoso causado por una discapacidad también puede resultar en un impedimento del derecho a FAPE. Cuando esto ocurre, la escuela no solo debe detener el acoso; debe además convocar una reunión con el equipo del IEP o del plan 504 para discutir cómo se han visto afectados los servicios.(Para conocer otros ejemplos y aprender más acerca de la ley federal, lea esta guía sobre el acoso del Departamento de Educación de los Estados Unidos).Cuando las leyes contra el acoso son confusasEn papel, las leyes contra el acoso son claras. Sin embargo, en la práctica pueden ser confusas.Cuándo deben las escuelas investigar el acoso, es un área poco clara. La ley dice que si la escuela sabe que existe acoso, debe actuar. Pero ¿qué ocurre si no hay una queja formal?Según la ley federal y la mayoría de las leyes estatales, si la escuela tan solo tiene una sospecha de acoso, debe investigar. Por ejemplo, si un maestro ve que hay niños que se burlan de otro porque le cuesta leer, el maestro debe reportarlo. La escuela debe estudiar la situación, incluso si el niño no ha dicho nada.¿Otra área confusa?: Lo que oficialmente se considera acoso. No todos los conflictos son acoso, y puede haber una diferencia entre acosar y bromear. Entonces, ¿cómo decide la escuela si algo es suficientemente grave como para ser considerado acoso?En este caso, la escuela deberá revisar la definición y ejemplos de acoso en su ley estatal anti-acoso. Generalmente, las leyes estatales tienen definiciones amplias que incluyen muchos tipos de comportamientos indeseados y agresivos, por lo que puede que usted no esté de acuerdo con la escuela acerca de si algo es acoso. Si eso sucede, informe a la escuela por escrito por qué no está de acuerdo.La ley federal es más limitada. No hay en la ley federal una regla de blanco o negro para decidir si el acoso es lo suficientemente grave como para afectar la educación de un niño.Por lo tanto, las escuelas están obligadas a considerar varios factores, entre los que se incluyen:Un empeoramiento de las calificacionesEstallidos emocionalesProblemas de conductaSaltarse servicios ofrecidos por el IEP o plan 504 Evitar ir a la escuelaEvitar actividades extracurriculares que al niño le gustenCómo las escuelas pueden detener y prevenir el acoso¿Qué exactamente se supone que debe hacer la escuela para prevenir o detener el acoso? No existe una "solución única" o simple para detener y evitar el acoso, pero existen algunas buenas prácticas, que incluyen:Disciplinar a los chicos que acosan a otrosProporcionar consejería u otros servicios para chicos que son acosadoresContar con la supervisión de adultos, especialmente en áreas comunes como pasillos, cafeterías y zonas de juegoCapacitar a maestros y al personal sobre cómo se expresa la conducta de acoso y cómo responderProporcionar instrucción formal y explícita a los estudiantes acerca de qué comportamientos se esperan en la escuelaUn enfoque que está ganando popularidad es el llamado intervenciones y apoyos conductuales positivos (PBIS, por sus siglas en inglés). PBIS usa muchas de las prácticas mencionadas anteriormente. Se enfoca en la enseñanza explícita de qué es un comportamiento apropiado. Esto puede, no solo reducir el acoso, sino también las suspensiones escolares.Tenga en cuenta que detener el acoso no puede lograrse a expensas de la víctima. Esto significa que si se hacen cambios en la escuela, los cambios no pueden ser responsabilidad del niño que está siendo acosado. Por ejemplo, la escuela no puede cambiar a un niño acosado a un ambiente más restrictivo para limitar el contacto con el acosador.En ocasiones, los acosadores también tienen discapacidades. ¿Cómo la escuela maneja esta situación?Si un acosador tiene una discapacidad, entonces debe tener protecciones legales en cuanto a la disciplina escolar. Esto no excusa a la escuela de tener que detener el acoso. Sin embargo, esas protecciones están dirigidas a entender por qué está ocurriendo ese comportamiento y evitarlo en el futuro. Qué hacer si acosan a su hijo Puede ser difícil saber qué acción seguir si acosan a su hijo. ¿Cómo puede estar seguro de que la escuela está protegiéndolo?Primero, es crucial que documente el acoso. Averigüe qué ocurrió para determinar qué leyes podrían aplicar. También es importante presentar una queja a la escuela a través de un email o carta. Explicar por escrito lo que usted cree que sucedió puede ayudar a proteger los derechos de su hijo.También es importante documentar cómo afectó a su hijo. Por ejemplo, ¿su hijo se muestra reacio a ir a la escuela debido al acoso? ¿Su hijo se siente más sensible y es menos capaz de prestar atención? Ayude a la escuela a entender cómo el acoso está afectando la educación de su hijo para que se vea obligado a actuar.Revise los pasos a seguir si sospecha que hay acoso en la escuela. Obtenga sugerencias sobre cómo ayudar a su hijo a defenderse por sí mismo de los acosadores de la escuela. Tal vez también le interese revisar recursos contra el acoso para usted y su hijo.

