10 sugerencias para evitar las crisis y sobrecargas sensoriales en los viajes

Por Amanda Morin
Revisado por experto Bob Cunningham (EdM)

Viajar con niños puede ser complicado en cualquier circunstancia. Sin embargo, las dificultades del procesamiento sensorial pueden añadir más inconvenientes. Estos consejos pueden ayudarlo a anticipar las sobrecargas sensoriales y evitar las crisis durante las vacaciones.
1. Llevar un “kit sensorial de viaje”
Si su hijo tiene sensibilidad visual o es sensible a los sonidos, las texturas o los olores, probablemente usted ya tenga herramientas que lo ayudan como lentes de sol, audífonos u objetos antiestrés. Llene una mochila pequeña con objetos que su hijo utiliza. Manténgala a su alcance en el auto o en el avión para que él pueda agarrar las cosas cuando usted esté concentrado en otra cosa. Su hijo también podría beneficiarse del “trabajo pesado” de cargar una mochila.
2. Empacar artículos de aseo conocidos
Si bien es agradable encontrar champú, jabón, pasta de dientes y toallas en los hoteles o la casa de los familiares, a su hijo podría desagradarle nuevas texturas, olores o sabores. Empaque los artículos de aseo personal y las toallas que su hijo utiliza regularmente para que se sienta como en casa.
3. Practicar el viaje
Para los niños mayores, esto puede significar revisar el itinerario, las rutinas y el programa del viaje. También puede significar hablar sobre la información sensorial que podrían experimentar. Por ejemplo, una ciudad grande puede ser ruidosa o tener olores desconocidos.
Los niños pequeños se pueden beneficiar de una práctica de simulación. Convierta su casa en un “aeropuerto” o en un “museo” y practique lo que podría ocurrir en esos lugares. Proporcione estímulos para diferentes sentidos. Por ejemplo, reproduzca el sonido de las turbinas de un avión al despegar, pida a su hijo que lleve su maleta o muéstrele un video de aviones.
También pueden practicar el momento de pasar por la revisión de seguridad en el aeropuerto.
4. Detener el auto para descansar
Permanecer sentado durante mucho tiempo en un espacio pequeño puede ser difícil para cualquier niño, especialmente si tiene dificultades del procesamiento sensorial. Deténganse para descansar unos 10 minutos cada varias horas.
Si su hijo necesita momentos de tranquilidad, localice en el mapa parques o áreas de descanso a lo largo del trayecto. Pero si lo que necesita es más estimulación sensorial, puede patear un balón de fútbol o escoger algo de comer en una estación de servicio.
5. Incluir más tiempo en el programa
Incluya más tiempo en su programa para llegar con calma al aeropuerto o a su destino. Esto puede reducir las posibilidades de que su hijo, o usted, se sientan estresados por tener que apurarse en una situación que es nueva para ustedes. También puede prevenir una crisis de ansiedad.
Si en cualquier momento durante el viaje se siente estresado, tómese un descanso. Si usted está calmado, ayudará a que su hijo también lo esté.
6. Buscar áreas tranquilas en el aeropuerto
Tener que esperar mucho tiempo en el aeropuerto puede ser difícil para su hijo. El ruido de los anuncios, las personas apuradas para alcanzar su vuelo y los aviones despegando puede ser demasiada estimulación para algunos niños.
Haga una caminata por el terminal para buscar una zona tranquila. Muchos aeropuertos tienen centros de actividades que su hijo podría disfrutar si no están demasiado llenos. Además, algunos aeropuertos están incorporando áreas sensorialmente amigables para los viajeros.
7. Aprovechar las opciones de abordaje
Muchas aerolíneas ofrecen adaptaciones para las familias que lo necesitan. Llame antes de viajar para averiguar si la aerolínea ofrece preabordaje o si pueden ser los últimos en entrar al avión (lo que a su hijo le funcione mejor).
Otras cosas a considerar incluyen solicitar un asiento en el pasillo o uno que sea más espacioso. También es recomendable informar a los tripulantes de cabina que su hijo podría necesitar asistencia adicional. Explíqueles que no hay ningún peligro, pero que usted quiere que estén informados.
8. Acostumbrarse a la ropa del viaje
Si está viajando a un lugar con otro clima, tal vez su hijo necesite tiempo para acostumbrarse a la ropa de una estación diferente. Permítale ponerse y quitarse su traje de baño en la ducha o en la bañera para asegurarse de que es cómoda.
Si es posible, permita que su hijo elija la ropa a empacar. Llevar ropa conocida para el viaje significa un factor menos de estrés con el cual lidiar.
9. Lleve alimentos conocidos
Vaya preparado si su hijo es sensible a los sabores y texturas de los alimentos o si suele ponerse de mal humor cuando tiene hambre. A su hijo podría no gustarle la comida que sirvan en la casa de su anfitrión o en el restaurante.
Lleve consigo alimentos que le gustan a su hijo en lugar de pedirle que pruebe comidas que no conoce. Si se hospedan en casa de amigos o familiares, puede preguntarles si tienen espacio en su refrigerador para guardar los productos que usted compre.
10. Seguir la misma rutina de la casa
Es tentador romper la rutina durante las vacaciones, pero los cambios pueden ser complicado para muchos niños. Ayude a su hijo a dormir y despertarse a la misma hora que en la casa. Siga las mismas reglas. Si brincar en la cama no está permitido en la casa, tampoco lo está en el hotel o en la casa de los demás.
También tenga en cuenta los ritmos regulares de su hijo. Si se pone de mal humor en la noche, tal vez quiera terminar la jornada de viaje en auto antes de la hora de la cena. Si las mañanas son complicadas, probablemente querrá evitar salir muy temprano.
Las dificultades del procesamiento sensorial pueden causar inconvenientes en muchos entornos y situaciones, no solo durante los viajes. Obtenga recomendaciones para manejar las crisis. Averigüe cómo es la vida diaria de un niño que tiene dificultades del procesamiento sensorial.
Acerca del autor

Acerca del autor
Amanda Morin es la autora de “The Everything Parent’s Guide to Special Education” y fue la directora de liderazgo intelectual en Understood. Ayudó a desarrollar Understood desde su inicio en calidad de experta y escritora.
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Bob Cunningham (EdM) es director ejecutivo del desarrollo del aprendizaje en Understood.