Cómo manejar la sensibilidad al ruido

Por Amanda Morin
Revisado por experto Analisa L. Smith (EdD)
Los niños con dificultades del procesamiento sensorial pueden ser muy sensibles al ruido. Desde ir al supermercado hasta un simulacro de incendio en la escuela se transforma en un reto. Los médicos de su hijo pueden ayudarlo a encontrar soluciones a largo plazo, pero por lo pronto estas son algunas maneras de ayudarlo a manejar su sensibilidad al ruido.
Advertir con antelación
Si sabe que se producirán sonidos fuertes, hágaselo saber con anticipación para que esté preparado. Por ejemplo, recuérdele sobre los inodoros y los secadores de manos automáticos en los baños públicos. De ser posible, ayúdelo a encontrar un lugar alejado del ruido.
Amortiguar los sonidos
Tenga a la mano auriculares, audífonos con cancelación de ruido o tapones de oído para amortiguar los ruidos que no pueden evitarse. Puede que tenga que probar para descubrir cuáles funcionan mejor. Tenga en cuenta que a los niños que además tienen sensibilidades táctiles les puede incomodar usar ciertos protectores de oídos. Asegúrese de que los protectores solo amortigüen los sonidos. Bloquear completamente el sonido puede ser contraindicado en términos de seguridad.
Discutir asuntos de seguridad
Si la sensibilidad de su hijo le dificulta filtrar los sonidos que no son importantes, él podría no ser capaz de captar los importantes. Estos sonidos importantes podrían incluir sonidos de advertencia como sirenas o alarmas. O él podría intentar alejarse de esos ruidos rápidamente sin advertir lo que ocurre a su alrededor.
Fomente que su hijo preste atención a lo que está viendo: luces que parpadean o niños dirigiéndose a la puerta, y que le diga a un adulto si necesita alejarse. Practique cómo responder en esas situaciones.
Resolver problemas con otros
Hable con el maestro de su hijo o con el equipo del sobre la posibilidad de tener una señal para advertir con anticipación a su hijo los simulacros de incendio que hayan sido planeados. También discuta estrategias como permitir que su hijo se siente cerca de una puerta durante las asambleas para que pueda salir con facilidad si el ruido se vuelve abrumador. Diseñe un plan de seguridad para su hijo, de manera que los maestros sepan qué esperar y qué hacer. También puede ser útil si el maestro le asigna a un compañero de clase para que sea su “amigo protector”. Ese estudiante puede explicar la situación a su hijo.
Probar nuevas experiencias gradualmente
No siempre es posible evitar lugares que desencadenen la sensibilidad al ruido de su hijo. Podría ayudar que usted lo lleve a lugares desconocidos paulatinamente y durante momentos tranquilos. Por ejemplo, si necesita llevarlo con usted al nuevo supermercado, averigüe cuándo suele estar menos concurrido. También puede ayudar que usted visite lugares nuevos antes que su hijo, para que le explique qué puede esperar cuando él vaya.
Ayudar a establecer límites
Los sonidos de un videojuego lleno de acción o los juegos alborotados pueden ser estresantes para los chicos con sensibilidad al ruido. Explique a su hijo que es aceptable establecer límites con los amigos. Puede ayudarlo a planear qué decir. Por ejemplo: “Me gusta ese juego, pero el sonido del timbre lastima mis oídos. ¿Podemos jugar uno menos ruidoso?”.
Usar ruido blanco
Para algunos chicos, el ruido blanco de fondo ayuda a suavizar el efecto discordante de sonidos molestos. Colocar un ventilador o una máquina que produzca ruido blanco en la habitación de su hijo puede que lo ayude a dormir o a estudiar mejor. Cuando está en público, déjelo usar sus auriculares para escuchar música relajante.
Acerca del autor

Acerca del autor
Amanda Morin es la autora de “The Everything Parent’s Guide to Special Education” y fue la directora de liderazgo intelectual en Understood. Ayudó a desarrollar Understood desde su inicio en calidad de experta y escritora.
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Analisa L. Smith (EdD) integra la junta nacional de directores de LDA. Es asesora en educación y profesora de educación a distancia.