  • Bullying laws: Your child’s rights at school

    Es una triste realidad que los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención son más propensos a ser acosados en la escuela que otros chicos, y el acoso puede tener un grave impacto. Puede perjudicar todo: desde la confianza en sí mismo, hasta lo académico. Afortunadamente, los chicos cuentan con protecciones legales que obligan a las escuelas a actuar cuando los estudiantes son acosados (conocido en inglés como bullying).A continuación un desglose de cómo la ley protege a su hijo del acoso.Leyes estatales contra el acosoSi a su hijo lo acosan en la escuela, la primera defensa es la ley anti-acoso de su estado. Los 50 estados cuentan con leyes contra el acoso. Por lo general, estas leyes brindan las mejores protecciones para los estudiantes, y pueden ayudar a detener el acoso de inmediato.Un típica ley estatal anti-acoso exige que la escuela reporte, documente e investigue el acoso en un determinado número de días. También requiere que la escuela actúe para detenerlo. Muchas leyes estatales enumeran las consecuencias para los acosadores. Algunas consideran un proceso para ofrecer servicios de consejería para la víctima y el acosador.Las leyes pueden diferir mucho de un estado a otro. Usted puede buscar la ley anti-acoso de su estado en el sitio gubernamental Detener el acoso, o a través del departamento de educación de su estado.También es importante revisar, tanto el código de conducta, como la política contra el acoso de la escuela. Estas políticas escolares en contra del acoso complementan las protecciones ofrecidas por la ley estatal.Al revisar la ley estatal (y la política de la escuela), estas son preguntas importantes de hacer:¿Cómo define la ley el acoso?¿Se mencionan ejemplos de acoso en la ley?¿La ley cubre el ciberacoso o el acoso fuera del horario escolar?¿Cómo se reporta el acoso?¿La ley exige que la escuela reporte el acoso?¿Hay un límite de tiempo para que la escuela investigue el acoso?¿La escuela tiene un límite de tiempo para actuar y detener el acoso?¿Qué sanciones considera la ley para los acosadores?¿Qué sucede según la ley si la escuela no puede o no detiene el acoso?¿La ley exige que la escuela capacite a su personal en la prohibición y prevención del acoso?¿Qué servicios están disponibles si su hijo es acosado?Protecciones federales contra el acosoLa ley estatal usualmente tiene límites de tiempo y protecciones más estrictas que la ley federal en lo referente al acoso. Pero las leyes federales ofrecen protecciones específicas que pueden favorecer a los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención.La Ley para la Educación de Individuos con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés) garantiza una educación pública apropiada y gratuita (FAPE, por sus siglas en inglés) a los estudiantes que tengan un IEP. IDEA exige que la escuela actúe si el acoso interfiere con el derecho de un estudiante a la FAPE.La Sección 504 de la Ley de Rehabilitación de 1973 también garantiza a los chicos el derecho a FAPE. Los estudiantes que tengan un Plan 504 están amparados por la Sección 504. Si el acoso interfiere con el derecho a FAPE de un niño que tiene un plan 504, la escuela tiene que actuar. La Sección 504 y el Título II de la Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés) prohiben la discriminación en la escuela contra los chicos con discapacidades, lo que puede incluir a los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención. Cuando los chicos son acosados debido a su discapacidad, la escuela debe actuar.Las diferentes maneras en que las leyes federales pueden proteger a su hijo, pueden ser confusas. Básicamente se reducen a dos situaciones:Acoso que conduce a que el niño no reciba FAPE: Si un niño es acosado por cualquier razón, y el acoso interfiere con que se beneficie de FAPE, la escuela debe actuar. Los estudiantes que tienen un IEP o un plan 504 están amparados.Acoso basado en la discapacidad del niño: Si el acoso genera un “entorno hostil”, es decir que el acoso es lo suficientemente grave como para impedir que el niño participe en algún ámbito escolar, la escuela tiene que actuar. Cualquier niño que tenga una discapacidad está amparado.Estos son algunos escenarios posibles.Ejemplo de acoso que evita que el niño se beneficie de FAPE: Un niño con dislexia tiene un IEP y recibe enseñanza especializada en lectura. Otros chicos se burlan de él porque su familia es de bajos ingresos. El acoso causa que el chico se sienta avergonzado. En consecuencia, deja de asitir a la escuela y no se reúne con el especialista en lectura. El niño no está siendo acosado debido a su dislexia, pero el acoso interfiere con su derecho a una FAPE.Cómo debe responder la escuela: Una vez que el personal conozca que el acoso está afectando a FAPE, deben seguir los pasos necesarios para detener el acoso. También deben actuar para evitar que el acoso ocurra nuevamente. La escuela debe convocar a una reunión del equipo del IEP para discutir cómo el acoso afecta su educación. El equipo debe discutir si necesita servicios adicionales para solucionar el acoso, como la consejería. Como padre/madre tiene el derecho de asistir a esta reunión.El proceso es similar cuando se trata de un plan 504. La escuela debe determinar cómo el acoso ha impactado la educación del niño y considerar si se requieren más apoyos. Sin embargo, es importante que usted no dependa exclusivamente de la escuela. Si considera que el acoso está afectando la educación de su hijo, solicite una reunión con el equipo del IEP o del plan 504.Ejemplo de acoso basado en la discapacidad del niño: Un niño con dislexia no tiene un IEP ni un plan 504. Sin embargo, cuando lee en voz alta en clase lo hace lentamente y con dificultad. Otros niños se burlan de él por ello y le ponen apodos. Esto conlleva a que se vuelva más retraído y trate de evitar situaciones donde se le pida leer. Esto origina un “ambiente hostil” en la escuela.Cómo debe responder la escuela: Una vez que el personal escolar sepa del acoso, debe detenerlo y evitar que ocurra de nuevo.En algunos casos, el acoso causado por una discapacidad también puede resultar en un impedimento del derecho a FAPE. Cuando esto ocurre, la escuela no solo debe detener el acoso; debe además convocar una reunión con el equipo del IEP o del plan 504 para discutir cómo se han visto afectados los servicios.(Para conocer otros ejemplos y aprender más acerca de la ley federal, lea esta guía sobre el acoso del Departamento de Educación de los Estados Unidos).Cuando las leyes contra el acoso son confusasEn papel, las leyes contra el acoso son claras. Sin embargo, en la práctica pueden ser confusas.Cuándo deben las escuelas investigar el acoso, es un área poco clara. La ley dice que si la escuela sabe que existe acoso, debe actuar. Pero ¿qué ocurre si no hay una queja formal?Según la ley federal y la mayoría de las leyes estatales, si la escuela tan solo tiene una sospecha de acoso, debe investigar. Por ejemplo, si un maestro ve que hay niños que se burlan de otro porque le cuesta leer, el maestro debe reportarlo. La escuela debe estudiar la situación, incluso si el niño no ha dicho nada.¿Otra área confusa?: Lo que oficialmente se considera acoso. No todos los conflictos son acoso, y puede haber una diferencia entre acosar y bromear. Entonces, ¿cómo decide la escuela si algo es suficientemente grave como para ser considerado acoso?En este caso, la escuela deberá revisar la definición y ejemplos de acoso en su ley estatal anti-acoso. Generalmente, las leyes estatales tienen definiciones amplias que incluyen muchos tipos de comportamientos indeseados y agresivos, por lo que puede que usted no esté de acuerdo con la escuela acerca de si algo es acoso. Si eso sucede, informe a la escuela por escrito por qué no está de acuerdo.La ley federal es más limitada. No hay en la ley federal una regla de blanco o negro para decidir si el acoso es lo suficientemente grave como para afectar la educación de un niño.Por lo tanto, las escuelas están obligadas a considerar varios factores, entre los que se incluyen:Un empeoramiento de las calificacionesEstallidos emocionalesProblemas de conductaSaltarse servicios ofrecidos por el IEP o plan 504 Evitar ir a la escuelaEvitar actividades extracurriculares que al niño le gustenCómo las escuelas pueden detener y prevenir el acoso¿Qué exactamente se supone que debe hacer la escuela para prevenir o detener el acoso? No existe una "solución única" o simple para detener y evitar el acoso, pero existen algunas buenas prácticas, que incluyen:Disciplinar a los chicos que acosan a otrosProporcionar consejería u otros servicios para chicos que son acosadoresContar con la supervisión de adultos, especialmente en áreas comunes como pasillos, cafeterías y zonas de juegoCapacitar a maestros y al personal sobre cómo se expresa la conducta de acoso y cómo responderProporcionar instrucción formal y explícita a los estudiantes acerca de qué comportamientos se esperan en la escuelaUn enfoque que está ganando popularidad es el llamado intervenciones y apoyos conductuales positivos (PBIS, por sus siglas en inglés). PBIS usa muchas de las prácticas mencionadas anteriormente. Se enfoca en la enseñanza explícita de qué es un comportamiento apropiado. Esto puede, no solo reducir el acoso, sino también las suspensiones escolares.Tenga en cuenta que detener el acoso no puede lograrse a expensas de la víctima. Esto significa que si se hacen cambios en la escuela, los cambios no pueden ser responsabilidad del niño que está siendo acosado. Por ejemplo, la escuela no puede cambiar a un niño acosado a un ambiente más restrictivo para limitar el contacto con el acosador.En ocasiones, los acosadores también tienen discapacidades. ¿Cómo la escuela maneja esta situación?Si un acosador tiene una discapacidad, entonces debe tener protecciones legales en cuanto a la disciplina escolar. Esto no excusa a la escuela de tener que detener el acoso. Sin embargo, esas protecciones están dirigidas a entender por qué está ocurriendo ese comportamiento y evitarlo en el futuro. Qué hacer si acosan a su hijo Puede ser difícil saber qué acción seguir si acosan a su hijo. ¿Cómo puede estar seguro de que la escuela está protegiéndolo?Primero, es crucial que documente el acoso. Averigüe qué ocurrió para determinar qué leyes podrían aplicar. También es importante presentar una queja a la escuela a través de un email o carta. Explicar por escrito lo que usted cree que sucedió puede ayudar a proteger los derechos de su hijo.También es importante documentar cómo afectó a su hijo. Por ejemplo, ¿su hijo se muestra reacio a ir a la escuela debido al acoso? ¿Su hijo se siente más sensible y es menos capaz de prestar atención? Ayude a la escuela a entender cómo el acoso está afectando la educación de su hijo para que se vea obligado a actuar.Revise los pasos a seguir si sospecha que hay acoso en la escuela. Obtenga sugerencias sobre cómo ayudar a su hijo a defenderse por sí mismo de los acosadores de la escuela. Tal vez también le interese revisar recursos contra el acoso para usted y su hijo.

