Cómo ayudar a los niños a controlarse cuando están enojados
Revisado por experto Molly Algermissen (PhD)
Consejos prácticos para desarrollar habilidades de afrontamiento
- Consejo práctico 1Preguntar cómo se sienten.Preguntar cómo se sienten.
Cuando los niños se enojen, pregúnteles con amabilidad: “¿Cómo te sientes ahora?, ¿dónde sientes esa emoción en tu cuerpo?”. Las emociones parecen más manejables cuando los niños describen lo que sienten.
- Consejo práctico 2Preguntar qué los hizo sentir así.Preguntar qué los hizo sentir así.
Ayude a los niños a pensar en lo que ocurrió justo antes de que empezaran a enojarse. Pregunte: “¿Qué crees que te hizo sentir así?”. Esto puede ayudarlos a conocerse a sí mismos y ver las cosas desde otro punto de vista.
- Consejo práctico 3Recordarles las herramientas que ya tienen.Recordarles las herramientas que ya tienen.
Cuando los niños se enojen, hágales ver que ya conocen formas de calmarse. Eso podría ser leer libros de cómics o escuchar música. Sugiera que hagan una pausa para hacer alguna de estas cosas. Con el tiempo, los niños recurrirán a esas estrategias por su cuenta.
- Consejo práctico 4Pensar en estrategias nuevas para calmarse.Pensar en estrategias nuevas para calmarse.
Ayude a los niños a proponer otras manera de calmarse que se relacionen con sus intereses. Los niños más pequeños podrían querer salir a correr para calmarse. Los adolescentes podrían querer escuchar música antes de abordar una tarea escolar complicada.
- Consejo práctico 5Estar presente.Estar presente.
Demuestre que a usted le importa estando presente. Practique escuchar activamente con toda su atención, repitiendo lo que su hijo acaba de decir. Use frases como “parece que…” o “lo que te escuché decir fue….”. Haga preguntas relacionadas para ayudar a los niños a trabajar en los próximos pasos.
Los niños que tienen dificultad con el autocontrol pueden reaccionar de manera impredecible o explosiva ante cosas cotidianas. Para manejar estos sentimientos, necesitan utilizar estrategias para enfrentar problemas. Por lo general, necesitan que se les enseñen este tipo de estrategias para calmarse. Y con el tiempo, aprenden a recurrir a ellas por su cuenta.
Una de las estrategias más importantes que se pueden enseñar a los niños es nombrar lo que sienten. Las emociones intensas pueden asustarlos y generar reacciones fuertes. Pero cuando los niños pueden hablar de cómo se están sintiendo y qué lo está causando, sus emociones les parecen más manejables.
Enséñeles palabras que puedan usar para describir sus sentimientos, como enojado, triste, frustrado, ansioso, preocupado o avergonzado. En caso de que los niños tengan dificultades con el lenguaje podrían utilizar un diagrama visual como “La rueda de las emociones” para identificar cómo se sienten.
Tenga en cuenta que la forma en que usted actúe también afecta cómo los niños enfrentan las situaciones. Ellos necesitan saber que usted comprende lo que les está sucediendo. Responder con empatía requiere práctica. Pero puede hacer una gran diferencia en lo que los niños escuchan y sienten. También afecta su disposición a seguir trabajando en cosas que les resultan difíciles.
Profundice
Encontrar los desencadenantes
Cuando usted identifica lo que causa el estrés en los niños, puede hacer cambios para ayudarlos a manejarlo.
Por ejemplo, si los niños gritan cuando usted les pide que apaguen la televisión, avíseles con cinco minutos de anticipación antes de apagarla. Si tienen dificultad para cambiar de actividad, deles tiempo entre una y la otra.
Si no está seguro de cuáles son los factores que desencadenan el enojo de los niños, observe sus comportamientos y busque patrones.
La importancia de buscar ayuda
Cuando usted pide ayuda a otras personas, les está mostrando a los niños una estrategia saludable: pedir ayuda cuando la necesita.
Estos son algunos ejemplos para padres: Pedir a un amigo o tutor que ayude a su hijo en matemáticas, si a usted le resulta difícil. Que un familiar lo ayude, si usted y su hijo discuten constantemente por algo en particular.
Esté atento a las señales de ansiedad y depresión. Cuando los niños se sienten ansiosos o deprimidos, es importante buscar la ayuda de un médico o un terapeuta.
Próximos pasos
Es importante hablar abiertamente con los niños sobre las emociones y las estrategias para afrontar los problemas.
Padres y cuidadores: Obtenga recomendaciones para hablar sobre problemas sociales y emocionales con su hijo.
Educadores: Conozca más sobre el aprendizaje socioemocional, sus beneficios y maneras de integrarlo en el salón de clases.