Ocultar mi TDAH en el trabajo era agotador, así que dejé de hacerlo

No siempre me he sentido cómoda de revelar mi TDAH, especialmente en el lugar de trabajo. Me causa mucha ansiedad mostrarme vulnerable y ser honesta con personas que tal vez no lo entiendan. En lugar de revelarlo, oculto mi TDAH y me esfuerzo por esconder mis desafíos.

Pensé que disimular mi TDAH sería más fácil. Con el tiempo, descubrí que no era así. Ocultar mi TDAH ha sido muy agotador. Era extenuante fingir que entendía las tareas cuando debería haber hecho preguntas para aclararlas. Era abrumador pretender que no había perdido la concentración cuando intentaba realizar ciertas tareas. Sólo necesitaba dejar de fingir. Así que lo hice.

Dejé de fingir que mi TDAH no era real y comencé a encontrar formas de apoyarme. El primer paso fue ser honesta conmigo mismo acerca de tener TDAH. El segundo paso fue repetirme que mi mente neurodivergente no me convierte en una fracasada de ninguna manera. Finalmente, el tercer paso fue encontrar formas de apoyar a mi cerebro con TDAH en el trabajo. Y por suerte encontré muchas.

Para empezar, aclarar mi mente antes de empezar a trabajar ha sido un gran cambio para mí. Llego a la oficina unos minutos antes para planificar el día. Esto me ayuda a evitar sentirme abrumada por no saber por dónde empezar.

Hacer adaptaciones para mis propias necesidades también ha sido importante. Cuando necesito tomar un descanso porque mi mente está demasiado agitada con pensamientos acelerados, lo hago. Eso puede significar dar golpecitos con los dedos sobre la mesa o enderezar los objetos frente a mí para ayudarme a despejar el “desorden” en mi cabeza. También puede ser dar una caminata o saltar en el baño. Incluso puede ser encontrar un lugar tranquilo para almorzar.

Sé que estas estrategias pueden parecer un poco cómicas, pero me funcionan. Estas breves pausas antes de comenzar o pasar a la siguiente tarea me ayudan a calmar mi ansiedad y a centrar mi mente.

Sin embargo, la mayor ayuda ha sido encontrar un colega en quien confiarle mis dificultades. Tener apoyo es de mucha ayuda cuando te sientes solo con tus problemas. No revelo más de lo que que quiero. Pero ser un poco más abierta en el trabajo sobre mi TDAH me ha ayudado a sentirme más segura de mis capacidades.

El TDAH siempre será parte de mi vida. No desaparecerá. Pero no me impide prosperar.

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