  • Hoja informativa sobre el acoso

    Cuando los niños enfrentan una situación de acoso, pudiera parecer que son los únicos. Pero este es un problema generalizado, y los niños que piensan y aprenden de manera diferente pueden estar especialmente en riesgo. Obtenga información esencial acerca del acoso. Haga clic en el enlace de descargar para imprimir esta hoja informativa.

  • Cómo saber si su hijo está siendo acosado en línea

    El acoso en línea es un problema generalizado que le puede ocurrir a cualquier persona. Pero los niños que piensan y aprenden de manera diferente tienen más probabilidades de ser acosados, tanto en línea como en persona.Existen algunas razones para explicarlo. Los niños que piensan y aprenden de manera diferente puede que tengan dificultad para socializar y hacer amigos. También podrían tener baja autoestima. Es posible que otros niños los perciban como “diferentes”.Muchos niños se quedan callados cuando son víctimas de acoso. Tal vez no sepan identificar en qué consiste el ciberacoso o qué hacer cuando ocurre. También es posible que crean que recibir atención de sus compañeros, incluso si es negativa, es mejor que nada. Además, no quieren que los adultos les quiten sus dispositivos electrónicos o no les permitan usar las redes sociales. Señales de ciberacosoEs posible que su hijo no le diga que está siendo ciberacosado. Estas son algunas cosas a las que estar atento:Su hijo deja de repente deja de utilizar sus dispositivos electrónicos para divertirse.Esconde sus dispositivos electrónicos y evita utilizarlos cerca suyo. Apaga o cambia rápidamente la pantalla que está viendo si usted aparece.Parece nervioso o alterado cuando recibe un mensaje de texto, correo electrónico o aparece una notificación. Podría aislarse.Hace comentarios como: “Hay muchos problemas en la escuela” o “no tengo amigos”.No quiere ir a la escuela o parece intranquilo por tener que ir.Cómo puede ayudarEl ciberacoso continuo es grave y puede perjudicar la salud mental de los niños. Puede causar ansiedad y depresión, y dificultar que se concentren en la escuela. Si usted sospecha que su hijo está siendo acosado en línea, actúe de inmediato. Tenga una conversación: Inicie la conversación compartiendo algún incidente de acoso en su infancia. O mencione alguna noticia reciente sobre ciberacoso. Pregúntele a su hijo si ha experimentado acoso en línea. Explíquele que esto puede incluir cosas como que alguien difunda rumores o cree perfiles falsos.Si se resiste, insista: Si su hijo no quiere hablar de ello o parece estar ocultando información, no lo deje pasar. Dígale calmadamente que parte de la labor de los padres es proteger a sus hijos. Explíquele que le gustaría revisar sus dispositivos. Usted necesita ver el historial de navegación y cualquier cosa que su hijo haya eliminado. Los niños mayores puede que se resistan. Dígales que pueden hacerlo juntos, y que solamente buscarán contenido que pueda ser dañino.Intervenga y detenga el acoso: Si usted confirma que su hijo está siendo acosado en línea, hay cosas que usted puede hacer. Pídale a su hijo que les diga a los acosadores que hay adultos que están enterados de la situación: “Mis papás me compraron este teléfono y pueden verlo todo”.Si esto no funciona y el acoso es intenso y frecuente, posiblemente deba seguir uno o todos estos pasos:Hablar con los padres de los niños que están acosando a su hijo. Dígales lo que está sucediendo y cómo afecta a su hijo.Contacte al consejero escolar o al director de la escuela. Todas las escuelas deben tener políticas y protocolos en contra del ciberacoso.Si ninguna de estas estrategias funciona, tal vez deba involucrar a la policía. Imprima o guarde evidencia del acoso en caso de que necesite mostrársela a la policía.Obtenga más información sobre el ciberacoso. Reconozca la diferencia entre bromear y acosar. Averigüe qué hacer si su hijo es el acosador. 

