Cómo distinguir un berrinche de una crisis

Cuando un niño está enojado y frustrado, y parece estar portándose mal, ¿es un berrinche o una crisis emocional? Muchas personas utilizan estos términos indistintamente. Los berrinches y las crisis son diferentes, aunque se parezcan. La manera de manejarlos depende de cuál sea.

Conozca cómo distinguir una rabieta de una crisis emocional.

 BerrincheCrisis emocional
Qué es
  • Un estallido por enojo o frustración
  • El niño podría gritar, llorar, agredir y contener la respiración
  • Por lo general el niño tiene cierto control de su comportamiento durante un berrinche
  • La conducta tiende a parar cuando el niño obtiene lo que quiere. Sin embargo, los berrinches se pueden convertir en crisis emocionales
  • Una reacción a sentirse abrumado
  • El niño podría gritar, llorar, agredir, huir y/o encerrarse en sí mismo y aislarse
  • Las crisis emocionales están fuera del control del niño
  • La conducta suele terminar cuando el niño se agota o cuando hay un cambio en la cantidad de estimulación sensorial
Qué lo desencadena
  • El deseo de conseguir algo, evitar algo o provocar una reacción específica
  • Frustración
  • No ser capaz de comunicar las necesidades y los deseos
  • Sobrecarga sensorial, de información o emocional
  • Frustración intensa
  • Cambios repentinos en las rutinas o las expectativas
  • No ser capaz de comunicar las necesidades y los deseos
Señales que puede observar
  • Usted sabe lo que su hijo quiere o a qué está reaccionando
  • Su hijo decide adoptar cierto comportamiento
  • Es capaz de poner atención a lo que sucede a su alrededor
  • Observa las reacciones de otras personas y ajusta su comportamiento de acuerdo a ellas
  • Puede que esté intentando negociar una solución mientras grita
  • Su comportamiento termina cuando obtiene (o no obtiene) lo que quiere o evita hacer lo que no quería hacer
  • Puede que usted no sepa lo que su hijo quiere o ante qué está reaccionando
  • Pareciera que su hijo no tiene control sobre su comportamiento y está muy nervioso
  • Se niega a escuchar o intenta escapar. No es capaz de procesar lo que ocurre a su alrededor
  • No responde a las reacciones o intentos de las personas de comunicarse con él
  • Pierde su capacidad de resolver problemas y negociar soluciones
  • Necesita tiempo para tranquilizarse y recuperarse, inclusive después que la situación que ha sido resuelta

Conocer los desencadenantes puede ayudar a calmar un berrinche y una crisis. Averigüe cómo ayudar a los niños a lidiar con la frustración y a que aprendan a controlarse. Lea cómo una familia recuperó su poder de padres después años de no saber manejar las crisis.

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