¿Debería mi hijo seguir estudiando durante el verano o tomarse un descanso?

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Entiendo que los padres quieran que sus hijos descansen y recarguen las baterías. Pero es muy importante encontrar maneras de que sigan practicando sus habilidades académicas durante las vacaciones.

Unas vacaciones largas no significa hacer una “pausa” en lectura, matemáticas y escritura. El descanso del verano puede empeorar esas destrezas académicas. Ciertos tipos de conocimiento “se usan o se pierde”. Esto es particularmente cierto en el caso de los niños que piensan y aprenden de manera diferente.

Las vacaciones de verano puede causar que los niños retrocedan de dos a tres meses. Es por ello que algunos estudiantes que tienen un IEP o un plan 504 puedan calificar para servicios escolares extendidos a lo largo del año. Es importante conseguir un equilibrio entre reforzar las habilidades académicas y las actividades de ocio durante el verano.

Existen muchas maneras en las que usted puede ayudar a prevenir que su hijo retroceda académicamente. Estas son algunas ideas sobre cómo establecer una rutina de aprendizaje durante el verano que sea y se sienta diferente a la rutina escolar.

Un buen tutor podría ser la mejor manera de mantener y mejorar las habilidades de su hija durante el verano. Discuta con ella cuándo y dónde tener esas sesiones de tutoría. Busque un tutor capacitado en ayudar a niños que piensan y aprenden de manera diferente.

Muchos distritos escolares y centros comunitarios ofrecen servicios de tutoría durante el verano. Regístrese en tutorías gratuitas o de bajo costo tan pronto como sea posible ya que los puestos suelen llenarse rápidamente.

Anime a su hija a que escriba un diario sobre lo que ella quiera. Juntas pueden decidir lo mínimo que debe escribir diariamente y otros detalles, como corregir palabras escritas incorrectamente. Pídale que comparta su diario con usted diariamente para promover que lo mantenga al día.

Lea el mismo libro que su hija y tengan conversen sobre el libro. También podrían ver la televisión sin volumen pero con subtítulos. Pídale que lea los subtítulos. Oprima la pausa ocasionalmente y hablen de lo que está sucediendo.

Cocinar es una manera excelente de practicar la lectura, la escritura y las matemáticas. Pídale a su hija que escriba la lista de productos que hay que comprar, que los busque en en el supermercado y que lea la receta en voz alta durante la preparación. Medir los ingredientes puede ayudarla a practicar sus habilidades matemáticas. Y al final, ¡podrán comerse lo que prepararon!

Hacer trabajo voluntario puede ayudar a reforzar las habilidades para socializar. También puede reforzarlas participar en un grupo teatral. Integrar los intereses de su hija es una buena manera de ayudarla a que se relaje y a crear un equilibrio entre divertirse y no perder sus habilidades. Cuando regrese a la escuela en el otoño con sus habilidades intactas, se sentirá aliviada y más confiada para enfrentar el año escolar que comienza.

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