  • La diferencia entre bromear y acosar

    Hoy en día hay mucha información disponible sobre el acoso (conocido en inglés como "bullying") y más conciencia acerca del problema. Sabemos que el acoso a menudo ocurre en línea. También sabemos que puede ser tanto verbal como físico. Pero ¿se pueden considerar las bromas como acoso?La respuesta corta sería: Es complicado. A veces las bromas son inofensivas y divertidas. Otras veces pueden ser utilizadas para lastimar a otros. E incluso las bromas en juego pueden herir o malinterpretarse, en especial cuando los niños tienen dificultades con las habilidades sociales. Esto es lo que usted necesita saber sobre la diferencia entre bromear y acosar, y cómo ayudar a los niños a manejar estas situaciones sociales complejas.Las bromas son una manera de comunicarseLas bromas bien intencionadas son una forma de comunicación entre las personas. Es un intercambio social.Muchos niños utilizan las bromas para acercarse o formar relaciones. Cuando el niño que es el mejor jugador del equipo de básquetbol falla un lanzamiento y uno de sus compañeros le dice “buen tiro Magic”, puede que ambos se rían. La broma muestra que se pueden hacer burlas entre ellos y seguir siendo amigos.Las bromas pueden ser positivas cuando se hacen con buena intención. Cuando los niños se hacen bromas entre ellos por su ropa, sus gustos musicales o su comportamiento, aprenden a aceptar la crítica constructiva. Es parte de cómo se relacionan.Los niños también utilizan las bromas para influenciarse unos a otros y mejorar el comportamiento. Si una adolescente está mirando con insistencia a un joven que le gusta, sus amigas podrían decirle: “¿De nuevo estás mirando a Mario? ¡Por favor, acércate y háblale!”. Esta broma le enseña una regla social (no mirar fijamente durante mucho tiempo) y la anima a actuar de manera adecuada.Sin embargo, las bromas también pueden tener un sentido negativo. A menudo se utilizan para establecer quién manda entre los niños. Por ejemplo, un grupo de niñas podría molestar a otra por su apariencia. O se podrían utilizar para promover un mal comportamiento: “Qué cobarde eres Samuel, ni siquiera pruebas el cigarro”. Además, lo que es un juego para un niño puede no serlo para otro. En esos casos, las bromas pueden herir los sentimientos.Con estos aspectos negativos, ¿por qué no desalentar por completo las bromas? Como cualquier comunicación, las bromas tienen un propósito. Algunos temas difíciles de tratar en conversaciones serias son más fáciles de abordar a través de las bromas. Las bromas también pueden ser divertidas. Piense por ejemplo en las bromas continuas que suceden en cualquier comedia.El acoso tiene la intención de lastimarEl acoso verbal no es lo mismo que bromear. No se hace para hacer amigos o para relacionarse con alguien. Todo lo contrario: El objetivo es avergonzar a la víctima y hacer que el acosador (o "bully" en inglés) parezca mejor y más fuerte. Lo engañoso es que el acoso puede comenzar como una broma. Pero cuando se hace repetidamente y tiene la intención de herir o amenazar, se convierte en acoso.El acoso verbal incluye poner sobrenombres a la víctima, así como los insultos y el acoso sexual. Puede ocurrir en persona, en mensajes de texto y en línea a través de las redes sociales y el correo electrónico.Además, el acoso implica un desequilibrio de poder. Las víctimas de acoso no lo suelen provocar. Más bien, los niños no pueden defenderse por su tamaño o su posición social en la escuela o en un grupo. Y si la víctima se enoja, por lo general los acosadores no se detienen. Puede que incluso el acoso empeore.A diferencia de los niños que están siendo acosados, los niños que son objeto de bromas pueden influir en si estas continúan o no. Si se enojan, el bromista generalmente se detiene.Bromas y niños con dificultad para socializarLas bromas pueden ser difíciles de entender para los niños que tienen dificultad para entablar conversaciones o para captar las señales sociales. Un gran reto es saber cómo responder. Algunos niños no se dan cuenta si alguien les está haciendo una broma sin mala intención, o si intentan acosarlos. Puede ser confuso y causar que los niños digan o hagan cosas inapropiadas.Además, muchos niños tienen dificultad para hacer amigos. Esto puede hacer que toleren bromas hirientes porque quieren ser aceptados y seguir siendo parte de un grupo.A veces los niños que intentan bromear, terminan acosando. Por ejemplo, un niño puede decir algo malintencionado a otro, pensando que es divertido. Esto puede ocasionar una discusión. O un niño puede enojarse por un comentario amistoso y hacer que otros niños se alejen.Para abordar estas dificultades, es importante enseñar a los niños las reglas de una conversación. Ayúdelos a distinguir cuándo está bien bromear, y cuándo las bromas pueden lastimar o estar a un paso del acoso. Una manera de ayudarlos es a través del juego de roles. Esto permite que los niños practiquen una situación donde se les hace una broma que no les gusta, y tienen que responder.Preguntas para hacer a los niños sobre las bromasTal vez usted haya escuchado que hay niños en la escuela que se burlan de su hijo o de un estudiante. Usted puede hacer algunas preguntas para saber si son bien intencionadas o dañinas:¿Los niños que se burlan de ti son tus amigos?¿Te gusta cuando bromean contigo?¿Tú les respondes con bromas?Si les dijeras que dejen de burlarse, ¿lo harían?Si les dijeras que hieren tus sentimientos, ¿se disculparían contigo?Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es “no” o “no sé”, entonces podría tratarse de bromas negativas o incluso de acoso. Es importante averiguar más.Averigüe cómo enseñar a los niños a defenderse del acoso. Y sepa qué pasos seguir si su hijo está siendo acosado en la escuela.

  • Video: ¿Qué es la exclusión cibernética?

