Cómo ayudar a los niños a controlarse cuando están enojados

De un vistazo

  • Cuando los niños tienen dificultad para controlar sus emociones, podrían tener problemas para manejar los contratiempos del día a día.

  • Usted puede ayudar a su hijo a que aprenda estrategias adecuadas para lidiar con los problemas, como identificar los sentimientos.

  • Con el tiempo, su hijo podrá utilizar esas estrategias por sí mismo.

Los niños que piensan y aprenden de manera diferente pueden tener problemas para controlarse por diversas razones. Y cuando enfrentan obstáculos en su vida diaria, podrían reaccionar de manera impredecible y hasta explosiva. Por eso es importante ayudarlos a desarrollar estrategias para manejar las adversidades.

Usted puede ayudar a que su hijo se sienta más en control de sus emociones y reacciones. Estas son cinco maneras de ayudarlo a desarrollar habilidades para enfrentar los contratiempos.

1. Dé nombre a los sentimientos

Las emociones intensas pueden atemorizar a los niños, y a su vez pueden generar reacciones intensas. Pero cuando los niños son capaces de expresar cómo se sienten y cuál es la causa, puede que sus emociones les parezcan más manejables. Cuando su hijo esté enfadado, pregúntele amablemente:

  • ¿Cómo te sientes ahora? Facilítele palabras que pueda utilizar, como enojado, triste, frustrado, ansioso, preocupado o avergonzado.
  • ¿En qué parte del cuerpo lo estás sintiendo? Él podría decir que le molesta el estómago, que siente un nudo en la garganta o que su corazón late muy rápido.
  • ¿Cuál crees que es la causa? Ayude a su hijo a analizar qué pasó justo antes de sentirse mal. Esto podría ayudarlo a ver las cosas desde otro punto de vista o entender mejor lo que ocurrió.

Si su hijo tiene dificultades con el lenguaje, puede que se le dificulte hablar de sentimientos. Usted podría usar un apoyo visual como una tarjeta con la pregunta “¿cómo me siento?” para ayudarlo a identificar sus emociones.

2. Identifique los desencadenantes en su hijo

Piense cuáles son las situaciones más difíciles para su hijo. Luego considere cómo usted podría cambiar su propia conducta para ayudarlo a que él las maneje. Por ejemplo:

  • ¿Grita cuando le pide que apague la televisión? Avísele con cinco minutos de anticipación antes de apagarla.
  • ¿Su nivel de estrés aumenta considerablemente cuando le pide que se vista en las mañanas? Un horario visual podría ayudarlo a anticipar qué se espera que haga.
  • ¿Las transiciones entre actividades son particularmente difíciles? Incluya tiempo para relajarse entre cada deporte, reunión, etc.

También puede seguir estos pasos para observar a su hijo, lo cual puede ayudarlo a entender mejor sus dificultades.

3. Haga lo que a él le gusta

¿Qué es lo que su hijo hace para sentirse mejor? Quizás monta en bicicleta, lee cómics o libros con amigos. La próxima vez que su hijo esté enojado:

  • Pregúntele si quiere descansar haciendo alguna de las actividades que lo relajan.
  • Mencione las maneras de calmarse que él ya tiene.
  • Con el tiempo, él utilizará esas estrategias por su cuenta.

Si todavía su hijo no conoce actividades que lo relajen, ayúdelo a encontrarlas. Por ejemplo:

  • Estudiantes de primaria: “Cuando me enojo con mi hermano, me ayuda patear una pelota en el patio”.
  • Estudiantes de escuela media: “Si me trabo en un problema de matemáticas, me ayuda escuchar dos canciones y luego trato de resolverlo”.
  • Estudiantes de bachillerato: “Cuando me siento ansioso por las solicitudes de admisión a las universidades, me ayuda salir a correr”.

Si su hijo tiene dificultad para identificar qué es lo que le gusta hacer, estas son algunas actividades que él podría probar. Usted puede revisar también esta lista de habilidades para encontrar ideas, o prueben una divertida actividad manual.

4. Esté presente y sea comprensivo

Cuando su hijo esté sensible, dele toda su atención. Si él ve que usted está distraído, podría hacerlo sentir más descontrolado. ¿Qué quiere decir estar presente?

  • Enfocarse en su hijo. Revise las cuentas por pagar y escuche los mensajes telefónicos más tarde.
  • Dé el ejemplo en cuanto a escuchar activamente. Después de que él termine de hablar, repita lo que acaba de decir con las palabras que él utilizó, no con las suyas. Usted podría decir: “Parece que sentiste que Mr. López fue irrespetuoso contigo”. Esto lo ayudará a sentirse escuchado y comprendido.
  • Haga preguntas relacionadas. Ayúdelo a identificar los próximos pasos a seguir. “¿Hay algo que se te ocurra que puedas decirle mañana?”.

Lea sobre la importancia de mostrar empatía a los niños que piensan y aprenden de manera diferente. Intente estas nueve maneras de mostrar empatía a su hijo.

5. Busque ayuda cuando sea necesario

Cuando usted pide ayuda a otras personas, le está mostrando a su hijo que una estrategia para lidiar con las dificultades tiene muchos componentes. Por ejemplo:

Conéctese con otras familias en nuestra comunidad en línea, ellas pueden ofrecerle consejos y apoyo. También puede revisar cientos de estrategias según la edad para manejar problemas sociales y emocionales. Tener estos recursos al alcance de la mano puede ayudarlos a que ambos se sientan más confiados con respecto a sus habilidades para lidiar con situaciones difíciles.

Para conocer otras ideas, revise técnicas de relajación para niños pequeños. Conozca las ocho estrategias que usa un adolescente con discalculia para controlar su ansiedad. Y lea más recomendaciones para ayudar a los estudiantes de primaria, de escuela intermedia y de bachillerato a adquirir autocontrol.

Puntos clave

  • Las emociones puede que sean más fáciles de manejar cuando los niños saben cómo describir sus sentimientos.

  • Cuando usted descubre qué desencadena el estrés de su hijo, puede hacer cambios para ayudarlo a manejar la situación.

  • Está bien (¡y es saludable!) buscar la ayuda de profesionales para que enseñen a su hijo estrategias para lidiar con situaciones difíciles.

Acerca del autor

Acerca del autor

El equipo de Understood está integrado por entusiastas escritores, editores y moderadores de la comunidad en línea. Muchos de ellos tienen hijos que piensan y aprenden de manera diferente.

Revisado por

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Molly Algermissen (PhD) es profesora asociada de psicología clínica en Columbia University Medical Center y directora clínica de PROMISE.

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