    La mayoría de las personas han escuchado sobre el ciberacoso o acoso cibernético (conocido en inglés como cyberbullying). Pero ¿saben qué es la ciberexclusión y cómo afecta a los niños?Escuche a la psiquiatra de adolescentes la Dra. Jodi Gold explicar por qué los comentarios aparentemente inocentes que se publican en las redes sociales pueden herir los sentimientos de los chicos. Averigüe qué puede hacer para detener la exclusión cibernética y enseñar a su hijo a ser amable en línea.Nota: Este video de Youtube tiene subtítulos en español. Comience a reproducir el video. En la parte inferior de la pantalla vaya a “Settings”, seleccione “Subtitles“ y haga clic en la opción “Español” . Ahora podrá reproducir el video con subtítulos en español. Asegúrese que la función “CC” esté activa.

  • 5 razones por las que los niños con TDAH son acosados

    Los niños que piensan y aprenden de manera diferente a menudo son víctimas de acoso. En el caso de los niños con TDAH, puede ser incluso peor. Uno de los motivos es que algunos síntomas y comportamientos asociados al TDAH son muy notorios. Por lo tanto, los niños con TDAH destacan de los demás y esto le otorga más poder a los acosadores. El acoso no solo es físico. También puede ser verbal. Tampoco tiene que ocurrir en persona. Los niños pueden ser acosados en línea, a través de mensajes de texto o en las redes sociales. Ser cruel o excluir a los niños también pueden ser formas de acoso.  Entender por qué los niños con TDAH son más propensos a ser acosados puede ayudarlo a resolver problemas y enseñar a los niños estrategias y habilidades. Estas son cinco razones por las que el TDAH puede hacer que los niños llamen la atención de posibles acosadores.1. Dificultad para seguir las reglas socialesLos niños con TDAH pueden tener dificultad para aprender y seguir las reglas sociales. También es posible que no recuerden las reglas en el momento en que están interactuando con otros. Los problemas con la función ejecutiva dificultan dar seguimiento a lo que se debe y lo que no se debe hacer en situaciones sociales. A muchos niños con TDAH les cuesta reconocer señales sociales como el lenguaje corporal. Por lo tanto, puede que no se den cuenta cómo están reaccionando las personas a lo que ellos dicen o hacen, o cuál es la situación cuando comienzan a interactuar.2. ImpulsividadUn síntoma clave del TDAH es la impulsividad, la cual puede causar muchos problemas. Es posible que los niños con TDAH interrumpan mucho a los demás, hablen más de la cuenta o sean groseros sin querer. También pueden jugar de manera muy brusca, agarrar objetos de otras personas y hacer o decir cosas sin pensar.Todos estos comportamientos impulsivos pueden dar lugar a que los niños con TDAH sean excluidos o acosados. 3. Dificultad para manejar las emocionesLa dificultad para manejar las emociones es otro aspecto del TDAH que puede hacer que los niños con esta condición llamen la atención. Conduce a comportamientos que los convierten en víctimas fáciles del acoso. Los niños con TDAH pueden alterarse con facilidad y tener dificultad para controlar sus emociones. Pueden enojarse por cosas insignificantes y no dejarlas pasar. Sobreexcitarse o llorar con facilidad frecuentemente. Y si otros niños responden, es posible que también reaccionen de forma exagerada.4. HiperconcentraciónLa hiperconcentración es una parte del TDAH que muchas personas no entienden. Pero los niños con TDAH a menudo se enfocan tanto en las cosas que les parecen interesantes o divertidas que no pueden abandonarlas o dejar de pensar en ellas. Es por eso que un niño puede repetir lo mismo durante una conversación. O seguir hablando del mismo tema mucho tiempo después de que la conversación ha tomado otro rumbo. Es posible que continúen haciendo en clase una actividad que disfrutan, aunque los demás hayan pasado a hacer otra cosa.5. Baja autoestima Algunos niños con TDAH tienen dificultades académicas. Ver que sus compañeros aprenden con mucha más facilidad que ellos puede afectar su autoestima. Esa falta de confianza puede causar que sean más propensos a que los molesten y menos propensos a defenderse.Muchos niños con TDAH reciben más comentarios negativos en la casa, la escuela y en situaciones sociales que sus compañeros. Esto también puede disminuir su autoestima y hacerlos sentir inseguros. El acoso se reduce a un desequilibrio de poder. Cuanto más sepa usted al respecto, mejor preparado estará para detenerlo y ayudar a los niños a enfrentarlo. Obtenga información sobre el acoso. Conozca la diferencia entre bromear y acosar.  Averigüe cómo dar elogios que fomenten la autoestima. 

  • ¿Qué es el ciberacoso?

    El ciberacoso es el uso de herramientas digitales para hacer que otra persona se sienta enojada, atemorizada o avergonzada. Puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles. El acoso en línea es como el acoso en persona en dos aspectos clave. Está hecho a propósito y suele suceder más de una vez.Ejemplos de ciberacoso incluyen:Enviar textos o mensajes instantáneos hirientes.Publicar fotos o videos vergonzosos en las redes sociales.Difundir mentiras o amenazas en línea o a través de teléfonos celulares.Si está tratando de averiguar si su hijo está siendo víctima de ciberacoso, pregúntese si el comportamiento hiriente es intencional y repetido. Si la respuesta es no, puede que el ofensor simplemente necesite aprender mejores modales en línea. Si la respuesta es sí, tómeselo en serio.Nota: Este video de YouTube tiene subtítulos en español. En la parte inferior de la pantalla vaya a “Settings”, seleccione “Subtitles“ y haga clic en la opción “Spanish”. Asegúrese de que la función “CC” esté activa.

  • 8 pasos a seguir si su hijo es acosado en la escuela

    Tal vez un estudiante está enviando mensajes crueles a su hijo a través de las redes sociales. O quizás los niños están molestando (o incluso amenazando) a su hijo en la escuela. El acoso escolar puede ser hiriente, atemorizante y dañino. Existen cosas concretas que usted puede hacer para averiguar qué está ocurriendo y poner fin a esa situación. Estos son ocho pasos a seguir si su hijo está siendo acosado en la escuela.1. Cuide a su hijoAntes de hacer cualquier cosa, atienda las necesidades de su hijo. Es natural que los niños se sientan tristes. Pero es importante asegurarse de que no se lastimen ni lastimen a otros. Haga todo lo posible por apartar a su hijo de la situación de acoso.Decir “te amo” puede ser de gran ayuda para su hijo. También ayuda que usted escuche lo que su hijo quiera contarle. Cuando usted le demuestra que se preocupa por cómo se siente, promueve que su hijo quiera contarle la historia completa.A medida que avanza a los siguientes pasos, asegúrese de regresar a este. Demostrar su preocupación por su hijo es una responsabilidad permanente.2. Conozca los hechos (y documéntelos)Pregunte a su hijo con delicadeza pero de manera directa si alguien lo está molestando, incomodando o avergonzando. Utilice preguntas abiertas para facilitar que hable. Una vez que tenga una idea general de lo que está sucediendo, intente obtener información específica. Usted podría preguntar cosas como: ¿Estás recibiendo mensajes desagradables en las redes sociales? ¿De quién? ¿Cuántos? ¿Cuándo?Luego, contacte a personas que pudieran saber más del asunto. Usted deberá averiguar qué ha estado ocurriendo, quién está involucrado y cuándo y dónde ha ocurrido. (Sin embargo, piense con detenimiento antes de comunicarse directamente con los estudiantes o adultos que están acosando a su hijo).Asegúrese de reunir todos los documentos que demuestren el acoso. Usted podría guardar e imprimir correos electrónicos o mensajes de texto. También podría hacer capturas de pantalla de redes sociales o foros en línea, y guardar mensajes de voz.3. Escriba y cuente la historia del acosoAnote todos los detalles que obtuvo. Intente hacer una cronología de lo que ocurrió. Si considera que su hijo puede manejarlo, revisen juntos los eventos sucedidos a lo largo del tiempo. (Puede que esto no suceda en una sola vez).Cuéntele la historia del acoso a alguien más, como a un amigo de confianza o a un familiar. Pídale su opinión. ¿Usted explicó todo claramente? ¿Se atuvo a los hechos? ¿Se mostró demasiado emocional cuando narraba lo sucedido?4. Revise las políticas de la escuela contra el acoso (y las leyes estatales)Revise el manual del estudiante de la escuela o el sitio en la web del distrito escolar para conocer sus políticas antiacoso. De esa manera, sabrá cuáles son los pasos a seguir para reportar el acoso. Debería haber información sobre cómo contactar a las personas que pueden ayudar.Los 50 estados cuentan con leyes antiacoso. Revise la ley de su estado. Puede que le otorgue derechos adicionales, como un tiempo límite para que la escuela tome medidas.5. Reporte el acoso a la escuelaSi el acoso está ocurriendo en el salón de clases, reúnase con el maestro. Si lo considera necesario, solicite que esté presente el director. Si el acoso está ocurriendo fuera del aula o en el recreo, diríjase directamente con el director.Pregunte si el personal escolar ha presenciado el acoso y cómo han reaccionado. Relate la historia de acoso de su hijo y provea cualquier documento que la respalde. Durante la reunión, pregunte qué hará la escuela y cuándo. Dé seguimiento por escrito de la reunión (un correo electrónico sirve), describiendo lo que discutieron.6. Dé seguimiento a la respuesta de la escuelaUna vez que se reporta el acoso a la escuela, las leyes estatales contra el acoso pueden requerir un proceso de investigación y acciones específicas. Solicite a la escuela que le envíe actualizaciones por escrito acerca de cómo avanza el proceso.Supervise las medidas que adopta la escuela. Si el acoso continúa, documente cualquier incidente nuevo. Informe a la escuela sobre estos incidentes nuevos y pregunte qué harán al respecto. Como siempre, asegúrese de hablar con su hijo y y brindarle consuelo.7. Acuda a instancias superioresSi el acoso continúa dos semanas después de haberlo reportado por primera vez, comuníquese con el superintendente del distrito escolar por teléfono y por escrito. También puede escribir al comité escolar estatal.Proporcione toda la información que ha reunido, incluyendo cómo reportó el caso de acoso a la escuela, con quién habló y qué sucedió después. Solicite ayuda para detener el acoso. Guarde todas las respuestas que reciba.Si aún no hay cambios, comuníquese con el departamento de educación de su estado (si tiene dificultad en entender el idioma inglés use este enlace). El estado puede que tenga personal que investigue el acoso. También podría obtener asesoría en el centro de capacitación e información para padres de su localidad.También puede acudir a la oficina de derechos civiles (OCR, por sus siglas en inglés) del Departamento de Educación de Estados Unidos. Esta oficina protege a los estudiantes de escuelas públicas con discapacidades del aprendizaje contra la discriminación. Usted puede presentar una denuncia por acoso ante la oficina de derechos civiles. 8. Obtenga ayuda legalSi el acoso continúa, contacte a un abogado. Un abogado con experiencia en la ley de educación puede ser de ayuda cuando sigue sin haber resultados. Aquí puede encontrar ayuda legal.

  • Cómo lograr que su hijo hable de la escuela

    Hay niños a los que les encanta hablar de cómo les fue en la escuela. A otros les cuesta mucho dar detalles de su jornada escolar, especialmente si tuvieron problemas en alguna clase u ocurrieron situaciones desagradables, como acoso escolar o dificultades académicas.Hay maneras de hacer preguntas que propicien una conversación si su hijo es de pocas palabras o muy reservado. A continuación, algunos conceptos importantes para iniciar el diálogo.1. Haga preguntas abiertas. Si usted hace una pregunta que puede ser contestada con una sola palabra, eso es lo que obtendrá: Una respuesta de una sola palabra como sí o no.Ejemplo: “¿Qué fue lo mejor de tu día en la escuela?”.2. Comience con una observación concreta. A menudo los niños tienen dificultad para contestar preguntas inesperadas. Hacer una observación les permite relacionarla con algo.Ejemplo: “Sé que este año hay más niños en tu clase, ¿cómo te sientes con esto?”.3. Revele algo. Cuando alguien nos cuenta algo de su vida es natural querer hacer lo mismo. Revele algo a su hijo a ver qué le dice.Ejemplo: “Siempre jugábamos al escondite en el recreo. ¿Qué les gusta jugar a ti y a tus amigos?”.4. Evite las preguntas negativas. Si usted piensa que algo no va bien, sus preguntas podrían incluir palabras que expresan emociones negativas como triste o antipático. Preguntar de manera positiva facilita que su hijo exprese sus preocupaciones.Ejemplo: “Escuché que hoy almorzaste con personas que no conocías. ¿De qué hablaron?”.Estos son otros ejemplos de cómo decir las cosas de manera diferente para lograr que su hijo se abra con usted.Preguntas para después de la escuelaFormular sus preguntas de esta manera invita a su hijo a conversar. No obstante, no espere una respuesta larga y detallada para cada pregunta. La meta es tener muchas conversaciones breves a lo largo del tiempo. Ayuda que la conversación sea en momentos en los que usted no tenga prisa, como durante la cena o cuando salgan a pasear.En ocasiones los niños, al igual que los adultos, no quieren conversar. Por eso es importante saber cuándo dejar de hacer preguntas y dejarlo para otro momento. Si hay algo urgente o grave, tendrá que hacer preguntas específicas de manera directa y exigir una respuesta.¿Busca otras maneras de iniciar la conversación para ponerlas en práctica con su hijo? Averigüe qué decir cuando su hijo:Se frustraNo quiere ir a la escuelaDice “soy tonto”Recibe su boleta de calificacionesEstá distraído o desconcentradoAverigüe cómo dar elogios que desarrollen la autoestima. También le interesará leer por qué una mamá dejó de decir a su hijo: “Que tengas un buen día”.

  • Problemas comunes en el parque infantil y cómo ayudar

    Algunos niños que piensan y aprenden de manera diferente podrían tener problemas con las normas sociales y las instalaciones en los parques infantiles. Estos son algunos problemas comunes que se pueden presentar y cómo ayudar a los niños a evitarlos.Ser víctima o testigo de acosoLos niños que piensan y aprenden de manera diferente pueden ser blanco de acoso (conocido en inglés como bullying). El acoso es diferente de las burlas porque ocurre de manera repetida y generalmente se intensifica con el tiempo. Puede incluir el uso de apodos, insultos, amenazas, exclusión y violencia física.Cómo ayudar: Sea accesible y proactivo. Explique qué es el acoso y asegúrese de que su hijo sepa que puede acudir a usted (o a un maestro) si lo experimenta o lo ve. Dígale que está bien irse si no se siente seguro o si no funcionan las palabras para defenderse. Conozca más acerca de qué hacer si sospecha que hay acoso en la escuela.Ser demasiado agresivo con otros niñosAlgunas veces, los niños que piensan y aprenden de manera diferente no tienen control de sus impulsos y les cuesta filtrar lo que dicen. Podrían empujar a otros niños, correr sin prestar atención o insultar sin darse cuenta. También es posible que no se den cuenta cuando están siendo demasiado enérgicos.Cómo ayudar: Establezca reglas en cuanto a la agresión física, de manera que su hijo conozca las consecuencias de antemano. Anime a su hijo de primaria a usar palabras en lugar de su cuerpo para comunicarse. Recuerde a su hijo que ser golpeado o empujado duele: “No es apropiado pegarle a otros niños. Si quieres tener un turno, pregunta: ‘¿Puedo ser yo el siguiente, por favor?’”.Asumir ganar y perderLos niños que tienen problemas para controlar sus impulsos y regular sus emociones podrían presumir de que ganaron y hacer que otros niños se sientan mal por haber perdido. Del mismo modo, se podrían enojar mucho cuando pierden un juego e insistir que los demás hicieron trampa. (Lea las recomendaciones de un experto para ayudar a los niños impulsivos a enfrentar las situaciones en las que pierden).Cómo ayudar: Explique a su hijo que si hace sentir mal a otros niños, ya no querrán jugar más con él. Recuérdele que los juegos en el parque son solamente juegos. Que está bien sentirse bien por ganar, pero que no está bien hacer sentir mal a otros. Enséñele frases que demuestren camaradería deportiva como: “¡Buen juego!”.No poder usar las instalaciones Los niños que tienen problemas con las habilidades motrices, como la dispraxia, podrían tener dificultad para utilizar las instalaciones del parque. Trepar escaleras, usar las barras para colgarse, columpiarse y deslizarse por el tobogán requieren la capacidad de coordinar muchos movimientos corporales diferentes.Cómo ayudar: Practiquen cuando no haya gente en el parque. Su hijo se podría sentir menos cohibido cuando no hay otros niños alrededor. Usted lo puede ayudar a dividir cada actividad en pasos y practicar las cosas que más le gusten. También puede probar estas actividades divertidas para ayudarlo a mejorar sus habilidades motrices gruesas.No esperar o seguir instruccionesEn el parque infantil los niños tienen que compartir, turnarse y comunicarse con otros niños. Esto puede ser más difícil para los niños que piensan y aprenden de manera diferente, ya sea que estén participando en un juego organizado o esperando su turno. Esto se debe a que prestar atención, entender las señales sociales y procesar la información pueden ser áreas problemáticas.Cómo ayudar: Ejemplifique cómo es tomar turnos y compartir. Practique el lenguaje que su hijo necesita saber. Por ejemplo ,“mi turno”, “tu turno” o incluso “¡escúchame!”. Hágale saber a su hijo que está bien pedirle a un compañero o a un maestro que le aclare las reglas y las dividan en pasos. Revise otras formas de ayudar a su hijo a interpretar las señales sociales.No querer jugar con otros niñosJugar en el parque infantil requiere habilidades sociales. Esto incluye compartir, turnarse y unirse a conversaciones. Su hijo podría no saber cómo iniciar una conversación o cómo preguntar si puede unirse a un juego. Es posible que su hijo de primaria no entienda cuando otros niños lo están invitando a jugar. Esto puede dificultar que haga amigos.Cómo ayudar: Practique lo que su hijo le puede decir a otros niños: “Hola, soy Luis. ¿Cómo te llamas?”, “¿quieres jugar en las barras conmigo?”. También puede ayudar a su hijo a darse cuenta cuándo está bien unirse a un juego donde participan muchos niños, sin necesidad de preguntar. Obtenga más recomendaciones acerca de cómo ayudar a su hijo a integrarse e interactuar con niños de su edad.Asumir riesgos en los juegos infantilesLos niños que piensan y aprenden de manera diferente pueden tener problemas con el control de sus impulsos y podrían actuar antes de pensar. Y los niños que tienen dificultades del procesamiento sensorial podrían no sentir el dolor con la misma intensidad que otros niños. Esto puede conducir a comportamientos de riesgo como saltar desde muy alto, columpiarse con demasiada fuerza o jugar muy brusco con otros niños. (Lea más acerca de cómo las dificultades sensoriales pueden afectar las habilidades motrices).Cómo ayudar: Hable con su hijo sobre pensar antes de actuar. Para reducir el riesgo de lastimarse durante las caídas, visite parques infantiles que tengan arena o pasto sintético, y asegúrese de que su hijo esté bajo supervisión.BromearEl parque infantil es un lugar propicio para las bromas. Algunas de ellas son bromas sin mala intención: “Eres muy rápido con esos zapatos nuevos”. Y algunas son simplemente crueles: “Esos zapatos nuevos son horribles”. Los niños que piensan y aprenden de manera diferente podrían tener dificultad notar la diferencia entre estos dos tipos de comentarios.Cómo ayudar: Explique la diferencia entre burlarse y hacer bromas entre amigos. Muéstrele a su hijo el lenguaje corporal, el tono de voz y las expresiones faciales que acompañan a cada una. También lo puede ayudar a practicar qué decir cuando sea objeto de burlas. Por ejemplo, “eso no me gustó” o “eso me lastima”.

  • 3 sugerencias para hablar con niños con TDAH que están descubriendo su identidad queer

    Muchas personas (jóvenes y mayores) que piensan y aprenden de manera diferente se identifican también en algún lugar del espectro LGBTQIA+. Esta intersección de identidades puede ser difícil de manejar, especialmente para los niños. Se podrían sentir más aislados por tener dos “etiquetas”. O podrían ser víctimas de acoso debido a sus diferencias. Por ser una persona queer, no binaria y neurodivergente, experimenté acoso en la escuela continuamente. Actualmente me dedico a crear programas de capacitación para asegurar que todos los niños estén incluidos en su comunidad.Es importante que usted hable con su hijo(a) sobre los desafíos (y fortalezas) particulares de ser queer y neurodivergente. Pero antes de esto, usted debe sentirse cómodo hablando sobre la fluidez del género y la sexualidad.Estas son tres maneras de hablar con su hijo(a), ser un apoyo y convertirse en su aliado: 1. Conozca las experiencias de personas queer y neurodivergentesUsted necesita prepararse para hablar con su hijo(a) sobre su identidad. Imagine que es algo parecido a cuando se preparó para hablar sobre las diferencias en la manera de pensar y aprender. Probablemente tuvo que buscar información, en especial si el TDAH era un tema nuevo para usted. Es lo mismo en este caso.Hable con otras familias que tienen niños queer con TDAH. Puede encontrar familias con experiencias similares en organizaciones como PFLAG.  También puede ser de ayuda leer, ver o escuchar información creada por personas y organizaciones neurodivergentes y queer. Busque información que se enfoque en la parte positiva y las fortalezas de la neurodiversidad, los géneros y la sexualidades. También puede buscar material dirigido a niños o adolescentes, y compartirlo con su hijo(a). Usted podría decir: “He estado leyendo en internet historias personales de personas queer con TDAH. Estoy aprendiendo cómo la neurodiversidad y el género se manifiestan en sus vidas. ¿Te gustaría leerlas conmigo?”.2. Hable con su hijo(a) sobre género y sexualidad cuando este listo(a)Su primer impulso podría ser apresurarse a ofrecer apoyo a su hijo(a). Pero es mejor dejar que él(ella) tome la iniciativa. No presione, pero asegúrese de que sepa que la puerta está abierta para cuando esté listo(a). Por ejemplo, usted podría decir: “Me gustaría hablar contigo sobre tu género y/o sexualidad, pero no hay prisa. He estado aprendiendo de otras personas que se identifican como queer y neurodivergentes. Podemos hablar en cualquier momento que tú quieras”.En el caso de niños con TDAH, las herramientas visuales pueden ser útiles para guiar la conversación. Pruebe revisar juntos “Gender Unicorn” (página en inglés), una herramienta para entender el género y la sexualidad. Puede imprimir una copia para cada uno. Ambos pueden apuntar en qué lugar están dentro del espectro de género y sexualidad.Pregúntele a su hijo(a) qué palabras quiere que use cuando hable sobre él(ella) y su género o sexualidad. Hágale saber que está bien si cambia de opinión a medida que aprenden más. Usted podría preguntar: “¿Con qué palabras te sientes bien en este momento? No hay ningún problema si no estás seguro(a). Podemos seguir aprendiendo. Tú decides cuándo y cómo hablaremos de esto”. 3. Sea paciente y flexibleEn este tipo de conversaciones se manifiesta la emotividad y la vulnerabilidad de ambos. Los niños con TDAH suelen sentir las emociones de forma más intensa. Además, las emociones duran más tiempo y pueden interferir en la vida diaria. Si su hijo(a) tiene dificultad para manejar sus emociones, reconozca cómo se está sintiendo. Dele tiempo para calmarse si lo necesita.Si su hija(o) se siente preparado(a) para hablar con otras personas sobre su género y sexualidad, es mejor hacerlo de manera individual. Tal vez su hijo(a) solo quiera que ciertas personas lo sepan. Es posible que él(ella) quiera contárselo personalmente a algunas personas. O que sea usted quien se los diga. Sea comprensivo si su hijo(a) cambia de opinión, y haga lo él(ella) decida.También sea flexible con los pronombres. Puede que su hijo(a) cambie sus pronombres o los lugares en los que quieren que se usen todos los días o cada semana. Por ejemplo, quizás quiera que se usen en la consulta del doctor. Pero puede que no quiera que usted los use cuando habla con sus amigos. Si no le queda claro, pregunte.Hablar de estas identidades ayudará a que su hijo(a) se sienta reconocido y con la confianza necesaria para indagar sobre quién es. Y una vez que ambos se sientan cómodos hablando de esto, pueden hablar de los desafíos y las fortalezas de ser queer y neurodivergente. Siéntase libre de tener estas conversaciones y revisar “Gender Unicorn” con todos los integrantes de su familia. Hablarlo todos juntos puede ayudar a normalizar las identidades y desviar el foco de atención de la diferencia de su hijo(a). Además, todos nos beneficiamos al aprender de nosotros mismos y de los demás.¿Quisiera más recursos para apoyar a su hijo(a)?  Conozca cómo ayudar a los niños a desarrollar habilidades para abogar por ellos mismos. Lea qué hacer si su hijo es víctima de acoso. Lea una historia personal sobre crecer siendo queer y neurodivergente.

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